Capítulo 6

253 27 20
                                    


POV: NADIA

Astrid no dice una palabra. Pero no hace falta, porque se comunica con los ojos. Sonriéndome de forma tímida al notar que estoy más tranquila.

Mostrando su apoyo solo con su presencia.

- Eeh - intento explicarme, aún sin saber qué decir. Callándome al sentir su mano presionando la mía.

- No tienes por qué decir nada si no estás lista - te esperaré hasta que me lo cuentes, si es que decides contármelo - añade con la mirada. O eso es lo que entiendo al ver que su rostro no muestra compasión ni tristeza. Solo apoyo y comprensión, como si entendiese toda la situación, aun siendo imposible.

Nos quedamos sin hablar largos minutos, solo sintiéndonos entre sí. Recostándome más contra su pecho. Relajándome con su presencia.

- Tengo la sensación de que llevo 19 años sin vivir nada, siguiendo la corriente, limitándome a sobrevivir - murmuro sin levantar la mirada del suelo - Absurdo, ¿no?

- No lo creo. Pero si te sientes mejor puedo enseñarte lo que es vivir para mí. Las sensaciones por las que dices "joder, solo por esto merece la pena seguir vivo" - afirma mirándome a los ojos, hipnotizándome con ese brillo, que empiezo a reconocer cada vez que habla de algo que le entusiasma.

- Es más, vamos a empezar ahora -. Me da la mano para ayudarme a levantarme del suelo donde estábamos sentadas.

Avanzamos por la oscura calle, iluminada levemente por farolas, aquí y allá, alejándonos cada vez más de la multitud.

- Oye, ¿cómo así has ido a esa fiesta universitaria? Si ni siquiera eres de Manchester.

- Mierda Jane - me paro en mitad de la calle para avisar a mi amiga, descubriendo que ella ya me había estado enviando mensajes.

Jane:

Ey, dónde estás?

Estás bien?

(He tenido un ataque de

ansiedad, pero estoy bien)

Borro el mensaje, arrepintiéndome al instante.

Estoy bien

Dudo unos segundos antes de enviar el siguiente mensaje.

Estoy con Astrid

Jane:

Escribiendo

....

Jane:

Entonces, ¿no te espero

para volver no?

Continuamos andando por un buen rato. Hablando de todo y de nada al mismo tiempo. Todo temas banales, sin profundizar en algo que pueda arruinar la tranquilidad del momento.

Ahora que estoy más calmada me fijo en el atuendo que lleva Astrid.

Su camiseta blanca de tirantes hace que pueda ver sus brazos casi llenos de pequeños tatuajes. La mayor parte son de trazo fino, que al contrario de lo que suele parecer no le quita el estilo femenino. Solo realza su imagen de persona con mucha seguridad, casi inalcanzable.

Sus vaqueros ajustados remarcan figura, terminado por unas Vans, dándole ese toque urbano que por lo que he visto la caracteriza en gran manera.

- Ven, que te quiero enseñar algo -. Me coge la mano guiándome por las calles, hasta girar repentinamente en un local escondido entre apartamentos. El típico sitio que a menos que lo estés buscando, nunca repararías en él.

Entre los focosМесто, где живут истории. Откройте их для себя