- AMBER - 9

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34 AÑOS.

Salgo detrás de Nelly al escuchar que sale con paso firme de mi oficina.

Ella no voltea atrás, así que no me ve, y yo no puedo hablar, solo me detengo en la puerta de golpe al verla subir a su camioneta y salir rápidamente de la propiedad.

¿Por qué hice eso? ¡¿Qué acabo de hacer?! ¡¿Por qué actúe así?!

- ¿Todo está bien, señora?

Uno de los hombres que cuidan la casa me pregunta mientras cubro mis ojos con las manos.

Me duele la cabeza, siento que me va a explotar.

- ¿Señora?

- Estoy...

Lo ignoro y vuelvo a subir las escaleras, sintiendo que me tropiezo en cada escalón.

- Señora...

- Estoy bien - gruño.

Sigo subiendo hasta llegar a la oficina donde aún puedo oler su perfume.

- Carajo.

Me recargo en la puerta como si evitará que alguien más pudiera entrar o como si evitara que alguien más saliera, ¿pero quién más podría salir? ¿Mis recuerdos?

- ¿Por qué me siento así? - me pregunto intentando calmar mi respiración agitada.

Toda mi vida acaba de cambiar en segundos desde el momento en el que recibí esa llamada con la noticia del accidente de Luis, esa noche todo se me vino abajo, mi alrededor cayó al suelo conmigo.

- Era ella...

Recordar esa noche también me recuerdan esos ojos, esos ojos verdes que siempre me hacen sentir extraña, los que me hicieron dudar de todo, los que me hicieron la cobarde que soy.

Esta mañana no podía créeme que en la noche la vi, pensé que era solo un sueño que tuve por la cantidad de alcohol que ingerí, pero saber que estaba aquí hoy, me hizo dar otro giro más.

Tantos giros constantes y agresivos que estoy teniendo en mi vida, me pone agitada, mareada y asustada.

- Dios, no me puedo creer que estuvo aquí.

Estuvo aquí y por un mal tema.

- Carajo...

Me paseo por la oficina intentando calmar mi ansiedad. Voy de un lado a otro hasta que noto algo que no es propio de este lugar.

- ¿Mmm?

Miro la esquina de mi escritorio y veo un destello rojo que capta mi atención.

- Eso es...

Me acerco lentamente y ese destello rojo reanima con más fuerza mis recuerdos viejos, pero hay algo que me mantiene en el presente.

Ese caramelo rojo no está solo, está acompañado por una tarjeta de presentación blanca con letras negras resaltando el nombre de la mujer que de nuevo me ha afectado.

- Nelly Taylor.

Pronunciar su nombre es lo último que recuerdo antes de caer el piso y quedar inconsciente.

Estoy tan cansada, me siento morir.

- Mamá, por favor despierta, me estás asustando mucho, por favor...

Abro los ojos de golpe y al sentir mi cuerpo en el suelo intento levantarme, pero más de un par de manos me detienen.

- Mamá - Jacobo tomó mis hombros - Tranquila, los paramédicos están llegando.

Amber Y NellyWhere stories live. Discover now