Amber Y Nelly

- NELLY - 16.

- ¿Podemos vernos? - pregunta.

Suspiro intentando de no ser tan obvia. No debí responder así.

- Lo siento, mamá, tengo mucho trabajo en estos momentos y...

- Vamos, por favor hace mucho que no aceptas salir bien conmigo - insiste.

Giro los ojos, es lo que menos quiero ahora, lidiar con mamá.

- Tengo...

- Hay que vernos, justo ahora estoy en un bar con unas amigas, te mandaré la dirección, te espero.

- ¿Qué? No, mamá, yo...

Cuelga y al segundo su mensaje de su ubicación llega.

- ¿Qué carajos?

Miro mi trabajo, debatiéndome en sí levantarme de aquí para ir a ella o seguir ignorándola como lo he estado haciendo.

- No...

Si está cerca significa que molestara más de lo normal.

Me levanto de mi escritorio de mal humor, tomando mi bolso y saliendo de la oficina.

- Abogada...

- Volveré en un rato, se me presento algo - le digo a mi asistente - Cualquier cosa contáctame.

- Sí.

Voy al bar donde me cito la mujer que me tuvo y rápidamente la ubico, al escuchar a un montón de mujeres hablando con demasiada fuerza.

¿Qué no son esa las mujeres trofeo que evitan hacer escándalos por qué es mal visto? Deben aprender a comportarse con alcohol en las venas.

- Madre - me acerco a ella para saludar.

- ¡Nelly!

Me saluda con un fuerte abrazo. Lo acepto, pero la quito cuando empieza a ser incómodo.

- Que bueno que viniste - sonríe - Justo le decía a las demás que tendría que ir a ver si estabas en tu oficina.

- No hay necesidad, ya estoy aquí - miro a las demás - Es un gusto verlas a todas y...

Mis ojos caen en la mujer pelirroja que me mira con una sonrisa pequeña.

- Hola, Nelly - saluda en voz baja.

Veo a la madre de Mia, resaltando como siempre sin querer hacerlo.

- Hola, señora Henderson - sonrío.

- Que bueno es verte, hace mucho no te veo... Casi el mismo tiempo en el que no he visto a mi hija.

Mientras me dice eso, mi madre me obliga a sentarme entre ellas.

- Eh... sí, hace mucho - le respondo - ¿No ha visto a Mia en este tiempo?

- No, desde que está en Europa la he visto menos y lo gracioso es que he estado viviendo cerca de ella, pero ha estado realmente ocupada.

- ¿Sí? Es bueno, había estado queriendo hacer todo lo que ha hecho, ¿no?

- Así es - sonríe sonrojándose - ¿Cómo has estado tú?

- Estoy bien, gracias.

Es raro ver a la madre de Mia aquí, desde que la conozco, son contadas las veces que mis ojos la han visto.

Desde que éramos niñas, los padres de Mia viajaban constantemente, ellos tienen varios negocios por varias partes del mundo. Son una familia poderosa, pero bastante oculta, muy pocos hablan de ellos, ya que no se dan a conocer, excepto por Mia, que ahora es la persona de esa familia que más llama la atención.