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El día dónde emprenderían su viaje había llegado, la verdad todos se veían súper calmados.

_Haber ¿Quien de aquí a ido a...?- Se quedó viendo la hoja -¿Estados Unidos? Si eso, ¡Estados Unidos de América!- Pregunto Taehyung pero nadie levantó la mano.

_Que mal- Alzó los hombros -¿Están listos?- Pregunto Hefesto y todos asíntieron.

De forma ordenada fueron entrando al portal y aparecieron en...

_¿Tokio?- Hablo Sana -Si, esa cosa- Dijo Taehyung revisando la hoja.

_Aqui dice que...- Frunció el seño -¿Que doctor escribió esto?- Hablo intentando descifrar lo que decía.

_Dame eso- Jennie se lo quito -Dice que hay que ir al centro de la ciudad- Todos la vieron sorprendidos -¿Que? Es la letra de mi papá- Le entrego la hoja y empezaron a caminar.

Lo que no sabían es que les faltaban treinta minutos para llegar.

_¿Es ahí?- Señaló Ashley y Jennie asíntio -¡Por fin!- Grito el hijo de Aquiles -Deja de gritar- Hablo Rosé -Tu... Estem ¿Cómo es que te llamabas?- Le pregunto -Lucas- Respondió -¡Eso! ¡Lucas! Ya deja de gritar- El chico asíntio.

_Oigan- Llamo Somi -¿Que es eso?- Señaló un bar -Yo que voy a saber- Hablo Taehyung.

_Aqui dice que hay que entrar ahi- Hablo Jennie, quien ahora tenía la hoja, todos se dirigieron al lugar.

Entraron y todo se veía normal, tranquilo, nada de que preocuparse.

_¿Por qué asustan en los bares?- Dijo una chica y todos voltearon a ver -Hola chicos, soy Pan- Se presentó -Vengan- Los guío a un lugar un poco alejado de dónde antes se encontraban.

_Bueno, creo que los tengo que dejar aquí, hasta luego- Se retiró -¿Alguien lo conoce?- Una chica levanto la mano -¿De que?- Pregunto Jennie -Es amigo de mi papá Asclepio- La castaña levantó el pulgar y siguió leyendo la hoja.

_Por aquí- Señaló una puerta.

Siguieron el camino y llegaron a un hotel.

_¿Que vamos a hacer aquí?- Pregunto Jeongyeon y de la nada una figura salió de su manilla -¿Hola?- Saludo -Veo que ya llegaron, en ese hotel se encuentra algo que me pertenece, creo que tú ya sabes que Jeong, suerte hija- La figura desaparecio.

_Porque me hablan en código, disque yo ya se- Se quejo.

Luego de escuchar más quejas de Jeongyeon empezaron a dar vueltas por todo el hotel.

_¡Ash!- Se quejo Jin al darse cuenta que sea por donde vayan, siempre regresarían al punto de origen.

_Mejor separemos nos- Sugirió Suga.

Se fueron en parejas, cada uno por su lado, aún que había la gran posibilidad de volverse a encontrar en el mismo lugar.

_Por aquí- Señaló Jeongyeon.

Nayeon y Jeongyeon habían tomado un camino que no habían visto cuando pasaron por el lugar que recorrían.

_¿Estás segura?- Pregunto -Es decir, está muy oscuro- Hablo adentrándose.

Llegaron a una gran sala llena de gente y empezaron a caminar por ahí hasta ver una vitrina en la cual se mostraban...

_¿Las chanclas aladas de Hermes?- Dijo Jeongyeon -Eso parece- Se acercaron a la vitrina.

_¡Alto!- Grito un guardia -Esta completamente restringido acercarse a la vitrina, se debe mantener una distancia de diez pies- Explico -Eh... Señor ¿Que hacen esas chanclas en Tokio? ¿No se supone que deberían estar en Grecia?- Enfrento Nayeon -Oh, ya entendí, las robaron- El guardia frunció el seño.

Por su propia seguridad, dejo que las chicas se acercarán.

_¿Si serán?- Susurro Jeong -Espero- Suspiraron.

Estaban ahí, admirando esas chanclas mientras pensaban como las iban a sacar sin antes ir a la cárcel.

Obviamente no les van a decir que son hijas de Dioses del Olimpo y vinieron a la Tierra en busca de objetos valiosos que robaron, esto por dos razones:

Uno, iban a creer que están locas y en vez de terminar en la cárcel, terminarán en un manicomio.

Dos, probablemente cuando las saquen de alguna forma del manicomio tendrán la regañada de su vida y no volverían a ver la luz del día.

Bueno, probablemente ya parecían locas viendo el objeto de la vitrina tan fijamente como si ocultara la salvación de su vida, aún que relativamente si era así.

De repente la luces del lugar se apagaron ¿Será una señal de Zeus?

Sin perder el tiempo, Jeongyeon rompió la vitrina y agarro el objeto entre sus manos.

Nayeon lo único que pudo hacer después de ese momento fue correr tras ella.

Lo que menos se esperaban era encontrar a unos guardias justo a la salida.

Nayeon le pegó un puño a uno de ellos y luego una patada a otro, le indico a la otra chica que saliera.

Luego de derribar a unos cuantos guardias, se dirigió a el camino que una luz le indico.

Al llegar, se encontró con su amiga, de ahí tuvieron que buscar algún camino que las llevará al punto inicial.

_Falta Jeong y Nay- Aviso Jimin, los otros chicos habían llegado al punto hace más de diez minutos y ellas no llegaban.

Su rostro se volteo a escuchar pasos.

Ahí fue cuando vio a las dos chicas llegar con la respiración ajetreada y un objeto en las manos de Jeongyeon.

_¿Que es eso?- Pregunto Jisoo -Las chanclas aladas de Hermes- Respondió Nayeon.

La otra chica dejo el objeto en una mesa que se encontraba en la mitad de la sala.

Una luz apareció en la mitad del lugar, de está apareció Hermes.

_Veo que lo lograron- Dijo -Muchísimas gracias a las dos, y a ustedes por su disposición para encontrar mi pertenencia- Hablo con total sinceridad -Mucha suerte con el próximo objeto- Desaparecio de la misma manera en la que apareció.

_El si se fue por dónde vino- Bromeó Momo calmando el ambiente, la risa de todos resonó en el lugar.

_¿Cómo escaparon de tantos guardias?- Pregunto Aron -Esos "guardias"- Hizo las comillas con sus dedos -Son unos debiluchos, le pegue súper suave- Dijo sintiendose orgullosa.

_Y ese que vigilaba la vitrina aún más- Rio -Si hubiesen visto su cara cuando le pregunte si ese coso no tendría que estar en Grecia- Dijo Jeongyeon -Creo que palideció por completo- Completo.

Luego de la gran historia de las chicas y su misión encontrando el objeto perdido.

Se dirigían al centro de la ciudad para ver cuál sería su próximo destino, o quién sería el suertudo de encontrarlo.

Aun faltaban muchos objetos, pero con ayuda de todos lograrían encontrarlos antes de lo previsto.

O quién sabe, quizás mucho más de lo previsto.

Nunca hay que confiarse.

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