Incluso si... ¿hay tormenta?

271 25 10
                                    

Seo Changbin conocía a Yang Jeongin desde que tenía memoria.

Literalmente, Changbin había sostenido a Jeongin cuando este era un bebé y él un niño pequeño. Sus padres eran mejores amigos desde la universidad, y como es de suponer esperaban que sus hijos también lo fueran.  Y durante mucho tiempo, fue así.

Cuando eran pequeños, parecían hermanos más que amigos. Jeongin seguía a Changbin a todas partes, tratando de imitar sus acciones con esa torpeza inocente con la que lo hacen los niños con las personas a las que admiran. Changbin siempre cuidaba de él, vigilando que no se hiciera daño, consolándolo si lloraba, abrazándolo si tenía miedo. Eran inseparables, como dos caras de la misma moneda, se querían tanto que era doloroso separarlos, Changbin haría cualquier cosa por Jeongin. Incluso si tenía que luchar contra la propia naturaleza.

Los truenos hacían que la casa entera retumbara, los relámpagos fugaces iluminaban los ojos vidriosos del pequeño Jeongin. No le gustaba la lluvia, no le gustaban las tormentas. Pero Changbin estaba allí, sentado a su lado en el sofá mientras veían el desastroso clima. Y aunque él también temía a la tempestad, sólo inflaba su pecho con la determinación de protegerlo.

-No tengas miedo, Innie -decía-, ¡voy a asomarme a la ventana y a soplar muy fuerte, tanto que se irán todas las nubes volando!

Jeongin se aferraba con más fuerza a su camiseta, observando las ramas de los árboles doblarse por la violencia del viento. Sus ojos se abrieron por el terror de imaginar que Changbin abría la ventana y salía despedido por ella, arrastrado por aquel vendaval, que a sus ojos de niño, era más que huracanado.

-No -Se quejó con voz llorosa-. No te vayas hyung, no quiero que te vueles.

-¡No voy a volarme, Innie! ¡Soy grande!

Jeongin lo miró de arriba a abajo. Nada era lo suficientemente grande como para resistir un huracán.

-¡No!

Changbin hizo un mohín con sus labios.

-¡Pero si no lo hago las nubes no se irán!

Jeongin sólo negó frenéticamente con su cabecita.

-No lo hagas hyung, si te lleva el viento me pondré muy triste.

El niño frunció el ceño en confusión. ¡La tormenta ya ponía muy triste a Innie! ¿Por qué no simplemente dejaba que Changbin alejara las nubes para él?

-¿Por qué?

Jeongin se pegó a él, dando un respingo cuando sonó otro trueno.

-Porque te quiero mucho -se quejó, acurrucándose contra Changbin.

La cabecita de Changbin trató de procesar esto. Él también quería mucho a Innie, así que Changbin saltó del sofá para abrir la ventana y librar a Jeongin de la tormenta, pero sólo consiguió empaparse; empapar el suelo de la sala y un regaño de su madre. Pero Jeongin le abrazó con fuerza.

-¿Me quieres mucho, incluso si no alejo las nubes? -Preguntó, decepcionado porque todo había salido mal.

Jeongin no lo dudó.

-Sí. Te quiero mucho, hyung.

¿Incluso si...? [jeongbin]Onde histórias criam vida. Descubra agora