10. Raro

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Cuando llegaron a la casa, vieron a Jughead en la cocina quién sonrió levemente. Hacía mucho que no volvía tan temprano a casa y veía a sus hijos.

De hecho, no recordaba la última vez que cenó con ellos y Betty, ya que normalmente el volvía de la empresa cuando ya todos dormían.

- Hola. -saludó saliendo de la cocina. - Estaba por llamarles para saber donde estaban. Fue raro llegar y no encontrarlos aquí.

Sophie y Stefan solo rodearon sus ojos y se fueron, subiendo las escaleras. Jughead los vió subir y suspiró, pero sonrió de lado al ver que Selena seguía ahí, mirándolo con facinación.

- Los lleve a conocer un poco el pueblo. -le explicó Betty a su esposo. - Iré a ducharme. -les informó y también subió las escaleras.

Jughead asintió, llevó su mirada a su hija menor y enarcó una ceja. - ¿Por qué me miras así?

- Es... Es raro que estés en casa. -murmuró. - Solía verte solamente los fines de semana, bueno, algunos...

El la miró con algo de pesar y se acercó dejando sus manos sobre los hombros de la pelinegra. - Y estaré más en casa con ustedes, esto puede ser algo raro... Pero me encargaré de que deje de serlo pronto.

- Mis hermanos no creen eso.

- ¿Que?

- Que vas a cambiar las cosas. Creen que lo intentarás y en poco tiempo todo volverá a ser como antes. -murmuró bajando su mirada al piso.

El tragó en seco y la tomó del mentón para mirarla a los ojos. - Esta vez de verdad todo va a cambiar. -dijo con seriedad. - Y entiendo que no me crean... Yo me he ganado que me vean de esa forma, pero haré lo que sea para sacarles de la cabeza esa idea mala que tienen de mí.

La pelinegra lo miró con los ojos brillantes. - ¿De verdad? -preguntó en un murmuro. - ¿En serio lo harás?

El asintió y dejó un beso en su frente. - Te lo prometo. -murmuró y ella sonrió, abrazándolo efusivamente.

Jughead sintió un calor en su pecho, sintió que quitaron una carga de toneladas de su espalda y la paz inundó su cuerpo. ¿Hace cuanto no abrazaba a uno de sus hijos? Mierda, había pasado tanto, que no recordaba que un solo abrazo de ellos podía hacer que se olvidara de cualquier preocupación.

Pensando en eso, y sin querer soltarla, la abrazó más fuerte escondiéndola en sus brazos.

- Mis amores. -Alices sonrió al recibir a sus nietos, hija y nuero.

Abrazó a los tres hermanos al mismo tiempo y ellos sonrieron.

- ¿Como han estado? -les preguntó, guiándolos al sillón de la sala.

- Bueno... No tan bien. -Sophie hizo una mueca.

- Ay, mis niños, todo va a mejorar. -les sonrió ampliamente. - Y su abuelo y yo siempre estaremos para ayudarlos.

- Hola, mamá, yo estoy bien, no me abraces tan fuerte por favor. -se quejó Betty sarcasticamente mirando hacia la ventana.

Alice rió y se levantó para abrazar a su hija. - Mi niña. -murmuró en el abrazo. Al separarse de ella, también abrazó a Jughead. - No vuelvan a desaparecer durante meses. -los retó.

- ¿Donde está el abuelo? -preguntó Selena.

- Se estaba duchando. -rodeó sus ojos. - Le estuve diciendo por una hora que se duchara porque ya ustedes vendrían y no me hizo caso. -se quejó y sus nietos rieron por lo bajo.

Alice volvió a sentarse en el sillón, junto a Sophie y Stefan, Selena estaba en otro individual y Jughead le permitió el sillón individual que quedaba a Betty, siendo él el único que quedó de pie.

- Jug... ¿Que tal tu primer día de trabajo? -le preguntó la rubia mayor a su nuero.

- Fue bastante cansado. -admitió con una mueca. - Tuve que cargar cosas de aquí para allá, alimentar a todos los animales, cortar cesped y esas cosas. Lo bueno es que no será todos los días.

- Si, es fuerte el trabajo, por eso no es a diario. -ella asintió. - Fp trabajó unos meses ahí antes de entrar a la comisaría y siempre volvía muy cansado.

El pelinegro asintió. - Papá me comentó algo. De igual forma estoy acostumbrado. -se encogió de hombros

Sophie lo miró como si estuviese loco. Acostumbrado, aja. El solo estaba acostumbrado a desaparecer de casa muy temprano y pasar todo el día sentado en una silla frente a una computadora, ¿Que tanto cansaría eso? Bufó por lo bajo.

- Si, debes estarlo. -Alice asintió. - Llevar tu propia empresa no debe ser fácil, yo llevo el heraldo y me vuelvo loca, no imagino lo cansado que debías estar y más porque Betty me dijo que le estabas dedicando muchas horas extras al trabajo. -dijo entendiendo.

Jughead asintió. - Era necesario, tenía juntas, siempre había un problema nuevo, debía lidiar con clientes intensos. -bufó. - Es lo único que no extraño de tener mi propia empresa. -admitió.

Mientras ellos charlaban, Sophie seguía escuchándolo atentamente. ¿Por qué su abuela le daba la razón? No entendía, de verdad, ¿Que tanto puede cansar a una persona estar sentada todo el día mirando una computadora? Además el era el jefe, así todo es más fácil, ¿No?

En eso, Fp apareció por las escaleras. - Buenas noches. -saludó algo divertido y se acercó a abrazar y saludar a sus nietos.

Ellos aceptaron su abrazo gustosos, los tres tenían buena relación con sus abuelos, siempre la habían tenido y por suerte se mantuvo así con el pasar de los años.

- ¿Como estás, Betty? -Fp le preguntó a su nuera luego de abrazarla.

- Muy bien, Fp. -ella le sonrió en respuesta.

- Muchacho. -por último, Fp abrazó a su hijo dejando dos palmadas en su espalda. - ¿Todo bien en la nueva casa?

Jughead asintió. - Es muy bonita. -sonrió de lado.

- Bien, ya que estamos todos... -Alice se levantó del sofá. - ¿Cenamos? -cuestionó sonriente.





















Holiii.

¿Que opinan de este cap?

Me emociona mucho todo lo que están comentando últimamente, la historia está recibiendo mucho apoyo, gracias! 💗

Los amo, bye. ✨

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