Capítulo 4: Descanso obligatorio

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- Yo, soy el Señor de los Dragones... - Persona normal hablando.

[Yo, soy el Señor de los Dragones...] Seres Sellados hablando.

-ʺAsí que este es el poder de los Dragonesʺ - Persona normal pensando.

El tiempo desde que se inició la guerra transcurrió sin detenerse, pasando 70 años rápidamente sin que la lucha entre las Facciones se detuvieran en ningún momento.

En ese tiempo algunos participantes empezaron a ganar cierta fama en el campo de batalla, pues su sola presencia inclinaba la balanza en favor de la Facción a la que pertenecían o marcaba una gran diferencia en el flujo de la batalla.

Sin embargo, de entre todos solo un numero selecto tenían del poder de conquistar por completo cada campo de batalla que pisaban.

En la Facción del cielo estaban:

Metatron, La voz de Dios.

Se puede ver a cierto Arcángel diezmar a sus enemigos fácilmente con sus lanzas de luz arrojadas de forma impecable, sin mencionar que usaba técnicas de luz bastante avanzadas creando ataques únicos en su tipo.

Prueba de eso era como formó un enorme número de pequeñas esferas de luz, las cuales se movían por todo el campo de batalla atravesando a Caídos y Demonios por igual, teniendo la ventaja de que sus movimiento eran erráticos y por lo tanto era un ataque impredecible al grado de ser casi ineludible además de su amplio rango.

Uriel, El fuego de Dios.

Este Arcángel usaba un tipo único de fuego sagrado para quemar a sus oponentes.

Ahora mismo se veía rodeado de enemigos de dos Facciones, pero con fluidos movimientos manipulaba el fuego como una extensión más de su cuerpo, creando un flujo de fuego que podía usar de forma ofensiva y defensiva haciéndolo intocable.

Gabriel, El Ángel más bello del Cielo y el más amado por Dios.

Si bien sus técnicas no eran tan llamativas y su apodo fue extendido por sus propios compañeros de Facción, aún era alguien que no querías cruzar en el campo de batalla.

Varios enemigos caían ante sus puños y su lanza de luz, la cual movía de forma fluida y delicada o salvaje y arrolladora, lo cual era dependiendo de su estado de ánimo, el cual se relacionaba con su rivalidad con cierto Demonio de cabello carmesí.

Y Michael, El Ángel más cercano a Dios.

Su manejo de hechizos sacros era del más alto nivel, al grado de poder emplear algunos ataques del mismo Elohim.

Por parte de la Facción de los Ángeles Caídos estaban:

Kokabiel, El Ángel de las Estrellas.

Una lluvia de lanzas de luz que parecían estrellas fugaces evidenciaba su claro poder, además de su gran habilidad y precisión al grado de no fallar ningún objetivo.

Baraquiel, El relámpago Santo.

Se puede ver como este Caído nivel Cadre emplea su espada de luz para diezmar a sus enemigos, para luego extender su mano y que de esta surgiera una poderosa oleada de rayos que electrocutaba a sus enemigos hasta la muerte.

Penemue, La lanza carmesí

La Cadre manejaba perfectamente su lanza de luz dura mientras atravesaba docenas de demonios, creando una segunda lanza y para luego manejarlas de forma magistral o en algunos casos haciendo llover tales armas a velocidades increíbles.

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⏰ Last updated: Sep 17, 2023 ⏰

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