EL AMOR DE UN PRÍNCIPE SAIYAN

54 4 0
                                    

Capítulo 3: Beso

Tu padre era un hombre solitario, acostumbrado a la soledad, a que nadie se interesará por su bienestar, ni curará sus heridas, en definitiva que a nadie le importaba si vivía o moría, pero a mí sí, me daba igual su arrogancia, su desprecio, su orgullo, yo sólo veía a un hombre al que nadie jamás le había dado cariño, amor, amistad, pero que en el fondo tenía la necesidad de tenerlo, de sentirlo, pero no sabía expresar sentimientos que nunca se le habían dado a él.

Aún así veía en su mirada algo distinto a lo que decían sus palabras, cuando me miraba yo no veía odio, ni desprecio, ni orgullo, ni arrogancia, veía su soledad y su necesidad de amor, y por una extraña razón que yo en ese momento tampoco comprendía, tenía la necesidad de dárselo.

Así que una de tantas veces que acabó herido estando en la nueva cámara de gravedad en la que entrenaba, mientras lo estaba curando hice algo que me dijo que no hiciera cuando casi muere al explotar la nave, hice una tontería e interferi en su entremiento, lo besé... y él... después de un primer momento de asombro, me rodeo con sus brazos y me devolvió el beso.

Cuando ambos nos dimos cuenta de que estábamos haciendo nos separamos, nos sonrojamos, y yo... yo me fui corriendo de allí.

(No sabía porque lo había hecho, pero había pasado, puse mis dedos sobre mis labios, quería sentir en ellos si era verdad lo que acababa de pasar, y si, había pasado, podía sentir su aroma en mis dedos. - pensé para mi)

Después de aquello Vegeta desapareció por varias semanas, nunca me dijo a dónde fue, pero sí el porqué cuando regreso, y su respuesta tenía mucho sentido para él pero no para mi.

Bulma: oh! Regresaste, pensé que no lo harias después de...
Vegeta: uhm! Porqué no iba a regresar, aquí puedo entrenar a más gravedad para volverme más fuerte y convertirme en super saiyan y vencer a esos androides y al inútil de Kakarotto
Bulma: entonces porqué te fuiste?
Vegeta: porqué fui débil e interferiste en mi entrenamiento, y eso no va a volver a pasar otra vez, no voy a ser un saiyan débil, jamás, yo soy el príncipe de los saiyan, el gran Vegeta y no un debilucho
Bulma: Vegeta...

Y se marchó a entrenar..., y me dejó allí sin entender porque había dicho todo aquello..., así que decidí no molestarlo más y que otro se encargara de lo que necesitará para entrenar, no volvería a interferir no volvería a ser una molestia para él.

Y eso hice, pasaban los días, las semanas, y yo seguía preguntandome porque me dijo aquello, aunque hoy lo entiendo, era su forma de decirme que le importaba y que eso le distraía, y si se distraía no conseguiría hacerse más fuerte, tú padre siempre quiso ser el más fuerte del universo desde que lo conocí.

Continuará....

Escrito por Mer Lois

EL AMOR DE UN PRÍNCIPE SAIYAN Where stories live. Discover now