Tommy es un chico bendecido con una belleza impresionante, pero esta cualidad única le traería más problemas de los que jamás imaginó. Desde su infancia, tuvo que lidiar con Lina, una chica que resultó ser la hija de la persona más importante de Jap...
Mientras tanto, en una prestigiosa secundaria privada de Tokio, los susurros y murmullos se extendían por todo el patio escolar.
"¡Miren a todos! ¡Es la única hija de la familia Sendo!"
"¡Es realmente hermosa!"
"Parece una diosa, no puedo dejar de mirarla."
Una joven de cabello blanco caminaba con gracia por el recinto escolar, atrayendo las miradas admirativas de todos a su alrededor.
Entonces, de manera inesperada, un joven decidido se acercó a ella, llevando consigo una pizca de valentía.
"¡Miren a todos! Es Ayato, ¿acaso se atreverá a declararse a la chica más hermosa de la escuela?"
"Bueno, si lo piensas, Ayato es quien tiene más posibilidades de conquistar a 'La Reina de Hielo'. Es guapo y proviene de una buena familia."
Ayato se aproximó a la enigmática joven, conocida como "La Reina de Hielo", se paró frente a ella y, con orgullo, tomó aire para dirigirse a ella con voz firme.
"¿Podría tener el honor de ser su novio?"
En ese instante, el tiempo pareció detenerse, y todas las miradas se posaron en la escena. Algunos hombres temblaban de ansiedad, esperando su rechazo, mientras que otros estaban ansiosos por conocer su respuesta.
Esta enigmática belleza era nada menos que la hija de Roy, el hombre más rico de Japón, y, por ende, la chica más codiciada por todos los hombres.
"¿Podrías dejarme pasar?"
Su respuesta fue breve y dejó claro que ella no tenía el menor interés en él. Sin embargo, nunca escuchó lo que Ayato había dicho, ya que no tenía el menor interés en ese hombre.
La hermosa pero enigmática joven ignoró por completo la situación y continuó caminando, sin prestar atención a nadie.
Muchos se preguntaban cuál era la causa de esa mirada tan triste en sus ojos, que reflejaba un profundo dolor.
Entre los estudiantes, se encontraba Kiku, una compañera de clase bastante tímida con cabello negro y ojos marrones, que siempre llevaba un lazo rojo en el pelo.
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A pesar de su timidez, Kiku siempre estaba inmersa en la lectura. Sin embargo, ahora su atención se centraba en una chica que parecía haber salido de un cuento de hadas: Lina.
Desde que había entrado a la escuela, Kiku siempre había sentido curiosidad por saber por qué Lina estaba tan triste todos los días y por qué no hablaba con nadie. Decidió seguirla discretamente y la observaba desde lejos.
Kiku la vio dirigirse, en cada receso, hacia la azotea sola, por lo que decidió seguirla sin ser vista. Desde su escondite, Kiku la vigilaba atentamente.
