Capítulo 12 📃

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—No te enojes, precioso

—Nos van a regañar, Jungkook—le susurró en advertencia. No quería que les llamaran la atención.

Hizo una seña de ponerse un candado en su boca, pero ambos sabían que no dejaría de insistir.

Taehyung piensa que mal hizo en su vida pasada para merecer esto. Cualquiera en su lugar estaría encantado de presenciar el fornido abdomen del pelinegro, pero a él le resultaba incomodo, o eso quería pensar.

Y es que siendo honestos, los coqueteos del chico estaban calando un poco en él, generándole lo que el podía llamar "morbo" y no en el mal sentido de la palabra, más bien en el amplio. Nunca en su vida le pasó por la cabeza que se sentiría estar con un hombre. La duda surgió de repente pero de manera justificada. Ningún chico había coqueteado con él en su vida, jamás. Y el hecho de que Jungkook le haga comentarios subidos a modo de coqueteo lo confundía en demasía, aunque no para hacerlo dudar de su muy marcada sexualidad.

—Precioso, me prestas un lapicero—Jungkook tocó su hombro de manera impaciente.

¿Cuantos años tenía? ¿8?

—Déjame, Jungkook—masculló.

—Préstamelo—subió la voz. Taehyung casi le pone una mano en la boca.

—Yo te lo presto, Jungkookie—un chico de la mesa de adelante habló con un tono chiquito y unas pestañas espesas abanicando sus lindos ojos azules.

—No, gracias...¿Tú nombre?—le preguntó al chico.

—Felix. Ibamos a tener una cita esta noche, Jungkookie—le sonrió batiendo sus pestañas.

Vaya idiota—pensó Taehyung.

—Ah claro, creo que se cancela, cariño. Tengo cosas que hacer hoy—el chico volteó con una mueca triste, pero resignándose ni siquiera protestó.

Taehyung bufó en su cabeza. Al parecer no era el único con el que coqueteaba, se agregaba al grupo selecto de a los que Jungkook echaba piropos. Casi rueda los ojos.

—Eres un idiota.

—¿Perdona?— lo miró indignado pero siempre manteniendo una mueca burlona.

—Tratas a las personas como basura, eso
te hace un idiota.

—No las trato como basura, soy amable con todos, pero si no quiero salir con ellos se los diré de frente. No me gusta andar ilusionando gente por ahí.

—Mejor acepta que eres un promiscuo sin ideas de compromiso—bufó.

—Acepto que hago de mi vida sexual lo que quiero, y si para ti eso es ser un promiscuo entonces lo soy—Taehyung asintió enérgico—Prefiero ser promiscuo a fingir que soy la madre Teresa y no poder aceptar que le gustó ver una fotografía de un chico sin camiseta.

—No me excité viendo tu ridícula fotografía—dijo como si fuera la cosa mas obvia del planeta. ¿Le impresionó? Si ¿Se excitó? Jamás.

—Si claro—rió sarcástico.

—Es cierto—debatió.

—Si eso te ayuda a dormir por la noche—se encogió de hombros riendo, restándole la mayor importancia.

El rubio ya sentía que la vena en su cuello explotaría y el colapsaría en el suelo. Este chico lo sacaba de sus casillas inevitablemente. No se podía contener.

—¡Ya deja de ser un maldito!—medio gritó alertando a la clase y obviamente a la maestra.

—Jungkook, tú y tú amigo salgan de la clase.

Puso las manos en su cintura y presionaba la punta del tacón de su zapato en el suelo de manera insistente.

Ambos caminaron como perritos regañados hasta llegar a ella. Taehyung pasó de largo hasta la puerta del invernadero, pero Jungkook se plantó frente a ella.

—No te basta destruir hogares, ahora también le pones quejas a tu amante.

—El director se enterará de esto.

—Si, lo que digas—dijo el pelinegro de mala gana. En serio odiaba a esa mujer.

Salieron y escucharon como la mujer cerro de un portazo tras ellos.

Jungkook echaba chispas, encolerizado. ¿Que se creía?.

La odiaba con todas las fuerzas de su alma.

Se apresuro a escribirle un mensaje a Jin sobre reunirse en la biblioteca para planearle una emboscada a la bruja que su padre tenía por amante. Mientras que su pobre madre tenia que aguantar la humillación de saber que su esposo la engañaba descaradamente en su propia cara.

Jungkook trató de abrirle los ojos, pero ella se rehusaba a dejarlo y dejar las comodidades con las que vivían. Pero la verdadera razón es que lo amaba demasiado como para plantarle cara y abandonarlo. Esa situación lo propasaba muchas veces.

—Todo esto es tú culpa.

—¿Mi culpa?—rió amargo—Ah claro, olvide que tu ego es tan grande para aceptar que fuiste tú el que alzó la voz.

—¡Pero me provocaste!—gritó.

—¡Dios, Taehyung!—igualó su tono—No puedes andar buscando un culpable por cada cosa que haces, responsabilízate de tus actos.

—Esto no es mi culpa—refunfuño—Además el único que va a perder en todo esto soy yo.

Jungkook frunció el ceño—¿A qué te refieres?

—Que tú papito arreglara todo por ti y al único al que llamaran la atención es a mí—se cruzó de brazos.

—Por si no te has dado cuenta a mi también me sacaron—suspiró—Todo lo que yo tengo en esta escuela me lo he ganado por mi propio medio, no me vengas a decir estupideces.

—Si claro—ironizó—Eres un rico más al que sus padres se encargan de cubrir las mierdas que hacen. Tienes esta escuela, bajo tú dominio y creo que el hecho de que tú papito sea el director ayuda a la causa. Debes andar por ahí, intimidando chicos para cumplir tus caprichitos y salir impune de todo.

Jungkook lo vio asombrado. ¿Como un ser divino como él podía llegar a tener tantos prejuicios?. Sonrió triste.

—Me parece que te victimizas demasiado desde tu posición—le dijo—También eres un rico privilegiado al que si el día de mañana cometiese un delito aunque sea el menor y más insignificante de ellos, seria borrado del mapa y seguirías gozando de tu libertad y privilegios. No somos diferentes, Taehyung. Deja de jugar a la pobre víctima, no te queda nada.

Y se marchó, dejando a Taehyung en un estado de shock.

Winchester Collage •Kooktae• •Social Media•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora