Mi nombre era Alexander, fui un soldado de la resistencia en mi nación pero todos fuimos traicionados... Ahora he cruzado a través del umbral de la muerte con un nuevo y terrible poder.
Nada ni nadie se interpondrá en mis ambiciones, no existe luz q...
¿En serio crees en cuentos de hadas? Niña tonta hahaha. No importa la ciudad que sea, incluso en la tierra más rica los huérfanos abundan en los rincones más abamdonados de la sociedad. Lo juro, yo lo vi. ¡¡El señor oscuro es real!! Un grupo de elfos oscuros, o más bien niños se encontraban charlando y jugando sin la supervisión de sus padres. La niña que por su aspecto andrajoso se podía suponer que vivía en las calles, la noticia del altar en conmemoración a la muerte de su señor y la extraña explosión se rego rápidamente. Algunos especulaban que habían robado el lugar, otros apenas se enteraban de dicho secreto en la iglesia, no obstante. Una cosa que era igual para todo es la incertidumbre de la guerra. No habían recibido más noticias ni señales del ejército luego de esa explosión, todos se preparaban para una invasión Asgardiana.
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Sin embargo y sin precio aviso, desde las viejas ruinas del castillo negro un pillar de luz llegó hasta los cielos cubriendo los blancos cielos de nubes tormentosas. La ciudad se sacudió violentamente disparando las alarmas de terremoto, cuando el punto máximo del temblor alcanzó el pico cesó de golpe todo estruendo. Hubo silencio, un silencio sepulcral, la sangre de los civiles se helo ante la incertidumbre. ¿Que fue lo que? Y justo allí desde el torreón de hierro negro hizo acto de presencia.
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¡¡E-Es el gran ojo!! La actividad en toda la ciudad se detuvo al instante, algo en la sangre de los elfos oscuros los obligó a arrodillarse ante la presencia del ojo. Incluso los niños y todos aquellos ignorantes de la realidad no comprendían que pasaba. Mi cuerpo, se mueve solo. Aquellos niños yacían tendidos sobre el asfalto, no comprendían lo que sucedía salvo una infante andrajosa. ¡¡Es el señor oscuro, les dije que era real!! Esa afirmación lo escucharon los vecinos, de los vecinos, a los mayores, el rumor se extendió por las calles de boca en boca.
¿Ha regresado?
¿Es real?
¡¡Por supuesto que es real, niñato!!
Eran algunos de los comentarios, solo los más veteranos sabían de la existencia del tirano. ¡¡Brooommm!! La montaña ardiente, aquella que alguna vez hizo erupción con la partida del tirano brotó lava desde su apagó nucleo augurando el regreso de su legítimo Rey. Los vientos se pararon, el agua dejo de fluir, los pájaros se callaron, el planeta entero parecía guardar silencio ante la llegada de su señor.
