-Capitulo 31-

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Capítulo 31. Feliz Navidad, Solaria

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—No sabes hacer nada bien. ¿Tanto te costaba ser como tu hermano?— dijo su madre

—Eres una decepción para la familia— dijo su padre. Ellos estaban sentados en el sofá, viendo la tele, comentando lo que Solaria dijo al volver de clase. Ella se veía con su ropa normal. Apretó sus puños con fuerza

—¿Y qué?— dijo Solaria, su ropa cambió a su uniforme de guerra, con su capa y arma— Yo sé perfectamente quien soy. Soy Solaria Fukuda, coronel condecorado, uno de los 10 grandes y el vampiro más fuerte del mundo. He acabado con una guerra y salvado a miles de personas. No necesito su aprobación para sentirme bien, ya tengo gente que me ama tal como soy. Así que, ¡pierdanse de una vez malditas escorias!

Ese mundo iluso comenzó a fracturarse y finalmente se rompió. Solaria vio el bello mundo de nubes rosadas que tenía a sus ojos, antes de notar una mano, y despertarse.

—Despierta Solaria, ya llegamos a la capital— dijo Vlad mientras tenía su mano apoyada en el hombro de Solaria. Ella frotó sus ojos y después sonrió

—Si, al fin estamos en casa— dijo Solaria

El equipo bajó del tren en la estación de Hardaland. Varios soldados fueron a su recibimiento, incluidos algunos generales de la mesa. Y no podían faltar Raiden y Nicolás. Todos los soldados realizaron el saludo militar y se acercaron para estrechar sus manos y felicitarles. El exitoso plan de Solaria había llevado al país a firmar un tratado y acabar con un frente. Con ella al cargo, todo ese conflicto acabaría pronto.

***

La campanita del bar volvió a sonar, alguien había llegado. Varios clientes voltearon a ver. Natsuo, sin emoción lo hizo también. Había pasado esos días preocupado por ellos. No entendía mucho de la guerra, pero sabía que era dura y temía que no volvieran para navidades, temía que no lo hiciera nunca. Sus ojos se abrieron como platos al verles.

—¡Hermana, volvieron!— gritó Natsuo mientras corría hacia ellos sin creerlo

—Claro que sí, Natsuo. Yo siempre volveré a casa— dijo Solaria mientras abrazaba a Natsuo

—Les extrañé mucho a todos. Estuve muy preocupado por si no volvían— dijo Natsuo

—Aww, yo también te extrañé mucho Natsuo-chan— dijo Arthur y se unió a nuestro abrazo.

—Escuché gritos y supuse que volvieron. Me alegra verlos a todos bien— dijo Fátima mientras salía de la cocina junto con Kuon.

—Leí su gran hazaña en el periódico. Son unos verdaderos héroes. Me alegra haber conocido a personas tan buenas como vosotros— dijo Kuon

—Bueno, nosotros realmente no hicimos mucho. Fue Solaria quien ideó el plan y consiguió el tratado de paz— dijo Vlad— Ella es la que tiene un gran corazón para pelear por todos

Solaria se sonrojo un poco ante su cumplido, y luego sonrió.

—Vamos, no se queden en la entrada. Les haremos un gran desayuno como recompensa por su esfuerzo— dijo Fátima. Los chicos se sentaron en su habitual mesa a disfrutar un rico desayuno, hacía mucho que no comían algo delicioso

***

Los días pasaron y los frentes se volvieron tranquilos. Todo gracias al miedo que infundó Solaria a sus enemigos al acabar con Turquina en un solo día. Tal y como prometió, trajo paz esas navidades para todos.

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