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Pensar en ti, con el vientre redondo y lleno, los pechos hinchándose mientras llevabas a su hijo, su descendencia, hizo que Gojo se pusiera tan duro que apenas podía contenerse. Dos años después de casarse, desarrolló un caso de fiebre de ser padre tan grave que lo único que pudo detenerla fue verte hincharse con su hijo.
Tenía que dejar embarazada a su linda y pequeña esposa.
Así que ahí te quedas, debajo de él mientras él te golpea con fuerza, con los labios envueltos alrededor de tu pezón. Sólo el simple pensamiento de que se llenen de leche para su hijo hizo que surgiera un sentimiento tan... tan primario en él que no puede evitar gemir.
Gimes cuando su polla golpea tu cuello uterino repetidamente, enterrándose tan profundamente en ti que apenas puedes hablar, golpeando el lugar una y otra vez sin piedad.
"Ssssh, bebé", te susurra en los oídos mientras te golpea con fuerza. "Te haré mamá".
"¡Nngh-! Sa-toruhh" el gemido se escapa desenfrenadamente de tus labios mientras sientes la presión agradable acumularse en tu abdomen. Él gime y siente que tus paredes toman cada centímetro de él, como si estuvieran talladas para él.
"Te verás tan bonita como mamá". Su voz es un gruñido bajo en tu oído. Un grito se escapa de tus labios mientras te corres, sólo por primera vez de muchas esta noche. Un estruendo estalla en su garganta cuando, después de algunas embestidas, él mismo libera su semilla en tu útero fértil, haciéndote jadear mientras te llena.ñ
Él se retira, admirando cómo su polla brilla con tus jugos. Su espeso semen blanco cae de tus labios hinchados y la vista lo hace fruncir el ceño. ¡Que desperdicio!
Recogiendo la semilla que cae, sus dedos la empujan hacia tu hipersensible coño, haciéndote gemir por la acción abrupta. Eso, sin embargo, no es nada cuando sientes la punta de su polla endurecida frotar contra tu coño hinchado.
"S-Satoru..." te quejas, haciéndolo reír. "Es demasiado..."
Él te empuja lentamente, tu coño le da la bienvenida a toda su longitud a pesar de lo sensible que estaba. Él besa tus lágrimas, murmurando suavemente-
"Lo siento bebé, tengo que asegurarme de convertirme en papá, ¿no?"
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