- sinopsis : tú y tu novio deciden tener sexo en la ducha / jacuzzi, en el hotel en el que decidiste pasar las vacaciones, el fin de semana. Incluye: Tōji, Nanami, Choso.
- advertencias de contenido : nsfw (17+), lectora, apodos, muchos elogios (nanami), burlas (toji), leves tirones de cabello (choso), menciones de cuidados posteriores
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『Tōji』
Estuviste un tiempo en Grecia con tu novio, simplemente porque él insistió en que necesitabas un descanso del trabajo y que él pagaría todo. (está endeudado después de esto), y quería disfrutarlo al máximo. Especialmente con esos atuendos atrevidos que terminaste usando por el calor. Él sabe que se ofreció a llevarte de vacaciones para ayudarte a aliviar algo de estrés, pero todos los días te veía con esos diminutos bikinis que sujetaban tus senos a la perfección. Siempre tiene la tentación de simplemente desatar el cordón de la espalda, pero promete mantener la calma. Hasta esta noche cuando le pediste que se uniera a ti en la ducha para ayudarte a alcanzar tu espalda.
-¡Bebé!- Gritaste, lavándote la cara con el agua que vertía. Te encantaba el olor de usar el jabón de tu novio. A veces el jabón para hombres simplemente olía mejor.
Levantó los ojos del teléfono, inmediatamente saltó de la cama y se dirigió hacia el baño, abriendo más la puerta entreabierta.
Sus ojos inmediatamente se inundan de lujuria cuando observa el agua humeante deslizarse por tu cuerpo, tu trasero tan perfecto y pidiendo ser devorado. Tus pechos, sentados perfectamente, mientras te lavabas el pelo. Abres los ojos cuando notas que no responde.
-¿Toji...?-Lo miras fijamente. -Necesito ayuda para lavarme la espalda-
Él parpadea por un minuto, pensando si debería inclinarte en ese instante y hacer un desastre en tu coño con su polla.
-Oh, está bien, dame un segundo- dice comenzando a quitarse la camisa, sin poder verse en el espejo con cuánto vapor estaba el agua. Aunque no lo miras directamente, él puede verte mirando su cuerpo, mirándolo quitarse cada pedazo por el rabillo del ojo.
Querías lo mismo que él quería de ti.
No le tomó mucho más abrir la puerta de la ducha, entrar y disfrutar de un par de segundos de agua tibia. Pero instantáneamente se pone duro cuando lo miras por detrás, con tu trasero tan perfecto y suave. Necesita que te sientes sobre él inmediatamente.
Pero intenta concentrarse en esta pequeña misión secundaria que le diste. Le diste la pastilla de jabón y él no puede evitar rodear tu cintura con un brazo suave y acercarte más, queriendo que sientas lo duro que lo estabas poniendo.
