Capítulo 13

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Bakugo pensó que la temporada de citas había terminado. Cinco alfas habían conocido a Deku, algunos mejores que otros, pero no esperaba al siguiente rival.

Estaba tirado en el sillón. Mirando a su cachorra jugar con una pelota de espuma. El teléfono de Deku sonó, y cuando contestó, escuchó ese nombre de nuevo.

– Todoroki – había un pequeño rastro de emoción en su voz, lo cual le molestó.

– También estoy esperando nuestra cita – respondió el omega después de una risa. Se quedó helado casi al instante. Conocía bien a un Todoroki, un alfa que odiaba bastante. Era un chico adinerado que tenía un padre famoso en el campo. Muchos omegas habían intentado conquistarlo, pero nada parecía llamar su atención. Así que lo había olvidado totalmente, hasta qye Izuku mencionó su nombre.

Su cabeza trabajó a mil por hora, pensó muy bien como iba a decir lo siguiente. No quería otra pelea con Deku.

– ¿Todoroki... Shoto? ¿Tienes otra cita? – le preguntó fingiendo estar en su teléfono como si la sola mención del nombre no le molestara.

– Uhmm, Todoroki está interesado en tener citas, así que Denki me lo presentó – le aseguró mientras jugaba con ella tranquilamente.

– Ah... Kaminari... ¿Ese extra fue quien te presentó con él? – Estaba seguro de que su voz mostraba su furia, pero era aún más difícil trabajar con su aroma, aún así Deku no notó nada extraño.

– Si, he estado hablando por teléfono y enviando mensajes con él desde hace varios días. No está en el país, así que no podíamos vernos... pero regresará mañana – Aiko corrió hacia Deku y miró como este la perfumaba y llenaba de besos.

– Así que... ¿van a planear una cita? – Sentía que merecía un premio por sus habilidades en la actuación, aunque si era honesto, sabía que sólo Deku sería capaz de creerle.

– Yo también lo conozco... a Todoroki. Tenía algunas clases con él – trató de recordar como era el alfa, ¿Deku realmente podía reír con lo había hecho en la llamada con alguien tan insípido como Shoto Todoroki?

– ¿Enserio? Es un chico muy agradable, ¿cierto? – Hizo una mueca pero no respondió al instante.

– Bueno, es un maldito extra, un extraño de mierda – se sorprendió por lo que acababa de decir, pero Izuku dejó salir una pequeña risa, que su pequeña imitó al instante.

– Al principio era extraño, sentía que no podía sacarle más de 2 palabras – continuó el omega jugando con la pequeña en sus brazos, que parecía ahora más dormida que despierta.

– Pero poco a poco, hemos hablado mucho y creo que nos llevamos bien... puedo admitir, que se siente un poco diferente a los demás... – El alfa se sorprendió al ver que sus mejillas estaban un poco coloreadas, su mal humor fue sustituido por tristeza.

– Eso es bueno – no estaba seguro de lo que mostraba su rostro. Sólo miró mis manos, no podía ver nada más.

– Si, realmente lo es – la sonrisa se ensanchó, mientras el corazón de Bakugo se rompía lentamente.

Los siguientes días fueron aún peores. Izuku había cumplido con lo que le había prometido a Bakugo, enviarle mensajes casa vez que salía con alguien y cuando volvía a casa. Lo cual solo hacía enojar más al alfa, quien recibía un mensaje del omega cada vez que salía con Todoroki.

El primer fin de semana, lo llevó a una galería de arte. Estaba seguro de que Todoroki no sabía nada de ello. Pero le molestaba saber que todos podían crear las citas perfectas para su omega, pero a él jamás se le habían ocurrido. Habían pasado tanto tiempo juntos, y sabía que el chico era un artista, pero jamás pensó en invitarlo a un museo. Ni siquiera sabía cuál era su comida favorita.

Se sentía tonto e inútil, y cada cita era peor. Aprendió tanto del omega sin darse cuenta, como que disfrutaba de ir al cine, el katsudon, la música mientras viajaba. Escuchar los pequeños datos que se escapan de sus citas lo ayudaban a entender mejor a Deku. Datos que incluso siendo amigos de la infancia, y el tiempo que habían compartido, no conocía.

Pero no solo era eso. Rody había sido el chico que más había durado con esas citas, 5 en total antes de que Deku lo convirtiera en un amigo más. Pero Todoroki ya había superado esa cifra, y no podía dejar de pensar en lo que no le contaba.

A veces, soñaba con ello. Con la pérdida de su omega, y se imaginaba a Todoroki con él en las citas, tomados de la mano, compartiendo algún momento dulce, besándose... Y cuando su mente iba más a allá, despertaba lleno de pánico. ¿Cuanto tiempo podía mantenerlo a su lado antes de perderlo por completo?


Izuku estaba en una cita con Todoroki, y le encantaba. Estaban en un restaurante al aire libre, era de noche y todo estaba adornado con luces de navidad y velas. Incluso parecía que era un lugar privado, pues solo ellos estaban ahí.

Le contaba de las últimas aventuras que tuvo con Aiko. Y como ambos habían pasado la tarde dibujando y pintando.

Todoroki mostró una ligera sonrisa, si así hablaba de la pequeña que cuidaba... ¿Cómo hablaría de sus propios cachorros? Aquello llamó la atención del omega, recordando su charla con Urakaka.

– Yo... he hablado mucho de Aiko ¿verdad? Lo lamento, seguro te molesta...– murmuró suavemente.

– No voy a prohibirte ver a Bakugo o una cosa así. Si es lo que piensas – Todoroki extendió la mano y entrelazó sus dedos con Izuku.

– Me gustó que fueras honesto y me hablaras sobre tus sentimientos hacia él, y que también cuidas a su niña, y lo entiendo, solo debes asegurarme que nunca me harás daño. ¿Puedes hacerlo?

Izuku se sorprendió por sus palabras y asintió enérgicamente. Sólo debía ser honesto, nada más. Y era algo que el gustaba de ese alfa. Era considerado y le entendía bien.

– Entonces cuida a su pequeña, convive con tu amigo de la infancia. Confío en ti.–

Y sin decir más, se inclinó lo suficiente para besarlo, sus labios casi se rozaron. No soltó su mano, en su lugar la acarició suavemente.

– Si quieres que me detenga, solo dilo – Su respiración se mezcló con la del chico. Dejando que el aroma a cítricos se mezclara con la menta. El no se movió, solo disfruto de la combinación, haciendo que el alfa sonriera, dando un pequeño beso en sus labios. Nadie se había acercado así a Izuku, ninguno había intentado besarlo, y de alguna forma, se sintió bien. 

Mi omega // TERMINADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora