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*Elaya*

-El árbitro está empanado macho-dijo gavi quejándose por quinta vez en los veinte minutos que lleva el partido.

-Hijo por dios-dijo su madre-tranquilizate un poco, casi que prefiero estar mordiendome las uñas viendo como te dejas la cabeza que escucharte desde casa-dijo y yo reí asintiendo mientras el rodaba los ojos.

Estaba hablando con aurora, cuando Pablo gritó.

-Gol!!! Vamos!!!-dijo levantándose del sofá y nosotras dimos un salto asustadas.

-Pablo! Que me voy a poner de parto por tu culpa!-le dijo su hermana y el andó hasta ella dejando un beso en su tripa.

-Perdón enana-le dijo a la barriguita y yo sonreí mirándolo.

Al final los chicos ganaron 2-1, pablo no respiró tranquilo hasta que el árbitro pitó el final del partido.

-Prefiero jugarlo que sufrirlo de esta forma-dijo pablo levantándose.

-Pues no seas tan leñero-le dijo su hermana.

-Me tienen manía!-dijo el desde la cocina y yo reí, muchas veces era como un niño pequeño.

Hoy estaba muy guapo, tampoco llevaba nada especial, de hecho iba en chándal. Pero después de las noches y los días que habíamos pasado me daba pena tener que separarme de él en unas horas.

Subí a recoger mis cosas, pedri volvía hoy y Fer lo haría dentro de tres días.

Pablo pegó a la puerta de la habitación y miré en su dirección.

-Quieres que te lleve yo?-me preguntó y yo sonreí.

-Como quieras-le dije y el asintió.

-Te espero abajo rubia-me dijo y yo asentí.

                              ********
-Casita-dije suspirando cuando abría la puerta.

-Vaya suspiro, gracias eh, que vienes de mi casa guapa-me dijo pablo haciéndose el ofendido y yo reí.

-Y he estado como una reina, no lo decía por eso tonto-dije y el sonrió.

-Lo sé-dijo mientras nos sentábamos en el sofá y un silencio algo incómodo se formó-Ahora que va a pasar?-me preguntó cogiendo mi mano para acariciarla encima de sus piernas.

-De qué?-pregunté confusa.

-Vamos a seguir como estos días? Es decir, si necesitas espacio voy a dártelo-dijo y yo asentí, se le veía nervioso e intentando buscar las palabras correctas en todo momento-pero después de los dos días que hemos pasado juntos...no quiero que vuelvas a esquivarme-me dijo inseguro y yo sonreí, mi niño era lo más dulce que había.

-Ven-le dije cogiendo su mano y yendo hasta mi habitación con él.

*Gavi*

Una vez en su habitación ella cerró la puerta, se giró en mi dirección y cogió mi cara con sus manos fundiendo nuestros labios.

Le acaricié la cintura acercandola más a mi y ella acarició mi pelo intensificando aún más el beso, pero tuvimos que separarnos por falta de aire de ambos.

-Te amo...-Le susurré cerca de sus labios.

-Hazme el amor,pablo-me dijo mirándome a los ojos y yo apreté la mandíbula.

-Quiero que estés segura de esto, yo no tengo prisa y...-me cortó.

-Estoy segura de nosotros, y necesito que me borres todos los recuerdos, necesito que me beses cada centímetro de piel-me pidió con la respiración entrecortada.

Ande con ella hasta dejarla en la cama y me tumbé sobre ella mientras besaba su cuello, quería ir despacio por si ella decidía cambiar de opinión en cualquier momento.

Besé su cuello de arriba a abajo y después subí de nuevo a sus labios quedándome otro rato más disfrutando de ellos.

La veía cómoda, ella también acariciaba mi espalda y buscaba el hueco de mi cuello para dejar besos húmedos en él, asique decidí dar otro paso deshaciéndome de mi camiseta y, a la vez, de la suya.

-Eres preciosa rubia-susurré mientras bajaba dejando besos de su cuello a su abdomen. Deje un rastro de besos por todo su abdomen, y subí para desabrocharle el sujetador, pero, en ese momento, sentí como algo en su mirada cambió.

-Estas bien?-Le pregunté y ella me sonrió para después asentir.

-Solo nerviosa, parece nuestra primera vez, siempre has sido muy cariñoso pero ahora mismo parezco de cristal-me dijo riendo y yo reí también.

-Entonces quieres que siga?-Le pregunté y ella asintió.

Me tumbé sobre su cuerpo, haciéndome hueco entre sus piernas y rozando nuestras intimidades, ella se frotó contra mí soltando un gemido cuando llevé uno de sus pezones a mi boca mientras que manoseaba el otro con mi mano.

-Pablo..mmm...esto me mata amor-jadeó tirando de mi pelo, y eso me puso muy cachondo.

Colé mi mano dentro de sus vaqueros desabrochando el botón y bajando la cremallera.

Cuando llegué a su intimidad, estaba muy húmeda, y un gemido salió de mis labios solo con su roce en mis dedos.

-No puedo vivir sin ti...-Le susurre en su oído mordiendo el lóbulo de su oreja mientras seguía besando su cuello-Estas bien seguro?-le volví a preguntar y ella cogió mi cara para ponerla frente a la suya.

-Estoy bien, si en algún momento me siento incómoda voy a decírtelo, amor-me dijo y yo asentí, aunque quisiera ocultarlo creo que estaba más nervioso que ella.

Al final me deshice de la ropa de ambos, bajé hasta su intimidad hundiendo mis labios en ella, mientras mi lengua la penetraba y jugaba con su clítoris.

Se le erizó la piel mientras se agarraba a las sabanas y gemía algo indescifrable.

Noté que estaba a punto de llegar, y subí de nuevo todo su cuerpo con mi lengua para tumbarme sobre ella y abrazarla.

Ella se tensó, pero me sonrió y se acercó juntando nuestros labios.

Mientras nos besábamos coloqué mi miembro en su entrada, y poco a poco, fui entrando en ella con mucha delicadeza.

Un gemido interrumpió nuestros besos por parte de ambos, y ella se abrazó a mi cuerpo enredando sus piernas en mi cadera y sus brazos por mi cuello mientras me miraba a los ojos.

Las manos le temblaban mientras me acariciaba, pero estaba disfrutando, y yo también. Entraba y salía de ella como nunca antes, despacio, y era un placer diferente, pero me estaba muriendo del gusto y ella también, porque me lo confesó.

-Me matas....aahh..-suspiró cuando volví a penetrarla y sonreí.

Acelere un poco el ritmo mientras mis labios no dejaban de besar todo su cuerpo y ella, aunque estaba nerviosa sonreía, y eso para mí era el placer más grande, verla tan cómoda de nuevo.

Después de varios minutos nos corrimos los dos a la vez soltando un suspiro en la boca del otro.

Me acerqué a su boca de nuevo dejando un beso en sus labios y sonreí al separarme, aún dentro de ella.

-Eres el amor de mi vida-le dije cerca de sus labios y ella ensanchó su sonrisa mientras intentaba recuperar la respiración.

-Tu también eres el mio-me dijo y yo sonreí hundiendo mi cara en su cuello, y salí de ella, soltando ambos un gemido de nuevo....

(CONTINUARÁ...)

YO TE QUIERO-(PABLO GAVI)Where stories live. Discover now