5- SKYLA

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VIOLETTE

Había decidido intentarlo, solo tenía que acercarme a ellos y entablar conversación sobre cualquier cosa. Iba solo a pasar un rato mirando como disfrutaban de su Skate, sin molestar mucho, pero existía la posibilidad de que me echasen al sentirse incómodos por ser observados así. Si eso llegaba a pasar, pediría disculpas y me iría digna y educadamente. Quizás más educada que digna.

El problema principal y más real era que mamá se había enfadado. Salir sin permiso obviamente no le iba a sacar una sonrisa, pero acabó siendo peor de lo que esperaba: mi castigo había vuelto, pero 100 veces peor.
Discutimos durante 2 horas y acabó aceptándolo levantándome el tremendamente injusto castigo en cuanto entendió que necesitaba vivir, tener una adolescencia y cometer "locuras" como cualquier otra persona.

El mismo lunes por la mañana decidí ir al mencionado parque, hábitat actual de esos chavales, sola. No iba a ser tan complicado, llevaría mis guantes (para usar la silla) y saldría de casa a las 4:45pm.

Mamá me ayudó a arreglarme como la mayoría de días y peinó mi rojizo cabello en dos largas trenzas, estilo vikinga. Mentiría si dijera que estaba totalmente convencida de mi planazo como stalker, pero aunque fuese solo por orgullo, quería hacerlo.

—Avísame cuando estés con las chicas —pidió mi madre en cuanto salí por la puerta de casa, le había dicho que iba con ellas a dar una vuelta. No tenía otra opción si realmente quería ir a ese parque, pero odiaba seguir mintiendo.

Fui despacio todo el camino, traté de alargarlo lo suficientemente como para mentalizarme de todas las situaciones que podían darse una vez me acercase. Aunque admiraba lo que veía en ellos cuando usaban el skate, los comentarios que Linne y Ali solían soltar sobre cómo eran, se me habían quedado grabados en la mente y realmente me esperaba ser echada del lugar.  No sería tan raro, al fin y al cabo a mí tampoco me gustaría ser observada mientras me divierto.

Sin darme cuenta estaba frente al parque y no había vuelta atrás. Bueno, tal vez sí que la había, pero un chico ya me había visto y me daba muchísima más vergüenza salir "corriendo" para huir de la situación que quedarme a enfrentarlo como me prometí hacer.

Detuve la silla justo frente a los dos escalones de la entrada del parque porque intentarlo implicaba una posible hostia contra el suelo y bastante había tenido la última vez. Volví a levantar la mirada y me encontré con que solo había 1 chica y 3 chicos, el grupo habitual era muchísimo más grande y eso me alegró, eran pocos. Sonreí feliz, no iba a ser tan malo y en cuanto me aburriese me iría sin llamar mucho la atención, un plan perfecto.

— Hey —exclamó la chica de pelo negro mientras se acercaba. Me pareció hermosa desde el primer momento, y su sonrisa perfecta en cuanto me dirigió la palabra me contagió.

— Hola —le contesté sonando nerviosa, me sorprendió gratamente que se acercase directamente, pero era una buena oportunidad, no podía desperdiciarla. — Soy Vi...

— Violette ¿cierto? —no me dejó terminar y mis ojos seguramente dejaron ver la confusión que se acababa de formar en mi mente, ¿acaso todos aquí saben mi nombre y yo no estaba enterada? El chico del golpe también lo sabía y todo gracias a su hermano que, obviamente, también lo sabía.

Sonrió un poco y sin preguntar nada se puso detrás de mí y subió la silla por esos escalones, dejándome cerca de los demás. — La mayoría de aquí sabemos quién eres, el pueblo es pequeño y además tu madre hace los pasteles más ricos de toda Francia y...
Era cierto que no era difícil conocerme, en el pueblo sólo yo llevaba silla de ruedas y era la hija de la repostera y panadera de la zona, casi todos sabíamos los nombres de nuestros vecinos (aunque yo no conocía a ninguno de ellos y me sorprendió que al revés si supieran mi nombre).

No hablamos mucho más, me pasé la tarde mirando como caían y volvían a levantarse una y otra vez hasta conseguir el truco que intentaban. Llegadas las 8 llamé a esa chica con una mano y le pedí una ayudita, se acercó para bajar la silla y dejar que me fuera. Claramente, aproveché para preguntar su nombre, no quería llamarle "la chica del skate" para toda la vida, era o hoy o no hacerlo nunca.

—Skyla —respondió como despedida para regresar corriendo con sus amigos. Afirmé en silencio y emprendí mi camino hacia casa. ¡Había conseguido hacerlo sola!

La sonrisa no se me borró del rostro hasta entrar en mi habitación, estaba muy orgullosa de mí misma. Si bien no era nada de otro mundo acercarme y estar mirando en silencio... salir de mi habitual círculo siempre se me había hecho algo difícil y lo había conseguido, yo sola. Tenía claro que iba a hacerlo de nuevo, quizás podría entablar una mejor conversación con Skyla la próxima vez.

Sonó mi teléfono y revisé los mensajes, Paulinne y Ali habían estado escribiéndome desde las 6. Notaba a leguas el cabreo de Ali por dejarlas plantadas, pero traté de ignorarlo, no quería sentirme culpable por hacer un poco lo que yo quisiera, sin depender de ellas.

Paulinne me llamó en cuanto se dio cuenta de que había leído los mensajes del grupo.

—¿Fuiste con ellos cierto? —fue lo primero que preguntó en cuanto acepté la llamada entrante. No la notaba enfadada, sabía perfectamente que Linne no me negaría nunca nada que desease hacer, pero quizás sí que trataría de convencerme amablemente y argumentándomelo lo mejor posible.

—Sabes que a Ali no le gustan esos tíos, ¿tu madre sabe algo? —negué con la cabeza como si ella fuese a verlo desde el otro lado de la línea y mi silencio fue suficiente respuesta para ella. — Tendrás que hablar con Ali, es capaz de preguntarle sobre hoy. —suspiró— Ella no está enfadada, estoy segura de que intuye dónde has ido, simplemente le habría gustado acompañarte, se preocupa por ti y tú sabes por qué... — la rubia siempre trataba de relajar las cosas y arreglar la situación para que todo estuviese bien pasase lo que pasase, así que aunque sabía que Ali no me habría acompañado ni harta de vino, intenté creerme lo que Linne decía.

—Lo sé, simplemente necesitaba ir sola, sabes que necesito hacerlo. Ahora me siento bien... me he recordado que no soy inútil. —Las palabras de ese chico pasaron por mi mente en ese mismo momento. —He demostrado que puedo salir sola, además... esa gente es más amable de lo que pensáis. Deberías venir Linne.

La oí suspirar y supuse que estaba tratando de decidir lo mejor para todas, sabía que ella escucharía a Ali por encima de cualquier persona, pero también sabía que podía convencerla, era una buena amiga... ambas lo eran.

—Mañana a las 5, iremos al parque y luego a las 6 buscaremos a Ali. No la vamos a dejar plantada. Ven conmigo una hora y verás que no son mala gente. —sonreí en cuanto aceptó con esas condiciones, ella no quería herir a Ali con sus decisiones y yo la intentaba entender, nunca le pregunté por qué seguía lo que Ali decía cual Misa dominical.

—Descansa, hasta mañana Fyo. —colgué y subí a mi cama, revisé instagram aceptando rápidamente la solicitud de 4 personas (@itsskylaa @dane_1998 @n.of.nathaniel @liu.liam) solo me sonaba Skyla, pero supuse que eran amigos porque se seguían entre ellos. Me dormí al rato sin ver el mensaje que acababa de llegarme.

@dane_1998 solicitud de mensaje privado:
    
Hola👋🏻

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⏰ Última actualización: May 15 ⏰

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