Capítulo 2

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¡Bien! Estoy impresionado por la aceptación qué ha tenido este fanfic a pesar de mi larga ausencia y mi horrible costumbre de borrar y escribir de nuevo un fic. No es lo mismo de hace dos años que fácilmente alcanzaba mil visitas en YouTube en menos de una hora, cien estrellas antes de veinticuatro horas o más de diez reseñas en fanfiction pero por ahora todo va bien más de lo que esperaba en las tres páginas que publicó mis fics, en fin.

¡Aquí les traigo el capítulo dos, arco 0!

Recuerden una cosa, el arco de Kokabiel será el verdadero comienzo de la historia donde si todo sale bien, ya tendré presentado ante ustedes los cambios de este nuevo AU.

Denle una estrella y dejen su comentario.

Sin más que decir, ¡lean esto!

Advertencia: No soy dueño de High School DxD y de ningún otro anime o manga mencionado en este fanfic.

—¿Nervioso, Kiba-kun?

Kiba miro a la mano derecha y mejor amiga de su rey, Akeno Himejima.

Akeno es sorprendentemente hermosa para su edad, poseyendo un cuerpo qué haría a una modelo morirse de la envidia, aunque actualmente su cuerpo voluptuoso y curvilíneo era oculto por un kimono negro con bordes rojos sujuto por una faja blanca en su estómago.

—¿Estás bien, Akeno?—pregunto Kiba preocupado.

—Todo esta bien, Kiba-kun—respondió la mujer de cabello negro con una pequeña sonrisa tranquilizadora.

Kiba siguió mirando a la reina de la nobleza Gremory por un largo momento, notando lo muy sus ojeras que hace días no poseía y lo levemente casada qué estaba, tal vez no por lo físico sino por lo mental. Dejó de mirarla, decidiendo mejor observar a las personas que hoy están asistiendo a la boda de su rey y el hijo de los Phenex, no tenía la mínima intención de presionar a Akeno para que le contará qué le está sucediendo, él ya sabía o al menos suponía que era lo que le sucedía...era lo mismo que le sucedía a todos en la nobleza sin excepción aunque actuarán de manera diferente ante este resultado.

Satan carmesí ha invitado a Hyoudou Issei en secreto para que se enfrente a Riser Phenex.

Las palabras de Verrine resonaban una y otra vez en su cabeza, queriendo creer que en ellas pero hasta el momento Issei no se había presentado en la boda ni mucho menos Sirzechs Lucifer como había dicho Verrine qué sucedería.

¿Y si son terroristas qué aprovecharán para matar a todos los nobles de este lugar al momento que los invoque?—se cuestionó Kiba mentalmente, ya no sabia que hacer y el tiempo se estaba acabando.

Kiba y Akeno se ubicaron en una de las esquinas del inmenso salón de bodas, alejados de los numerosos demonios de clase alta qué bebían y charlaban entre ellos, esperando con calma a que todo comenzará.

—Qué inteligentes y astutos han sido las familias Gremory y Phenex—habló un hombre cerca pero un poco alejado de Kiba y Akeno—. La unión entre ambas familias solo hará que sus ingresos se eleven por las nubes dejando un gran margen entre las demás familias tanto en lo político como en lo económico.

Un desbalance en el poder actual entre las familias restantes del Ars Goetia sucedería pronto y todos lo sabían.

—Sin mencionar el engendró que nazca de la unión entre ellos esos dos—agregó la acompañante de copas del hombre en esta noche, siendo una hermosa mujer que mantenía los ojos cerrados, comportándose muy indiferente ante las personas que la rodeaban—. ¿La inmortalidad de los Phenex y el poder de la destrucción de los Bael? ¿Acaso un nuevo Sirzechs Lucifer será traído pronto a este mundo?

El hijo olvidado de la destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora