LEXI VI

10 3 0
                                    

-¿Estás bien?-me observa preocupado mientras se sienta a los pies de mi nueva cama. Odio estar aquí.

-¿Además de estar de rehén?

Me mira, sin una gota de diversión en sus ojos. Siento que el último tiempo nadie ha sido capaz de captar mi humor, si es que lo tengo. -Vamos Lex...

Suspiro y me dejo caer sobre la almohada. Debo reconocerlo, tal y como esperaba Steph tiene las almohadas, sábanas y colchón más perfectos de la historia. De comodidad no puedo quejarme. Esta casa es perfecta por donde se le mire, y de alguna forma eso me molesta muchísimo. -¿Qué quieres que te diga Cole? Todo el mundo parece creer que he decidido chocar apropósito.

Él me observa un par de segundos antes de responder. -¿Puedes culparlos?

Odio su pregunta. Ya sé que no, que todo es culpa mía.

-No lo he hecho con intención.

Cole se sube un poco más a la cama, acercándose a mí. Parece ser el único que no me tiene miedo, que no vive preocupado por mí. -Yo sé que no lo has hecho de forma intencional, pero tampoco puedes negar que tu vida se ha puesto totalmente caótica. Es normal que la gente se preocupe.

-Tú no lo haces-respondo.

-¿Estás loca?-no sonríe. -Por supuesto que sí Lex. ¿De qué hablas? Que no viva retándote, o persiguiéndote no significa que no me preocupo por ti.

-Ya lo sé-replico. La verdad, lo único que hago es hablar estupideces. Es culpa de los demás, que han decidido encerrarme aquí bajo la excusa de que debo hacer reposo.

-¿Has visto a tu nuevo mejor amigo?-pregunto, como si no me interesara, pero en realidad he estado muriendo por preguntarle por Luca desde que ha entrado.

-¿Cuál?-responde, obligándome a decir su nombre. Lo miro unos segundos suplicándome que no haga decírselo; pero me sonríe, contento. Ama esta situación.

-Luca.

Cole está disfrutando todo esto. Pareciera que ya no recuerda que él fue el primero en odiarlo, y ahora lo único que hace es ser team Luca. Realmente, la vida es demasiado confusa para mí en estos momentos.

-Sí lo he visto. ¿Qué quieres saber?

¿Qué quiero saber? No lo sé, ¿todo? Cómo está, qué ha hecho, si me odia, si sigue preocupado por mí, por qué no ha venido a verme, por qué no me llama; si se ha aburrido de mi existencia, si está esperando que contacte a su hermana.

-¿Ha estado bien?-pregunto delicada.

-Supongo-responde dejándose caer sobre la cama.

Yo me siento para observarlo. -¿Qué significa supongo Cole?

-¿No crees realmente que puede estar bien? ¿O sí?-me mira serio.

-¿A qué te refieres?

Se levanta de la cama, y se ve bastante molesto; últimamente parece que tengo un enorme talento para hacer enojar a todos. -Por favor, Lex. ¿Cómo va a estar bien? Su mejor amigo resultó ser un psicópata, asesinó frente a él a una de sus amigas y le disparó al amor de su vida. Como si fuese poco, ese amor de su vida decidió dejarlo. Y su padre es un imbécil que no sirve para nada. ¿Te parece que alguien así puede estar bien?

Está cruzado de brazos parado junto a la cama y no intenta siquiera disimular su molestia por mí. Me siento pequeñita teniendo que mirarlo hacia arriba y su mirada me intimida un poco. Parece mi padre regañándome.

-Bueno, pero no te enojes-le digo, intentando cambiar el tono de la conversación. Si hubiese sabido que se iba a poner así, definitivamente no habría preguntado nada.

-¿Cómo no voy a molestarme?-deben ser realmente amigos. -Mientras tú has decidido volar tu vida, al resto de nosotros nos han seguido pasando cosas Lexi. La vida no se detuvo.

-Ya lo sé...-intento decirle, pero me interrumpe brutalmente.

-Tú lo dejaste, lo dejaste cuando él también estaba sufriendo, cuando también el mundo se le caía a pedazos. ¿Crees que ahora tienes derecho a preocuparte por él?

Honestamente, esto no lo vi venir. Menos de Cole... Estoy impactada, pero sobre todo molesta. ¿En qué minuto pasó a ser tan cercano de Luca que ahora lo defiende a él antes que a mí? ¿No debiese intentar comprender por qué hice lo que hice?

-No me hables de esa manera-le grito.

-Disculpa, ¿debo hablarte más bajo?-la ironía en su voz me choca con tanta potencia que comienzo a sentir como mi corazón se desboca y mi sangre se transforma en fuego. -Ya es momento que alguien te diga las cosas como son Lexi, ya basta de todo este comportamiento infantil e inmaduro como si el resto del planeta no existiese y solo tus problemas fuesen importantes.

Jamás, realmente jamás habría esperado esto de él, y está claro que estoy en una muy mala racha ya que el mundo completo parece odiarme. Primero Amara, luego Luca que con suerte me ha mirado y ahora Cole. Me estoy quedando completamente sola...

-¡Deja que Luca siga su maldita vida!- Cole está bastante más alterado que yo, y eso es mucho decir. -Si no eres capaz de estar para él, entonces déjalo vivir su vida de una vez por todas.

-¡Cállate!-le grito, con toda la fuerza de mis pulmones. No puedo seguir escuchándolo, me duele todo. La cabeza, el corazón, la pierna; hasta respirar me duele.

Cole me mira mientras respira agitado un par de segundos y yo escondo mi cabeza entre mis manos, incapaz de seguir mirándolo. Quiero que se vaya. Quiero volver a mi casa, con mis cosas, mis espacios. No soy una niñita pequeña a la que hay que cuidar. Escucho sus pasos en dirección a la puerta y luego el portazo, con todas sus fuerzas.

Comienzo a llorar sintiendo que nuevamente el nudo en la garganta se apodera de mí. Me consume, crece y se apodera de todo mi cuerpo, de hasta el más mínimo rincón, sin nada de piedad.  

EL HIELO EN TUS OJOSМесто, где живут истории. Откройте их для себя