Skylanders Academy: Al borde de la locura.

Capítulo 2-. Durante la media noche.

Un atardecer tranquilo en skylands, la oscuridad era perfecta para criar nuevos males... Entre las sombras vagaba observando desde la oscuridad...

El atardecer era una vista que admirar, aunque no todos estaban bien del todo, encerrado en su propia recamara, Spyro se encontraba en sus propios pensamientos, el creís que hablaba solo, aunque no fuera cierto del todo.

El dragón púrpura sentado en su cama miraba a un especie de espectro que juraba ser su gran amigo y maestro, incrédulo preguntaba. -¿Realmente piensas que te creo? Ya todos me dijeron que estoy alucinando, creo que es por ¿estrés? no lo se, estoy seguro de que tome las pastillas... Creo... -Mirándolo más de cerca el dragón quería comprobar si era producto de su imaginación o si era la viva imagen del maestro Eon. Con su pata delantera lo atravesó y al ver que no desaparecía empezaba a dudar de su cordura. -Emm... No se suponía que pasara eso... Tal vez estoy peor de lo que creí, aunque un loco no sabe que es un loco, así que te creo. ¿Ahora que? -El dragón se recostó en su cama, jugueteando con sus patas.

Eon parecía sorprendido, quien tenía enfrente suyo no era el simpático dragón que por años había criado, parecía ver a un completo desconocido, se preocupo por el, deseaba abrazarlo y consolarlo en ese momento... Pero no había manera. -Spyro... ¿Que fue lo que te paso? Te encuentras bien... -Eon lo miraba preocupado. -Tenía una importante misión pero veo que no estas en condiciones... Supongo que conocer a tu familia puede esperar. -Lo miro preocupado.

Spyro reaccionó y con entusiasmo le pregunto. -¿Hablas encerio? Existe una forma de... ¡Por qué no me habías dicho! -Lo miro con rabia, en su cabeza resonaban las palabras "Te dije que el nos traiciono, jamás debimos darle la oportunidad, nos vendimos por media salchicha."

Intento tranquilizarlo revelandole algunas verdades. -Spyro... Créeme que ni siquiera yo sabía... Además no es tarea fácil y nada te garantiza volver a ver a tus amigos... Tienes que elegir Spyro. -Suspiro, descendió al nivel del dragón viéndose cara a cara..

El dragón estaba perdido en sus pensamientos, pero estaba decidido, el había elegido. -Eh pasado cosas buenas con los chicos... -La nostalgia al recodar su travesía le hizo soltar una lagrima, la voz en su cabeza resonaba "Quedarnos sería ser unos cobardes, no debemos dejar que nunca nadie nos vea llorar, cada emoción la usan en nuestra contra ¡Al diablo nuestros amigos! Debemos defender nuestro honor como dragón." el dragón lo considero y le dio la razón a su conciencia. -Aunque ya tome mi decisión... Devo de honrar a mi especie, no devo perder esperanzas. -Su voz estaba apagada, mirando hacia la ventana perdido en su propia mente.

Eon lo miro desconcertado, no era presisamente la respuesta que esperaba pero no quizo incomodarlo. -Te veo en una hora para que te despidas... -Antes de continuar su frase fue interrumpido.

Aclaro su garganta- No hará falta, solo dejaré una nota... Supongo que no nesecito realmente nada aparte de agua y comida... Los chicos no estan es casa, no quiero buscarlos. -Spyro rebusco en sus cosas encontrando una vieja foto de su primer dia en la academia, con lápiz y papel dejo una nota, coloco con cuidado la nota y la foto en la cómoda. -Espero que no me extrañen... Pero ya es hora de que haga algo por mi cuenta.

Eon lo miraba confundido debido a su comportamiento aunque lo dejo pasar por alto.

En falling forest...

Kaos y Glumshanks habían concluido el ahora nombrado "Guarida bajo tierra malvada de Kaos" nombrada por Kaos, preferiblemente apodada "G.B.T.M.K".

El lugar estaba conformado por una puertilla oculta la cual bajaba a la cámara principal estando sostenida por vigas de madreda y adornada con ramas y piedra obscura en su interior, con farolas sostenidas por clavos y una candela el lugar era iluminado por la cálida luz, algunos cofres con pertenecías, un lugar privado para las nesecidades, un gran espacio de unos 5 mts. de alto, 7 mts. de ancho y 9 mts. de algo era una estructura con una forma irreal, un milagro de la arquitecta.