Inesperado

165 9 1
                                    

*Sábado, Madrid*

Narra Samantha:
Flavio y yo quedamos ayer para ir a cenar aunque me canceló el plan a última hora porque se le hizo tarde en el estudio. Tengo que reconocer que me molestó un poco esa cancelación porque llevábamos toda la semana a full con el trabajo y ese iba a ser el comienzo de nuestros días de desconexión.
- Buenos días - le digo nada más despertar, parece ser que él lleva despierto un cacho pero sin hacer ruido.
- Buenos días cariño, ¿cómo has dormido? - me dice dejando el móvil en la mesita para abrazarme.
- Bien... Gracias por venir a pesar de haber cancelado el plan a última hora - le digo aceptando su abrazo porque por muy molesta que esté, no me puedo negar a sus abrazos.
- Lo siento mucho de verdad - lleva disculpándose desde que llegó a mi casa del estudio. - Aunque hemos cancelado el plan, tenía muchas ganas de verte y no me apetecía esperar a hoy.

Narra Flavio:
Sam se acaba de despertar, ayer habíamos quedado para cenar pero se me alargó la sesión de composición y tuve que cancelar nuestro plan a pesar de no querer hacerlo. Se que ella está molesta a pesar de que me lleva diciendo que no pasa nada cada vez que me disculpo por lo ocurrido, al menos pude llegar a su casa antes de que se durmiese y quedarme con ella para disfrutar del día de hoy ya desde temprano.
- Buenos días - me dice nada más despertar aunque con un tono cansado y para nada feliz.
- Buenos días cariño, ¿cómo has dormido? - le preguntó dejando el móvil en la mesita y yendo a abrazarla.
- Bien... Gracias por venir a pesar de haber cancelado el plan a última hora - me dice mientras corresponde el abrazo, cosa que me sorprende.
- Lo siento mucho de verdad - me vuelvo a disculpar. - Aunque hemos cancelado el plan, tenía muchas ganas de verte y no me apetecía esperar a hoy.
Llevamos un rato despiertos disfrutando de esa tranquilidad qué hay en la habitación cuando un sonido nos saca de esa burbuja, no nos dio tiempo a atender pero cuando Sam coge su móvil ve un montón de notificaciones que la hacen saltar de la cama y comenzar a organizar todo sin decir nada y sin apenas respirar.
- Sam, ¿qué pasa? - le preguntó tratando de que pare un poco.
- Tengo que irme ya para Valencia, han ingresado a mi hermana en el hospital - me dice comenzó a llorar. - Fla, no quiero volver a pasar por lo mismo. No quiero que el bebé nazca y no estar allí.
- Tranquila por favor, el bebé no va a nacer antes de que lleguemos ya verás - le digo viendo como su cara cambia a una de sorpresa.
- ¿Vas a venir conmigo? - me pregunta.
- No te voy a dejar ir hasta allí sola y menos conduciendo. Te llevo yo, después ya veré lo que hago: puedo volverme a Madrid o bajarme a Murcia - le digo dándole un beso para, posteriormente, ayudarla a organizar su maleta y coger la mía que, por suerte aún no había deshecho.
- Gracias - es lo único que me dice para salir de casa con nuestras riñoneras y cerrar la puerta con llave.

*Sábado, Valencia*

Narra Samantha:
Acabamos de llegar a Valencia, salimos de casa a las ocho y media de la mañana con un destino fijo. Flavio ha estado cuatro horas de trayecto conduciendo sin parar en ningún momento, lo cierto es que él fue precavido y mientras que yo iba a firmar los papeles para el coche, él se fue a comprar el desayuno para el camino.
- Cariño, hemos llegado - me dice una vez que aparca en el parking del hospital.
- Muchas gracias - le digo refugiándome en sus brazos antes de salir del coche porque tengo miedo, nervios e ilusión al mismo tiempo.
- No tienes nada que agradecer, dale un beso a todos de mi parte y la enhorabuena a tu hermana - me dice para darme un beso en la cabeza y separarme de su pecho. - Escúchame: Te dejo el coche aquí, yo me voy caminando a la estación.
- Bebé - le digo cuando nos posamos del coche, antes de que saque nada del maletero. - Quédate conmigo, por favor.

Narra Flavio:
Sabía que Sam iba a hacer este viaje con o sin mi ayuda pero viendo como estaba no podía permitir que lo hiciese sola, tenía claro que mi papel en estos momentos era ser su chofer y llevarla hacia el hospital. Me sorprendió mucho que me pidiese quedarme con ella pero tenía claro que no me iba a negar porque me hacía mucha ilusión volver a estar con su familia, volver a formar parte de un momento familiar como este.
Llevó una media hora solo en la sala de espera del hospital, Sam y su mamá están en la habitación con Débora mientras que los demás están en la cafetería del hospital descansando un momento.
- Flavio, muchas gracias por venir con ella - me dice Juan sentándose a mi lado y ofreciéndome un café.
- No podía dejarla venir sola y menos con lo nerviosa que estaba - le digo tomando un sorbo del café. - Yo le dije a Sam de volverme a Madrid o incluso irme a Murcia el tiempo que ella estuviese con ustedes pero me pidió que me quedase con ella y no pude negarme.
- Flavio, nosotros estamos muy felices de que estés aquí con nosotros de verdad, ¿has visto cómo reaccionó la pequeña al verte? - me pregunta y yo no puedo hacer más que asentir mientras una sonrisa sale de mi boca. - Hijo, Sam lo ha pasado muy mal en este tiempo pero tú también, nosotros teníamos claro que ibais a tomar la mejor decisión para vosotros y, sinceramente, me alegro mucho que haya sido esta. Os merecéis ser felices y sé que vais a aprender de lo que os ha ocurrido para mejorar.
- Muchas gracias de verdad - le digo secándome las lágrimas. Para mi sois mi familia y no he dejado de preocuparme por cada uno de vosotros en este tiempo, Débora ha sido mi confidente en este tiempo y, a parte de contarme como estabais todos, me ha permitido vivir de alguna forma el crecimiento de la pequeña.
- Nosotros también hemos estado pendientes de ti y estamos muy orgullosos de ver en lo que te has convertido. Pero, deja de tratarnos como si fuéramos desconocidos, que como tú mismo has dicho somos familia, yerno - me suelta esto último en tono jocoso.

¿Casualidad? No lo creoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora