Prólogo

79 12 0
                                    


Joxter no era una persona conocida por ser alguien apegado a los demás, como su naturaleza lo indicaba era un espíritu libre, alguien que iba y venía de todos lados, nunca se quedaba mucho tiempo en un solo lugar y el adoraba eso, la libertad que sentía al ir de aquí para allá, sin ningún tipo de atadura.

Por supuesto no estaba hecho de piedras, al contrario recordaba con cariño a todas las personas que fueron importantes para el, sus amigos, su familia y por supuesto a una chica que había conocido y de la cual había quedado encantado, paso algunos meses a su lado hasta que ambos decidieron seguir su propio rumbo.

No había nada más entre ellos desde entonces, al menos era lo que pensaba Joxter hasta hace unos momentos.

Meses después de que siguiera su viaje y terminara su relación con aquella Mymble recibió una carta.

Le parece que sea un milagro que le haya llegado pero tampoco se extrañaba de que la fecha de esa carta haya sido ya hace al menos dos estaciones.

La abrió con curiosidad puesto que por lo que recordaba de su fugaz amor no era alguien que se apegara a algo o alguien en específico, quizás olvidó algo? O quizás necesitaba ayuda? El se consideraba un mumrik hábil por los que si era eso no tendría problema en ayudar a cambio de algunos pasteles de naranja.

Para su fortuna o desgracia al leer el contenido solo pudo hacer una expresión de asombro para posteriormente recoger su campamento lo más rápido posible y dirigirse a la casa que pensó que nunca más iba a volver a visitar.

“Querido Joxter.

Sé que ambos tenemos ideas y deseos similares con respecto a lo que una relación respecta por lo que te sorprenderá que te escriba en este punto, sin embargo tal parece que hay algo o mejor dicho "alguien" que aún queda entre nosotros, hace poco me enteré de que estoy embarazada y analizando a profundidad definitivamente es tuyo, he considerado criarlo junto con mis hijas pero al ser de distintas especies no estoy segura si seria lo ideal, es de mi conocimiento que los mumriks son algo... especiales. Por lo que me gustaría que pudieras encargarte de criarlo, por supuesto si no es de tu agrado esto no tendré más opción que cuidarlo junto con mis hijitas pero sigo pensando que lo mejor para el pequeño bebé sea que un mumrik le enseñe lo esencial de su especie.
Honestamente no tengo mucha fe en que está carta llegué a tus manos por lo que si no es así seria una lástima.

Está carta la escribo en otoño del año xxxx, te espero en mi hogar si llegas a enterarte de está noticia.

Con cariño, Mymble”

The night we met // Snufkin Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon