CASADA CON LA DUQUESA (G!P)

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Jennie

Es el primer día de primavera las niñas están como locas, está noche se celebrará la fiesta de los faroles, es una fiesta multitudinaria toda la aldea acudirá a encender su farol y a pedir su deseo. Tengo que tener todo listo para poder llevarlas hoy, he arreglado varios vestidos míos de cuando era pequeña, y la verdad es que han quedado perfectos espero que a ellas también les gusten.

- Nayeon, Irene vengan les tengo una sorpresa - Las llamó.

Las niñas se acercan, han crecido tanto el último tiempo que ya tengo unas señoritas en casa, Nayeon cumple 15 años y Irene 13 este año.

- Están super lindos, Jen -¿cuál es el mío?- pregunta Irene feliz.

-Se lo entrego y miro como Nayeon frunce el ceño.

- Qué pasa Nayeon ¿no te gusta el vestido?- le pregunto .

- Estoy cansada de llevar ropa usada, mis amigas llevarán algo nuevo y yo esté viejo vestido. - dice tirando el vestido al suelo y marchandose enfadada.

- Creo que la culpa es mía, la he mimado demasiado no te preocupes hablaré con ella,
- dice papá desde la entrada.

- y yo asiento con la cabeza, y me dirijo a la cocina.

Tengo la comida casi lista, ¿cómo no me he dado cuenta de que no tengo ninguna cebolla? Salgo disparada hacia el mercado, gracias a Dios está muy cerca de casa, voy distraída y choco contra alguien, -levanto la cabeza y veo que es un noble o alguien del servicio, pero de lo que sí estoy segura es que su nivel social es más alto que el mío.

- Lo siento señor, no pretendía molestar...- digo levantandome del suelo y recogiendo un sobre rojo con un gran sello negro.

- No importa señorita, pero de aquí en adelante tenga más cuidado-

Al final el señor a sido amable debe de ser un criado, si hubiera sido un noble me podrían haber dado un buen castigo.

-Hago mis recados y vuelvo a casa, termino la comida y pongo la mesa.

- ¡Otra vez sopa de patata y huevos! Estoy harta de comer siempre lo mismo.
- dice quejándose Nayeon.

- Mañana harás tú la comida si te parece bien, yo mientras tanto me quedaré mirando por la ventana...- le digo

- No sigas Jen, -ya no me volveré a quejar.- dice empezando a comer.

- Me ha traído una carta de la Duquesa de Manobal de Tailandia, -voy a qué me la lea el medico- dice papá.

- Espera papá,- Nayeon y yo te la podemos leer hemos avanzado mucho en la lectura y en la escritura- dice Irene.

- En otra ocasión hija, esto parece ser importante- dice papá saliendo de la casa.

Me encantaría leer como lo hacen mis hermanas, pero ellas han aprendido gracias a que yo he estado trabajando un poco más para conseguir el dinero que pide la escuela. Me encanta que me lean libros me hace soñar despierta...

Vamos chicas es hora de arreglarse, caliento agua en unos cubos para que puedan lavarse, arreglo sus cabellos con sendas trenzas, les pongo pequeñas flores blancas y saco un frasquito de perfume.

- ¡Esto no puede ser real! El dinero... De dónde lo has sacado! esto vale una fortuna- dice Nayeon emocionada.

- He ahorrado durante un año, sabía que les encantaría- digo poniendo unas gotitas detrás de sus orejas.

- Vamos y tu vestido, el festival empieza en un rato- dice Irene feliz.

- No ya saben que a mí no me gusta esto, yo voy a ir así- digo sonriendo pero no es una sonrisa real, -con lo que trae papá a casa apenas nos llega para comer y con lo que yo gano pago sus estudios y les doy algún capricho. -Ya no queda nada más... Quizás algún día yo también lleve un vestido hermoso como el suyo.

- Eres muy rara hermana, aún así déjame que te arregle el pelo, te dejare muy bella. Di que si, di que si...- insiste Irene.

-Yo asiento con la cabeza y me dejó hacer, el resultado es óptimo mi pelo cae en una cascada de ondas decoradas con pequeñas flores blancas.

- Tienes un pelo precioso y unos ojos encantadores ojalá yo los hubiera heredado más de mamá...- dice Nayeon triste.

- Tu pelo y tus ojos son los más bonitos del reino y hay una cierta jardinera que opina lo mismo...- le digo... y Nayeon se sonroja al instante

- Esperarme a fuera, cojo los chales y estoy con vosotras en un momento-

Mis hermanas salen a la calle emocionadas, y se porqué! en esta fiesta se reúnen todos los jóvenes...

Me miro al espejo y puedo ver qué estoy bonita mi pelo castaño mis ojos negros y rasgados resaltan mi piel blanca como la nieve, el vestido bueno... Dejemos el vestido y los zapatos para otra ocasión...

- Jennie, espera un momento, tengo algo que contarte- dice papá muy serio.

- ¿Papá ha pasado algo?¿ Está todo bien?- pregunto preocupada.

- Todo está bien, seré rápido, La Duquesa de Tailandia ha pedido tu mano en matrimonio, -con el dote que me da, tus hermanas podrán vivir cómodamente hasta que se casen...

- Supongo que te habrás negado - le pregunto viéndolo con ilusión de que se haiga negado.

- No, es una oportunidad muy buena no la puedo desaprovechar Jennie - dice mi papá evitando mirarme a la cara.

- Pero papá yo no soy una mercancía, soy una persona...- le digo ofendida

- No sigas con esas ideas, tu eres una mujer y solo debes obedecer, seguro que tendrás una buena vida y ahora ve con tus hermanas, la boda será mañana-es lo último que me dice .

Casi me ha echado a empujones de casa, quién se supone que es esa mujer y por ¿qué quiere casarse conmigo? Si soy una simple plebeya...

- Deseo que todo lo que ha dicho papá sea un sueño- digo surrurando mientras dejo mi farolillo en el agua.

La música comienza a sonar, mis hermanas bailan con dos chicas se las ve tan felices, -ojalá lo sigan siendo cuando yo no esté para cuidarlas.

Me siento en una de las sillas, a mi ya nadie me saca a bailar las chicas de mi edad ya están casadas y las que no, es porque tienen algún defecto así para mí es normal, nunca he tenido tiempo de buscar el amor, siempre he estado trabajando.

- Dicen que La Duquesa de Tailandia ha vuelto de la guerra, nadie la ha visto nunca solo se sabe que es una mujer cruel y sanguinaria. Cuentan que le apodan la Duquesa del Infierno...

- Seguro que es vieja y fea por eso nadie la ve. Jajaja- se ríen.

Escucho lo que hablan las dos mujeres a mi espalda, --un escalofrío recorre mi columna, estaba tentada a escapar pero si lo hago seguro que matará a mi familia.

En menos de doce horas mi vida cambiará.

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