Parte 13.

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A la mañana siguiente de nuestra escapada al lago, había incordiado a Jimin hasta que me había arrojado la lista por la ventana de su habitación dentro de un zapato que me había dado en la cabeza.

¡Qué puntería tenía cuando quería el muy condenado!

¿Cómo suponía que Sr. Perfección querría llevar todo lo referente a su lista en secreto?

Esperé a que no hubiera nadie en casa agobiándome con sus sermones para subir a mi habitación y desenrollar la fotocopia que Jimin me había tirado.

Al principio estaba escrito con letras infantiles, pero a cada punto de su lista iba notándose como la letra iba mejorando, más de joven que de niño. Por lo visto, había tardado años en hacerla.
Recordé entonces haber visto esa lista de niños, pero no podía ser la misma, era imposible, busqué el feo dibujo de rana que yo había hecho con rotuladores, y sin escudriñar mucho ahí estaba el bicho, mirándome y burlándose de mi como diciendo:

"Tú eres la rana"

Me senté en la cama preocupado y comencé a leer lo que Jimin había escrito a lo largo de estos años.

"MI PERFECTO PRINCIPE AZUL" 

1. Tiene que ser el más guapo.

2. Que no sea un salvaje.

3. Que sepa dibujar.

4. Que sea educado en todo momento. (no como el cerdo de mi vecino)

5. Que me defienda de todos los matones del mundo.

6. Que no lo busque la policía.

7. Que cante como los ángeles.

8. Que siempre sepa cuál es el regalo perfecto y cuándo deba dármelo.

9. Que sus besos sean especiales.

10. Que sea el mejor amante del mundo. 

Al final de la lista había una nota escrita en rotulador rojo que decía:

"No tienes ni una sola de estas cualidades. Además, espero que mi persona ideal me sea fiel", añadía el muy sinvergüenza, burlándose de mí.  

— Bien. —me dije en voz alta, decidido— Repasaré la lista punto por punto. 

1. Número uno: De ser el más guapo, ya lo soy. Sólo tengo que encargarme de que no encuentre chicos más guapos que yo.

Nota Mental: Rodearme siempre de troles para parecer la mejor opción.

2. Número dos: Lo de ser salvaje. Yo no era ningún salvaje, aunque me apodaran Rana Salvaje en el barrio. En ocasiones tenía demasiado carácter, pero eso era todo. ¿Cómo solucionar el problema? Pues evitando que me llamen así en el barrio. ¿Cómo hacerlo? Amenazando a todo aquel que me llamara así, obviamente con discreción y sin salvajismos.

3. Número tres: Lo de dibujar no se daba tan mal. Además, mi rana era perfecta. Sin embargo, tomaría clases de dibujo en la universidad. Aunque, ahora que lo veía con atención, mi Keroro bien podía confundirse con una vaca...

¡Ah, mierda, yo realmente dibujo hasta el culo! 

4. Número cuatro: Ser educado. Yo soy educado, casi nunca digo groserías, solamente cuando me irrito si algo me jode. Y respecto a lo del "cerdo de mi vecino", yo no tengo ningún cerdo.

Gatito loco, mejor ignoro este punto y no me doy por aludido, esta maldita lista de mierda me está jodiendo los huevos.

5. Número cinco: Defensa anti-matones. ¿Cómo diablos voy a defenderlo de todos los matones del mundo? Este quiere a Jackie Chang... ¿Estará libre para poder contratarlo de guardaespaldas?

Rana Azul - 윤민 YoonminWhere stories live. Discover now