El tren a ninguna parte [Tomarry]

Capítulo 75

Capítulo 75

—Puedes dejar de gritar, amigo.

De hecho, Harry no podía dejar de gritar. Necesitaba dejar salir algo del pánico que había sentido durante toda la partida de ajedrez porque Ron de alguna manera había logrado ganar, y no sabía de qué otra manera dejar salir lo que sentía. Si eso significaba agacharse junto a un árbol y gritar durante unos minutos, bueno, Ron podía esperar.

—Has visto cosas mucho más aterradoras—dijo Ron, arrodillándose junto a su amigo, la diversión se prestaba a más paciencia.—Esto fue... quiero decir, simplemente se sintió peor porque todos eran grandes y estaban hechos de piedra y estaban bastante enfadados. Pero ambos estamos ilesos, y todo eso quedó atrás.

Harry se detuvo para respirar profundamente y miró los escombros a su alrededor. Se estremeció.—Esto es... esas cosas que se regeneran si son golpeadas por hechizos. Eso es repugnante y... y... repugnante—dijo dos veces para asegurarse de que Ron entendiera cómo se sentía acerca de lo que había sucedido.—No estaban ni vivos ni muertos. Nada más que ganar un partido altamente impredecible podría detenerlos. ¿Cómo no es eso absolutamente aterrador?

—Supongo que simplemente tenemos diferentes medidores—señaló Ron con una sonrisa, antes de levantarse y arrastrar a Harry con él—Vamos. No hay camino, pero hay un túnel allí. Creo que es donde se supone que debemos ir a continuación.

El túnel era oscuro y estrecho, y Harry no confiaba en él ni un poco.—Cualquier cosa puede estar allí—dijo. Él no estaba... asustado. No precisamente. Él simplemente... estaba siendo cauteloso. Sabía que necesitaba hacer esto, y era genial que Ron estuviera aquí, pero al mismo tiempo era difícil saber qué hacer cuando no tenía absolutamente ningún control sobre las circunstancias, no sabía lo que le esperaba, no podía dejar la misión si se volvía arriesgada, y ni siquiera sabía si lo que les esperaba al final era para lo que estaban allí. Todo parecía demasiado riesgo para una recompensa muy cuestionable.

Además, sólo porque estaba bien con que él muriera, no significaba que estuviera bien con que Ron muriera también.

—Puedo escuchar ruidos en la distancia—dijo Ron, caminando más hacia el túnel con la punta de su varita iluminando el lugar.—Ten cuidado donde pises, parece inestable.

Harry, que no necesitaba que le dijeran eso, se sintió inmensamente aliviado cuando vio una luz más adelante.—¡Mira! ¡Estamos llegando a alguna parte! ¡Hay una salida!

—Tengamos cuidado—dijo Ron. El sonido del chasquido era ahora más fuerte que antes, y lo único que podía pensar era que su siguiente obstáculo probablemente era el que hacía ese sonido.—Y mantén tu varita lista.

—No te preocupes, siempre la tengo lista—le aseguró Harry en voz baja, y los dos se dirigieron silenciosamente hacia la salida del túnel. Sin embargo, antes de salir a la luz, se detuvieron para intentar ver qué les esperaba allí.