La nave.

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Despertó por un ligero dolor de cabeza, abrió los ojos lentamente y la luz la obligó a cerrarlos de nuevo , poco a poco los fue abriendo y se fue acostumbrando a la luz de la ¿Habitación? ¿Donde estaba? Se talló los ojos y vio a su alrededor, era ...

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Despertó por un ligero dolor de cabeza, abrió los ojos lentamente y la luz la obligó a cerrarlos de nuevo , poco a poco los fue abriendo y se fue acostumbrando a la luz de la ¿Habitación? ¿Donde estaba? Se talló los ojos y vio a su alrededor, era una habitación pequeña pero era diferente.

Hizo memoria y recordó que se encontraba en la nave, y según recordaba todo era blanco , azul y con estilo, bueno muy avanzado. Por supuesto que esa habitación era muy diferente a lo que alcanzó a ver, además ella cómo había llegado ahí, y entonces lo recordó, la mujer,  ella le había inyectado algo .

Se sentó y notó entonces la ropa que llevaba puesta , no era la misma que llevaba al subir a la nave y ya no estaba sucia, al contrario estaba aseada, limpia y sus heridas habían sido tratadas.

Eso podía verlo , llevaba puesta una blusa de tirantes blanca, y un pantalón suelto de tela, bastante cómodo en realidad. Observó el lugar y notó que parecía ser una habitación de una típica casa hogareña; un hogar lo bastante normal.

Pero ella nunca lo tuvo , su vida siempre fue aburrida , monótona, nunca sobresalió en nada, se dedicó por completo a sus estudios, no le gustaban las fiestas , sus amigos eran chicos igual de tranquilos que ella; normales y comunes nada excepcional.

Sus padres , ellos nunca fueron cercanos, su vida en su ciudad natal era tortuosa y aburrida. Después de todo ellos preferían a su hermana mayor, era más divertida, más social , el matrimonio perfecto, la vida perfecta, los hijos. Y ella siempre quedaba de lado , es por eso que había aceptado el trabajo en la ciudad de Londres. Lejos de México, lejos de su familia, tenían la misma sangre pero no hablaban , rara vez intercambiaban mensajes y está bien con ello, la familia no siempre tiene porqué ser unida.

Se levantó de la cama y sus pies descalzos tocaron el frió piso de metal, examinó todo y la verdad es que le gustaba por un momento olvidó el desastre que había ocurrido, la ciudad , las muertes; los aliens invadiendo el mundo.

Aún que aún no tenía mucha certeza de que ellos fueran aliens , quitando el hecho de lo altos , raros y ligeramente diferentes por algunos rasgos físicos que tenían , ellos parecían humanos.

Y entonces escuchó cómo la puerta era abierta,  ella giro para ver al hombre que la había subido a la nave entraba a la habitación , por un momento tuvo miedo y retrocedió un poco cuando él quiso acercarse a ella.

— Tranquila no te haré nada— y para demostrarle que decía la verdad se quedó en su lugar, no avanzó y puso las manos en alto , en señal de que no llevaba algún arma.— He venido a ver si ya habías despertado. Y puedo ver qué si, mi nombre es Klaud .

Se señaló a él mismo con la mano , parecía tranquilo, calmado y podía ver que ya no estaba tan serio como en la carretera.

— Verás Zafiro , mi jefe quiere verte y vine para llevarte con él.

¿Su jefe? ¿Ir a dónde? Aún tenía muchas dudas , demasiadas , no sabía que era esa navidad con exactitud a todo ésto ¿Adónde iban? ¿Y cómo sabía su nombre?.

— ¿Tú... tú jefe?... ¿Por qué quiere verme? ¿Que es este lugar? ¿Que le pasó a mi ropa? ¿Y cómo sabes mi nombre?.— si tenía muchas preguntas, entro en crisis , vio al chico molestarse y rodar los ojos, parecía impaciente.

— Si mi jefe, no lo sé solo cumplo órdenes, es una nave ¿No la viste cuando subimos? Y tú ropa la doctora Bloom te cambió después de darte ese sedante. Y fue ella la que averiguo tú nombre. Ella se encargó de tus heridas. ¿Contenta? Vámonos — se hizo a un lado para que ella saliera primero.

Pero claro que no era así de fácil, su cerebro trataba de procesar todo lo más rápido posible, y su nombre ¿cómo?, tenía mil preguntas pero se negaba a dar un pasó.

— No. No iré — bien ya estaba lo dijo , opondría resistencia hasta que supiera más.

— Escuchá tú no tengo tiempo para...

— Klaud — el intercomunicador que llevaba el chico en la mano sonó interrumpiendo su plática. Y fue entonces que reparo por completo en él . Ya no llevaba la ropa de hace unas horas, ese traje estilo militar, llevaba unos jeans normales, una playera negra y unas botas , muy casual a decir verdad. En su mano derecha llevaba un pequeño aparato.

— ¿Que sucede? Ya voy para allá —  habló con hastío y cansancio, una vez que se acercó el aparato a la boca parecía molesto.

— No es necesario que ella venga , Bloom quiere hablar con todos nosotros antes, deja a la chica en su habitación.

No reconocía la voz , pero estaba aliviada , a un no estaba lista para conocer más de ese lugar.

El suspiro y la vio — Muy bien escucha está será tú habitación, no saldrás de aquí hasta que seas requerida.

— ¿Qué es esté lugar? ¿A dónde vamos?— tal vez no estaba preparada para salir pero seguía queriendo respuestas.

— Veo que has despertado con muchas preguntas.

— Quiero respuestas— y de pronto reunió el coraje necesario para preguntar.

— Y te las darán, pero no seré yo, eso de explicar no se me da para nada así que te aguantás.

Y con eso último él dió vuelta y salió por la puerta por donde había entrado. Ella suspiró y volvió a sentarse en la cama, de pronto el dolor de cabeza regreso con más intensidad. Se acostó nuevamente y se quedó dormida.

El Inicio Del Fin De La Humanidad.Where stories live. Discover now