Llevaban un buen rato en aquella desastrosa ciudad, erradicar a toda una civilización no era algo realmente fácil, ni sencillo. Llevaban años haciendo eso y sabía lo complicado que podía ser , matar no le gustaba pero era su deber y tenía que hacerlo.
Ése había sido su camino, ser un Arrker fue lo que él eligió. Caminó por las calles , era difícil de distinguir a alguien entre tanto escombro y humo, habían atacado aquella ciudad por la noche y para cuándo su unidad llegó a el lugar todo era cenizas.
A diferencia de otros a él si le interesaba conocer de los mundos, sus costumbres, todo , es por eso que había querido volver a bajar , arrastró a klaud con él y aún que eran muy amigos en algún punto lo tuvo que dejar, ¿La razón? El comandante Zallier. Un espécimen perfecto, atractivo que lo enamoraba con solo verlo.
Vio de reojo a Klaud y después se alejó no tenía que decirle nada, su amigo ya sabía lo que haría. Al llegar con la unidad del comandante se dispuso a escuchar sus órdenes, carajo. Ese hombre, en ese uniforme tan ajustado, era mortal.
Lo observó de lejos y acato sus órdenes sin problemas y cuando tuvo la oportunidad de acercarse la tomo.
— ~ Comandante ~— le dijo en tono alegré— ¿Me extrañó?— pertenecía a otra división. El pertenecía a la unidad de ataque, bajo el mando del Primal Pam Bedelier.
Así que sus unidades solo se encontraban cuando el caos del primer ataque ya había pasado. Justo como ahora, fuera de eso solían verse en la nave central.
— Alec — el hombre lo observó, parecía contener la sonrisa, aww como lo amaba — ¿No podías estar sin mí?— había burla en su voz y la picardía en sus ojos y sonrisa no hacían más que darle ilusión.
— ¿Y privarme del placer de verlo dar órdenes? Antes muerto. ¿Y... Me extrañó?— volvió a preguntar. La unida avanzo y el comandante también, caminó un poco de prisa para quedar a su lado , Zallier era un poco más alto así que al observarlo subió un poco la mirada.
— Si Alec, te extrañe — el comandante lo observó brevemente y ambos sonrieron.— ¿Pero que haces aquí? , tú unidad vendría hasta dentro de unas horas .
Era verdad unos cuantos bajaron solo porque él le insistió a su padre en bajar, era mucho trabajo y bueno el general no pudo negarse.
— Si bueno ya sabe que me encanta trabajar — Zallier lo miro con la ceja arqueada — Bueno me gusta trabajar con usted.
Si su deber como buen Arrker era ejecutar a todo aquel que se le atravesará y lo hacia, pero no era un secreto que no lo disfrutará.
No hablaron en un rato hasta que observó los grandes edificios, podía intuir que ahí vivían los humanos, ciertamente no lograba entender como podían destruir la naturaleza para construir esas cosas, matar aquello que les daba vida era triste.
Muchos se dispersaron y el por supuesto que aprovecho para entrar a uno de los edificios con el comandante. Iba justo detrás de él , subían las escaleras y eso le daba total libertad de comerse con la mirada al hombre.
Revisaron las habitaciones, cada espacio de ese edificio.
— ¿Y la chica?— aquella pregunta lo obligó a detenerse , estaban en un cuarto, frente a él estaba un ventanal y la vista de la ciudad destrozada lo recibió.
— ¿La del proyecto?.
— Si , escuché a Hela decir que sería una de nosotros— la voz de Zallier sonó cerca, se giró y lo encontró a unos pasos de él.
— Así es , sobrevivió al tratamiento — vio la sorpresa en el rostro del hombre y no lo culpaba, la mayoría estaba sorprendido de que alguien de ese planeta sobreviviera — Faltan los otros dos, también son compatibles pero ya no supe más.
Eran tres humanos y hasta el momento solo la chica había sobrevivido.
— Supongo que eso es bueno — se observaron por varios segundos, sin decir nada.
De pronto fue consciente de la cercanía y de que ambos estaban solos, con algo de nervios se acercó a Zallier. Espero que se alejará pero no lo hizo. No fue hasta que quedó frente al hombre.
— Alec— le advirtió, pero la voz del hombre había sonado peligrosamente ronca.
— ¿Si?— fingir inocencia no era malo , sabía que estaba tentando a su suerte.
— No pasará — si tal vez no, pero aún así quería intentarlo. Desvío su vista y observó aquellos labios, quería besarlos. ¿Estarían fríos? ¿Besaría bien?. Se acercó un poco más y entonces Zallier lo sujeto por los hombros y lo detuvo.— No.
Suspiro, al menos lo intentó, se alejó un poco.
— Algo de tiempo juntos no es malo, nadie lo sabrá, mi padre...— empezó a decir pero el hombre lo interrumpió.
— Tú padre me colgará si se entera, no es correcto Alec.— si a veces olvidaba lo mucho que Zallier respetaba a su padre, era entendible después de todo el lo entrenó y nombró comandante.
— De acuerdo — con resignación se alejó y siguieron con lo suyo , al menos había estado con el todo ese día y ya era algo.
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