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Bosque | 11:00pm

Un híbrido de threstal descansaba bajo un árbol. Estaba agotado y con hambre, después de todo no planeó muy bien su escape...así que ahora estaba ahí, en quien sabe dónde dentro del bosque.

Estaba por cerrar los ojos y dormír cuando una sombra pasó por el cielo. Se levantó rápidamente y buscó por el cielo tratando de encontrar aquella figura. Llegó a lo que parecía un claro del bosque, justo en el momento en que aquella creatura aterrizaba.

Unas alas grandes e imponentes al igual que su cuerpo, presencia mítica y un momento mágico. Aunque haya sucedido muy rápido, el pudo ver cómo si de cámara lenta se tratara, como aterrizaba. Cuando sus cuatro diferentes patas se posaron en el suelo, sus miradas se encontraron.

Por un momento, el Threstal pudo ver miedo en los ojos del contrario, pero ese miedo se transformó rápido en molestia. En menos de un segundo, el Threstal había sido lanzado lejos. Cayó lastimado y no supo que hacer. Por la apariencia de aquel ser, dedujo que se podría tratar del hipogrifo. Quiso levantarse pero antes de poder hacerlo ya tenía una pata sobre su rostro. Una garra de águila, para ser exactos.

El hipogrifo lo miraba desde arriba, molesto pero buscando analizarlo. El Threstal estaba teniendo por su vida, pero el hipogrifo no parecía querer lastimarlo realmente.

El animal de mayor tamaño se alejó y lo observó detenidamente. El Threstal comenzó a levantarse temblorosamente y en cuanto estuvo denuevo sobre sus cuatro patas, una patada de caballo, literalmente, lo hizo cambiar de forma y volvió a caer lejos, esta vez en su forma humana golpeándose la cabeza contra un tronco.

-Carajo...

Se quejó. El hipogrifo observó como el Threstal de antes se convirtió en un chico, un chico rubio con piel blanca. No contaba con camiseta pero si con lo que parecía ser un pantalón de vestir negro. Vio como todo su torso tenía rasguños y algo de sangre, así que se acercó rápidamente hacia él.

El chico no se inmutó, solo vió como la creatura se acercaba hacia el. Estaba aturdido por el golpe en la cabeza, así que no tenía muchas ganas ni fuerzas para levantarse. Lo último que recuerda es la voz de alguien y unas manos frías posándose sobre su rostro antes de caer inconsciente.

Cabaña de seungmin | 7:32am

Seungmin se encontraba en la cocina haciendo una sopa para la familia oso, los niños le estaban ayudando limpiando la mesa y poniendo platos. La señora oso ya podía caminar un poco, pero no la arriesgaría a qué su recuperación se atrase, así que una vez terminó la sopa, la puso en los platos y los niños le ayudaron a llevar la comida a la habitación donde se encontraba su madre.

Llegaron a la habitación y estaba el matrimonio de híbridos conversando. Los niños le dieron la comida a sus padres y después seungmin le dió sus platos a los pequeños.

Salió para dejarlos comer.

Se dirigió a la cocina nuevamente y buscó entre las alacenas. Sacó un pequeño frasco con pastillas y sirvió agua en un vaso, Sacó 2 pastillas de diferente forma y tamaño; y se dirigió escaleras arriba.

Entró a su habitación con las pastillas en mano y el vaso con agua, los posicionó sobre el buró y se puso a recoger un poco el lugar. Escuchó un leve gruñido, algo así como una queja, entonces supo que su otro "paciente" había despertado. Terminó de recojer una ropa que estaba tirada y se dirigió hacia la cama. Un chico rubio yacía acostado en ésta.

El chico de cabellos dorados se sentó en su lugar y trató de procesar lo que estaba pasando.

-¿Te sientes bien?

El rubio lo miró. Sin duda alguna tenía una mirada pesada, una mirada desinteresada que si la interpretabas mal podías pensar que era una de odio.

El chico miró de arriba abajo a Seungmin, analizó su físico y su vestimenta. Se le vino a la mente el chico del lago por su piel tan blanca y las mechas que adornaban su fleco eran idénticas. En ese momento, Seungmin vestía con un pants gris sencillo, una camisa de tirantes amarilla que le quedaba pequeña, lo podía notar por el leve espacio que quedaba entre el pants y la camisa dejando ver un poco su ombligo. No podría decir que era el mismo chico ya que el que había visto en el lago tenía manchas en sus brazos y espalda, pero Seungmin, al traer encima un sueter largo y flojo color verde musgo que llegaba hasta sus rodillas y tapaba incluso sus manos, no dejaba ver algún tipo de mancha o algo parecido.

Seungmin se sentó en la orilla de la cama, junto a el y tocó su frente. El rubio no dijo nada, solo miraba sus acciones con un semblante en blanco. Siguiendo a Seungmin con la mirada veía como examinaba todo su torso y heridas, notado el leve nerviosismo del chico, no lo culpaba, cualquiera se pondría nervioso con un cuerpo tan bien formado como el suyo.

-Bien...tus...tus heridas están mejorando, parece que curas muy rápido.

Dijo con una leve sonrisa intentando ocultar su obvio nerviosismo. Sinceramente nunca había tratado con threstales y el rubio parecía querer matarlo -o desnudarlo- con la mirada.

Tomó las pastillas y el vaso entre sus manos y se los entregó.

-Toma. Es para bajar lo aturdido de los golpes en la cabeza...

El rubio solo lo miró y tomó el vaso con las pastillas. Tomó el agua más no las pastillas, solo se quedó contemplandolas. Seungmin volvió a tomar asiento.

-¿Cómo...cómo te llamas?

-Chris.

Contestó sin más y sin mirarlo. Seungmin solo se sorprendió por lo grave de su voz y la 'frialdad' en su palabra.

Silver Gryffin - ChanminTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang