، ⛓️ : Capítulo 18

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Pov Jin.

No tenía tiempo para esto... Jungkook me había pedido vigilar a Nayeon, ya que la beta había intentado quitarse la vida dentro de su celda en los últimos días.

Al parecer se sentía culpable de la presunta muerte de Yoongi.

—Hola Nayeon, ¿lo mismo de siempre? —le pregunté burlón mientras le daba un trozo de pan con agua.

Ella solo me miró con odio y escupió a mis pies, se encontraba dentro de su celda en un rincón, yo venía cada tres días para dejarle un trozo de pan y un vaso de agua, aunque siempre que volvía encontraba el trozo de pan y el vaso de agua intactos, moriría de hambre si seguía a ese paso.

—No necesito nada que venga de ustedes —me dijo con un pequeño gruñido, su lobo estaba enojado, y era claro el porqué, ¿cómo un omega, hombre, se atrevía a tratarla así, un beta?

Si, es verdad que los betas no son los primeros en la pirámide, pero los omegas son los más bajos de todos, tenían que respetar tanto alfas como betas por ser los más débiles. Puras estupideces y patrañas.

—Nayeon, morirás si no comes algo —dije mientras dejaba la bandeja del otro lado de las rejas y un suspiro salía de mi boca.

—A ti te daría gusto saber que he muerto —dijo con su voz dura y fría, mi cuerpo se tensó levemente por su tono. La miré y vi como sonrió con un poco autosuficiencia. Pero yo le miré con su semblante serio y aclaraba mi garganta levemente.

—Es verdad que me encantaría, incluso quisiera matarte yo mismo y ver como suplicas... Pero saber que sientes esa gran culpa por haber sido la causante de la muerte de Yoongi me hace sentir mejor —dije con una enorme sonrisa en mi rostro.

Rápidamente su semblante cambió y se pudo reflejar como había dado en un punto débil. Me daba igual de cualquier manera, nunca le tomé importancia al fin y al cabo.

"—Yoongi en verdad fue un estúpido —le dijo Jungkook cuando estuvo frente a ella. Su tono grave y profundo había hecho erizar mi piel en ese momento, y supe que Nayeon había sentido lo mismo al ver sus labios temblar ligeramente.

—¿A qué te refieres? —se había atrevido a preguntar, aún con furia en su voz, algunas veces los betas impulsivos como ella nunca aprendían.

—Él trató de advertirte sobre lo que significaba meterte con Jimin, pero tú no quisiste escucharlo... ¿Qué se siente saber que ahora está muerto por culpa de tu ignorancia? —le preguntó con veneno dejando a la beta en shock.

—¡M-Mientes! ¡Mentira! ¡E-Eres un bastardo mentiroso! No voy a... ¡No voy a creer nada de lo que dices! —gritó la beta colocando ambas manos sobre sus oídos y algunas lágrimas en su rostro comenzaron a caer. Jungkook no le dio importancia y salió del lugar, la beta al darse cuenta de eso comenzó a gritar, sin embargo el alfa ignoró los gritos que exigían respuestas.

Jungkook es un alfa que le gusta jugar con las emociones de las personas, así que decidió torturar a Nayeon mentalmente. Él no creía que la muerte fuera suficiente castigo para ella.

—El suicidio es el camino fácil que los cobardes eligen para escapar, eso siempre es lo que mi padre me había enseñado, y yo me aseguraré de que no puedas huir de tu castigo —le dijo cuando se enteró que había tratado que quitarse la vida.

Jungkook quería que Nayeon sintiera lo mismo que Jimin había sentido cuando ella lo había culpado de la muerte de esas personas en el atentado, quería hacerla pagar con el mismo sufrimiento que vio reflejado en los ojos de Jimin."

Miré la celda donde la omega descansaba sobre el suelo. Su hermoso cabello se veía maltratado y su rostro desfigurado, cada vez se le pegaba más la piel a los huesos. Incluso su maravilloso olor a sandía se estaba debilitando.

—¡Hey!, ¡despierta! —le grité y arrojé una pequeña piedra, dando sobre su cabeza haciendo que despertara rápidamente y me mirara alarmada.

—Me matará... Ya ha venido... Van a matarme... N-No es posible... ¡Van a matarme! — comenzó a delirar y abrazarse de sus rodillas.

—Hey, hey, calma —dije tratando de tranquilizarla, sin embargo empeoró y tuve que utilizar mi arma de sedantes sobre ella.

—¿¡La mataste?! —escuché el grito de Nayeon.

—¡No!, solo le disparé un sedante, es mejor de esa manera, su omega está vuelto loco y no puede pensar con claridad —le dije. Tomé la bandeja de la omega y la dejé junto a las rejas, cuando despertara podría comer algo—. Adiós Nayeon, nos vemos dentro de tres días... Si sobrevives —susurré lo último para mi al ver su rostro algo demacrado.

Salí rápidamente de ahí sin importarme nada, había disparado un arma y aún sentía mi cuerpo sentirse tembloroso, a pesar de estar cargada con dardos tranquilizantes, aún no me acostumbraba. Recordaba como había disparado el arma de mi madre contra mi padre...

—Que cansancio —suspiré para subirme al auto y salir de ese lugar, quería irme a casa, quería descansar.

el omega del alfa › kookminWhere stories live. Discover now