Capítulo VIII

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⚠️ Advertencia: Este capítulo contiene contenido sensible que puede resultar emocionalmente perturbador para algunos lectores. Aborda temas relacionados con situaciones de angustia emocional, relaciones conflictivas o experiencias difíciles. Se recomienda discreción al continuar la lectura y considerar su sensibilidad personal antes de proseguir. ⚠️

Tiempo pasado

Un chico de piel morena comía su sándwich en una de las zonas más alejadas de toda la escuela. Nadie se acercaba a él por el miedo que infundía con su mirada. Lo mejor era no meterse con Derek Hale, a menos que quisieras una dolorosa paliza de su parte. Justo en ese día, una chica había ingresado al Instituto de Beacon Hills. La mayoría, por no decir todos, se le acercaban con el fin de ser sus amigos.

Cada estudiante de su mismo grado, algunos de los menores y otros de los mayores, se acercaban a ella, todo menos una persona que logró captar su atención. La curiosidad le estaba ganando, por lo que más que dispuesta se acercaba a ese chico, eso antes de que alguien le agarrara del brazo, deteniendo su objetivo.

—¿A dónde vas? —vio justo donde se dirigía—. Es mejor que no te acerques a él.

Mientras le hablaba, señalaba con la mirada de forma muy sutil a Derek. Era obvio que no quería llamar la atención de él, además de evitar que ella se acercara.

—Está solo —lo miró de reojo—. Tal vez.

—No te acerques, en verdad —aquella chica se escuchaba realmente aterrada—. Como eres nueva, no sabes nada sobre ese chico —iba a girar para verlo—. No lo mires.

Ahora sí que la chispa de la curiosidad se volvió una llama al notar el temor que esa chica le tenía a Derek.

—¿Por qué le tienes tanto miedo? —preguntó.

—Solo no te metas con Derek Hale —dijo el nombre del chico—. Nadie de aquí habla con él por el temor de que seas golpeado.

Funció el ceño. —¿Golpeado? —a lo que la otra asintió.

—Hace meses, un grupo de chicos de octavo grado estaban junto a unos de quinto —comenzó a relatar—. Nadie sabe lo que realmente ocurrió, pero Derek se enfrentó a los de octavo y los dejó con moretones, labios partidos y demás.

Sin palabras, así es como había quedado.

—¿Ninguno le ha preguntado el motivo? —recibiendo como respuesta negación.

—Estamos asustados de que nos haga lo mismo que no queremos problemas —se mordió los labios—. Aunque un grupo de chicas intentaron hablarles, pero las espantó y nadie se atrevió a decirle algo.

—¿Y los chicos de quinto?

—Por petición de los padres de Derek y de los chicos, el director no dijo quiénes eran.

Después de aquello, en toda la clase no podía sacarse de la cabeza ese extraño chico. Su misión era saber lo que ocurrió y en el proceso ser amiga de Derek. Semanas pasaron en las que lograba reunir valentía para soltar una sola palabra. Tenía que admitir que la mirada de Derek sí infundía temor, pero eso no la iba a detener. Y es que al cabo de un mes, tomó todo el coraje que sentía y se sentó justo frente a él.

Para el propio Derek era realmente extraño que alguien se acercara a su mesa a comer con él. Le lanzó una de sus miradas y se dio cuenta de que nunca había visto a la chica, por lo que era nueva. Ambos se encontraban en completo silencio, el ambiente se sentía un poco tenso, lo único que se podía escuchar eran los murmullos de los estudiantes a su alrededor al ver la escena frente a sus ojos.

¿Te avergüenzo? ~ SterekNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ