Tutorias

41 1 8
                                    


Estaba jodida.

Estaba sentada a un lado de Adrián, tratando de entender la guía de matemáticas, éramos amigos y ninguno entendía muy bien el tema, así que nos encontramos en el salón para ayudarnos entre los dos.

Éramos los únicos en el aula, además de unos gemelas que veían videos en su laptop.

Estaba recargada en el hombro de Adrián cuando escuché la puerta del salón abrirse. Supuse que era algún compañero por lo que seguí concentrada en la hoja de papel.

-Todos fuera, no quiero a nadie adentro-. Alzó la voz el profesor Richard.

Me exalté al escuchar su voz, brincando en mi lugar y guardando mis cosas rápidamente.

-Ash-. Dijo Adrián molesto mientras salía del salón, sin siquiera esperar por mi, que extraño.

Tome mi mochila y la guía de estudio y me dirigí hacia la puerta, dispuesta a salir del salón y comprar algo en la cooperativa del instituto.

Sin embargo, algo me detuvo.

El profesor sostenía mi muñeca mirándome fijamente.

-¿Sucede algo profesor?-. Pregunte con duda y bastante confundida.

-¿Se encuentra ocupada esta tarde?-. Me pregunto, como si nada.

Me quede sin palabras, ¿qué se supone que debía responder a aquello? Ni siquiera podía pensar en una respuesta a su pregunta.

-Y-yo...-. Fue lo único que logré decir, sorprendida era poco.

-He notado que se le dificulta el tema y el examen será en dos días, me preguntaba si estaría dispuesta a tomar asesorías privadas-. Las palabras salieron de su boca como si estuviera acostumbrado a todos los días proponer aquello.

¿Qué pedo? Esto de verdad estaba sucediendo, el profesor me estaba proponiendo aquello.

-Muchas gracias por la oferta, me alaga, pero no puedo pagar asesorías privadas-. Me apenaba bastante confesar aquello, ya que si quería aceptar la propuesta, pero no podía darme el lujo de gastar dinero en eso y no le pediría dinero a los padres de María, ya suficiente habían hecho por mi.

-No es necesario que me pague, no lo hago por esa razón-. Me respondió.

Se notaba bastante normal, de hecho así era, solo era una propuesta con fines académicos y yo estaba exagerando todo.
No tenía nada que perder.

-Bueno, tengo libre a las 8, ¿le parece?-. Le respondí.

-Okey, en el transcurso del día le enviaré  mi dirección, hasta luego-. Dijo antes de dar media vuelta y salir por la puerta.

-Adiós...-. Ni siquiera lo dije con intención de que me escuchara, simplemente respondí al aire.

Me un quede un tiempo de pie en el salón, no sabía cuánto tiempo había pasado, cuando escuché pasos dirigiéndose al aula. Debía irme a mi salón o llegaría tarde.

****

Desperté desconcertada en el cuarto de María, habíamos estado conversando acerca de la nueva dueña del "Hong Kong", llamada Sol y como a María había quedado flechada por ella.

Coño. Lo había olvidado. Tenía la tutoría con el maestro a las 8:00.

Revise la hora, jodida, eran las 7:53.

Ecuaciones en la cama Where stories live. Discover now