Capitulo 2

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Cuando pasa la media noche estoy un poco agotada, pero de a poco se van los clientes, Alexander me dejo encargada de la barra mientras él se ocupa de las mesas, cuando se acerca un señor bastante mayor, puedo notar que al extender su mano se le ve tatuado un dragon dorado, me sorprende un poco no conocía que existiera ese tipo de tinta.

—¿Que se le ofrece? — pregunto con una sonrisa, un escalofrió recorre en mi cuando se toma su tiempo para evaluarme de arriba hacia abajo.

Retrocedo un poco, suena ilógico ya que nos separa una barra, pero algo en su mirada prende una alarma en todo mi cuerpo.

—¿Se encuentra bien? — vuelvo hablar cuando ya pasan un minuto largo.

— Belhor cuidado — aparece aquel chico de la mesa y toma asiento al lado del señor.

El señor, Belhor si escuche bien deja de mirarme para mirarlo a él.

— Disculpe señor Astor — dice el viejo y se retira rápidamente.

Cuando estoy por agradecerle soy interrumpida.

— Sírveme el mejor Whisky — sus ojos negros me devoran por completo, pero no dejo que me intimide.

Por favor — le digo mientras sirvo el whisky, le dejo el vaso en frente y me doy la vuelta para atender a otra persona.

 Aun que siento su mirada fija en mí.

—Gracias — su voz sale más profunda, como si le costara pronunciar esas palabras, pero no lo miro ni nada me enfoco en el joven que me recibe con una sonrisa.

—Hola bienvenido,  ¿qué te sirvo?

— Buenas noches, un vino blanco por favor.

Busco el vino blanco que está bajo la barra.

— ¿Eres de por a qui? — pregunta luego de que le entrego su copa.

—Me mude hoy — limpio un poco la barra.

— ¿Como te llamas?, yo soy Elliot.

—Un placer conocerte Elliot, me llamo Nirelle pero me puedes decir Ire — cuando finalizo, una risa que provine del hombre que está en medio de la barra, me hela el cuerpo.

Como una risa o una voz me puedo provocar querer irme lejos de aquí, trato de ignorarlo, pero Elliot lo mira antes de volver hablarme.

— Bienvenida entonces, puedo enseñarte el pueblo cuando gustes — bueno eso si me ayudaría.

—Si claro

— Me das tu número o yo...— un aclaramiento de garganta del hombre que esta del otro lado de la barra no lo deja terminar — ¿Sabes que tengo que hacer algo —. Se retira de la barra y lo veo salir del bar.

Mi irritación a nula cualquier timidez y me dirijo al hombre.

—¿Qué te pasa?, auyentaste a mi amigo — lo miró fijamente, pero luego noto como capto algunas miradas, Alexander viene rápido hacia a mí.

— Ire necesito que lleves esto a la bodega — me toma de los brazos y me señala una puerta a lo lejos, asiento con la cabeza sin entender. — Lo siento Astor es nueva — puedo escuchar antes de bajar por las escaleras.

¿Quién sera ese tal Astor?, el dueño es Belcebú eso tengo claro o a menos que hallan dos dueños, bueno si así debería disculparme por las dudas, aunque sé que no hice nada malo solo le pregunté.

Bueno admito que mi voz fue más de reproche.

Al subir de la bodega miro hacia la barra y ya no se encuentra Astor miro en todo el bar y parece que se fue, bueno en otra ocasión podre disculparme.

— En dos horas carreamos Ire — alexander regresa de una de las mesas.

— Esta bien — me muerdo la lengua antes de hablar. — ¿Puedo hacerte una pregunta? — alexander me dice que si — momentos atrás me dijiste que tenga cuidado ¿Por qué? — Él toma asiento.

Antes de hablar mira hacia todos.

— Eres nueva, como te dije antes este pueblo no recibe visitas y menos que venga gente a vivir — hace una pausa — hay secretos, que tiene que permanecer ocultos, pero este lugar no es sitio indicado para que hablemos de eso.

Estoy entre confundida y temerosa, si pude notar las miradas de todos hacia a mi, pero todo es normal, como cualquier otro pueblito que conocí en este último año y medio.

Somos interrumpidos por Belcebú que nos entrega un sobre a los dos.

— Tengo una reunión importante, les dejo su paga, Alexander quedas a cargo — no da tiempo a despedirse que sale a la calle.

Me parece un poco raro ya que son pasadas las dos a.m., pero bueno cada quien.

— Mira por ser tu primer día ya puedes irte — alexander ni cuenta el dinero y lo guarda.

—No como crees, no puedo dejarte solo — menos en mi primer dia.

— No te preocupes, ya no vendrá nadie más, además prácticamente soy el gerente — me rio por eso ultimo.

—Está bien, te dejo mi número por cualquier cosa, además me gustaría que si me podrías hablar más del pueblo.

Me quedo con la curiosidad pero el sueño es mas fuerte, agarro mis cosas, hago un saludo general antes de salir del bar, me lo devuelven con miradas.

La noche está muy fría, miro hacia mis lados porque siento una extraña vibra en el ambiente así que subo rápido a mi coche.

Cuando llego al hotel no me recibe nadie, bueno como dijo alexander si no están acostumbrados a visitas no deben de tener cuidados a dejar las puertas abiertas.

Subo a mi habitación y lo único que visualizo es mi cama, estoy tan cansada que lo que solo me saco es el abrigo antes de tirarme a la cama y dormirme.

Cuando son las diez de la mañana me levanto de la cama, me ducho y me preparo para salir, tengo que ir a desayunar o bueno encontrar una cafeteria, además también debería de hacer compras.

Cuando bajo el ascensor recibo un mensaje de mis padres antes de que pueda responder, choco con alguien.

—Perdon no te vi — digo inmediatamente al levantar la mirada y me quedo sorprendida de quien es.

Astor vestido de traje.

—¿Qué haces aquí? — pregunto confundida.

— Es mi edificio — es lo único que menciona y entra al ascensor.

Me quedo congelada antes de retomar mi caminar, ¿qué le pasa a ese hombre?, encima es su edificio, donde vine a parar cuando salgo y miro si hay algún cartel que de indicio de quien puede ser el dueño.

Pero no hay nada.

Me subo a mi auto y recibo un mensaje de Alexander así que le respondo para que quedemos para desayunar.

Espero que me mande ubicación y pongo la radio.

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Buenos dias corazones disfruten el capitulo de hoy y si les gusto pueden dejar su voto.
Lxs quiero.✨️🤍

Un vínculo oscuro (Borrador) Where stories live. Discover now