No pensé que serías tú *completa*

5to.Epilogo lo mejor de la vida

Aqui esta, creo que con esto, calmamos las ansias y podemos imaginar la vida al final del tunel...

La cortina dejaba filtrar el sol y la brisa marina que traía consigo el olor al verano. La vista se dificultaba al abrir los ojos por la inmensidad de la luz, Ana quiso girar para acomodar mejor su cabeza y seguir durmiendo, pero al hacerlo se encontró atrapada en un par de brazos que la sostenían fuertemente.

Una risita se escapo de sus labios al percatarse que bajo las sabanas estaba desnuda, las actividades hasta altas horas de la madrugada los había dejado exhaustos,  que durmieron en los brazos del otro sin una prenda de por medio, una sensación maravillosa pero que actualmente era muy peligrosa.

-Cariño - Ana se giro como pudo para mirar al hombre que la tenia fuertemente envuelta en sus brazos - amor - empezó a regar besos sobre el apuesto rostro que empezaba a aflorar una sonrisa al contacto - debemos despertar - decía entre suaves besos a esos labios que hacían maravillas por su cuerpo - en cualquier momen...-pero su discurso fue cortado por esos mismos labios ansiosos que empezaron a devorar su boca como si fuera un ahogado por aire, y Ana por supuesto no se resistió, nadie en sus cabales se resistiría a este hombre que con solo rozar sus manos prendía su cuerpo cual un arbolito de navidad.

Christian sonreía entre besos mientras con delicadeza acariciaba el cuerpo de su esposa, con las yemas de sus dedos deslizándose por su suave piel al pasar dejaba rastros de piel enchinada, que lo volvía loco sabiendo que eso indicaba que su esposa estaba a su merced, como siempre, como cada noche y día desde que habían decidido unir sus vidas, en un movimiento ya se encontraba sobre su mujer, la sabana ya se había escurrido hacia un rincón y su esposa lo tenia rodeado de las caderas con sus piernas, incitándolo a llegar a lo más profundo de su ser, un  pensamiento se coló en su mente unos segundos, ella decía algo de despertar, y claro que había despertado él y parte de su anatomía, al encontrarse rodeado de la piel caliente y suave de Ana, se puso en posición, retrasando lo mas que podía el momento de hundirse en ella, entre besos, escuchaba los suspiros anhelantes que ella lanzaba, y sonreía victorioso, sabia que la volvía loca, sabia que la llenaba de deseo, de anhelo, pero esto es solo una parte de lo que él sentía cada vez que estaba a su lado, ella hacia que su mundo se diera vuelta y volviera a su eje

-Christian - gemía Ana, mientras apretaba su agarre a las caderas de su esposo - por favor....

-Por favor que? -decía ronco, su voz quebrada de deseo.

-Hazme el amor... - decía ella, mordiéndole suavemente su lóbulo, causando escalofríos en él.

-Sus deseos Sra. son ordenes - y así lo hizo, entro en ella y se sintió maravilloso, el movimiento empezó suave y decadente, pero al pasar los minutos se volvió urgente y hambriento, insuficiente, ella seguía ejerciendo presión, él sabia que ella quería el control, y quien era él para negarle algo que también lo volvía loco, en un giro la dejo sobre él  - soy tuyo - le dijo entre suspiros, mientras la sujetaba fuertemente de las caderas.

Ella no necesito más, se elevo hasta dejarlo con una de las mejores vistas de su vida, su hermosa esposa, desnuda, tomándolo con pasión a la luz filtrada del sol, la imagen digna de ser enmarcada como un cuadro de un ángel de lujuria, pero ese ángel era solo para él, solo para sus ojos, ella era suya, solo suya. Ana siguió sus movimientos, marcando el ritmo que sabia a ambos gustaba, se conocían bien, sabían como complacerse, como amarse, como adorarse, ya no había secretos entre ellos, lo único que había era amor.

Unos golpes en la puerta hicieron que su concentración momentáneamente se viera interrumpida.

-Tiene seguro? - pregunto ella mientras volvía a moverse, recuperando el ritmo perdido.