No pensé que serías tú *completa*

Cap. 15 Amistad Rota

 Amistad Rota

Semanas después…

Ya estoy instalada en mi nuevo departamento y debo decir que es un sueño. Me mudé a un departamento que está en Nine & Pine 1601 9th Ave, Seattle, WA 98101, es un apartamento de una habitación, es perfecto para mí y está muy cerca de la empresa, por lo que voy caminando todos los días.

La empresa ya está encaminada, con Mía terminamos de armar las propuestas de presentación para los clientes. El departamento de Marketing está funcionando, Mía está a cargo de Relaciones Publicas, Comerciales y Marketing, lo suyo son las presentaciones, yo me encargo de toda la parte administrativa, y negociaciones, soy la que cierra los tratos, Rob me asesora en la parte Legal y Christian es el asesor financiero.

Christian y yo no hemos tenido una conversación a solas desde la vez que hablamos en NY, muchas noches miro el whatapps y lo veo conectado pero no me animo a escribirle, somos amigos y todo pero cuando estoy cerca de él o cuando hablo con él siento que me falta el aire y es algo raro, no quiero hacerme ilusiones o sugestionarme a algo, aparte él tiene novia.

Y esta también Jack, él muy imbécil se apareció en casa a querer solucionar las cosas, por suerte yo ya había hablado con mi hermano y mi padre, así que pude echarlo sin complicaciones, él sigue insistiendo pero yo lo único que deseo es olvidarlo.

-Ana – Mía interrumpe mis pensamientos entrando a mi oficina, esta impecablemente vestida, con un vestido blanco al cuerpo – terminaste la lista de clientes potenciales? – tecleo en mi computadora buscando el archivo, ella se sienta enfrente a esperar, cuando suena el intercomunicador.

-Ana, te busca Kate Lincoln – Miro extrañada a Mía, Kate no ha hablado conmigo en más de un mes.

-Gracias Hanna, podrías decirle que pase?.

-Ok –segundos después la puerta se abre y entra una Kate despampanante con un vestido negro estilo Jackie al cuerpo, una cartera a la altura del codo, lentes negros oscuros, cabellera rubia, recogida en un moño y un sombrero negro con blanco a juego.

-Ana – pero cuando ve a Mía se para en seco y se saca los lentes – pensé que estabas sola – lo dice de una manera cortante e hiriente, veo que Mía se encoje ante el comentario, la verdad entorno la mirada hacia Kate – Hola Mía, es que necesito hablar a solas con Ana.

Mía sonríe políticamente y luego me mira – envíamelo por correo por favor – y sale de mi oficina sin mirar a Kate, creo que se ofendió y con razón.

Kate viene y se sienta frente a mi escritorio, con una gracia digna de una princesa se quita el sombrero y lo pone al costado de su brazo, yo tengo un traje de pantalón y chaqueta, pero al lado de Kate me siento una indigente, ella deja su bolso sobre su regazo.

-Parece que Mía está un poco susceptible – dice como comentario al margen.

-Fuiste un poco ruda…

-Me disculpe y le explique.

-No, le dijiste que necesitabas hablar conmigo, jamás te disculpaste – hace un gesto con la boca y siento que estoy hablando con Audra Kavanagh.

-Ya se le pasará. - Suspiro profundamente, esta conversación ya inició incomoda y dudo que se ponga mejor, así que debo ir al grano, enderezo los hombros y le doy una media sonrisa.

-En que puedo ayudarte. - Me mira fijo y sin pestañear habla

–Porque volviste Ana?

Y sinceramente su pregunta me toma por sorpresa y siento como un balde de agua fría acaba de caer sobre mi cabeza.

-perdón? – le digo todavía confundida, ella me mira sin parpadear y acerca su cuerpo más hacia el escritorio.

-Porque volviste? Porque ahora?

-Kate, no entiendo….

Ella suspira – las cosas con Elliot no están bien y tu vuelta lo ha empeorado todo, así que quiero saber, porque volviste?, viniste porque te enteraste que nosotros no estábamos bien?

No contesto, sinceramente estoy muda, y dolida, en serio ella cree que yo volví porque me enteré que su matrimonio estaba mal?

-Quien te lo contó?, te lo dijo Mía? O fue Robert? O incluso el mismo Elliot?

Levanto la mano para hacerla callar mientras busco mi voz interior, estoy pasmada.

-De donde sacaste eso? – digo casi en susurro, en serio me duele que piense eso.

-Pues, me parece muy extraño que tantos años estuviste alejada y ahora justo cuando las cosas no están bien entre nosotros tú te apareces…

-Quien eres?

-No entiendo…

-Tú no puedes ser mi amiga Kate, porque mi amiga sería la última en pensar eso de mí.

-Vamos Ana, tu saliste huyendo de mi boda, te recuerdo que ni siquiera te despediste, una notita y adiós, ni siquiera pudiste soportar toda la ceremonia porque te dolía que Elliot me eligiera a mí y no a ti.

Cada palabra esta dicha con desdén y odio, fue siempre ese el sentimiento que tuvo ella hacía mí? O había cambiado en estos años?

-Te juro que no puedo creer lo que sale de tu boca, tú sabes que precisamente para evitar crear cualquier conflicto entre nosotras me fui, en ese momento era muy difícil para mí estar cerca de Uds.

-Y ahora, que hizo que cambiaras de parecer, y no me vengas con el cuento de que Jack te abrió los ojos, se perfectamente que no estabas enamorada de él, se te nota.

-No, no fue Jack, simplemente maduré y me di cuenta de que Elliot había sido el amor de juventud y solo eso, no estaba enamorada de él.

Kate lanza una risa falsa.

-Por favor, años estuviste enamorada de él, para ser exacta casi 10, y ahora me vas a decir que en los dos años que estuviste fuera te diste cuenta que no lo amabas y que todo fue un mal entendido.

-no, te estoy diciendo que…

-Sabes qué?, no me interesan tus explicaciones, ya veo que no me vas a decir la verdad, ni del porque volviste, así que solo quiero dejar una cosa en claro, Aléjate de mi marido, aléjate de mi familia, no pienso dejar que destruyas lo que tengo.

-Estás loca? – Me levanto de mi silla y apoyo las manos sobre mi escritorio – jamás he tenido la intención ni de meterme con tu familia ni destruir tu matrimonio, eres una de mis mejores amigas por Dios Santo, no sé qué bicho te pico…

Kate ríe irónicamente – Elena tenía razón - y se levanta de su silla – obviamente vas a mantener tu acto de mosquita muerta que no hace daño, pero sabes que, ya no te creo, sé de lo que eres capaz.

-De que hablas?, que Acto?

-Por favor Ana, la noche que Elliot me beso por primera vez, te acostaste con Christian por despecho, jugaste con él, sabiendo que a él le gustabas, eres una arpía que no le importa otra persona que sí misma, y pensar que yo creía que eras mi amiga.

Me siento de golpe en mi silla como si me hubiese pegado en la boca el estomago – de donde…

-Elena me lo contó, Christian estaba muy mal, pero gracias a Dios ya se olvidó de ti y encontró una buena mujer.

Miro a Kate y no puedo creer que ella sea la que me está hiriendo tanto.

-me doy cuenta que fue un error venir, como te dije, no te quiero cerca mío o de mi esposo, espero te quede claro.

Me mira una última vez, se pone sus lentes y su sombrero y sale de mi despacho, yo me quedo atónita mirando la puerta, no puedo creer que ella piense eso de mí, esa no es mi amiga, alguien le ha llenado la cabeza….

-Elena – digo en voz alta, esa mujer es capaz de eso y más, pero como supo lo de Christian y yo.. y no tengo mucho que pensar, sé quien se lo dijo, me levanto de mi silla tomo mi cartera y sin explicar nada salgo como rayo de la oficina sé a dónde debo ir.