resurrección de dos sanguinarios

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Por la mañana en la casa de Alemania se escucha una discusión cómo se volvió costumbre hace un par de semanas

-no me importa lo que quieras, ya arregle con Rusia-

-¿Que mierda tienes en mi contra? Si quieres verme sufrir solo clavarme un cuchillo en el corazón-

dijo dramatizando golpeando con los puños cerrados en su pecho simulando apuñalarse

-no seas dramático, es solo un almuerzo para hablar y llegar un acuerdo de no matarse-

- simple, ente no se puede, el no es capaz de aceptar que no me puede matar y yo que digamos no estoy bien de la cabeza-

-no me interesa, tendrás que aceptar y comportarte como la gente decente-

-....no creo-

-es para tu bien, no puedes vivir toda tu vida con odio y resentimiento-

-te demostraré que se puede-

-no te eh pedido nada este mes, solo es un pequeñísimo favor-

-me rehusó -

- la vida no funciona como uno quiere así que no puedes negarte-

-entonces voy a escapar-

-no puedes irte y fingir que no pasó nada, eso es de cobardes-

-estoy siendo prudente y evitando una masacre-

-no me interesa-

-soy un hombre ya puedo tomar mis decisiones-

-vives en mi casa, te estoy manteniendo así que me haces caso, el papel de hombre es mio-

Reich lo mira molesto, se cruza de brazos para caminar mientras murmura cosas incomprensibles, Alemania lo seguía con la mirada, no hacia faltas palabras para saber que no tolera el comportamiento infantil de su padre. En cuanto Reich paso cerca de Alemania este lo agarra por la cintura 

-¿que mierda quieres?-

-¿te vas a enojar por esta tontería?-

-si-

-vamos a sentarnos así hablamos mas cómodos-

-no hay nada que hablar-

Alemania alza a Reich, lo lleva hasta sala de estar estando allí se deja caer en el sillón con su padre en las piernas  

-ahora si-

-ni lo pienses, me largo-

intento escaparse pero Ale lo sujeta de la cintura y coloca su mentón en su cabeza

-vamos papá es una cena para conocerse mejor-

-conozco muy bien a ese bastardo por eso quiero matarlo-

forcejea el agarre de Alemania pero presiona con mas fuerza

-quédate quieto o me aras que te lastime-

-ja! como si pudieras hacer eso-

-no quiero pelear-

-¡entonces suéltame!-

-solo quiero que estés bien, no tienes idea de cuanto sufro cuando te dejo solo en casa, pensando en URSS metiéndose en casa y lastimándote, no quiero perderte otra vez-

Lo abraza con fuerza hundiendo su rostro en el cuello de este, Reich sentía como respiraba agitado, relaja su cuerpo, posa su mano el la cabeza del contrario terminando atrapado en las greñas de Alemania  

- no tienes que preocuparte, ya soy una persona grande que puede defenderse-

-pero te veo tan pequeño y frágil, me dan ganas de tenerte encerrado para que dependas completamente de mi, que solo seamos los dos-