- "Desde esa noche en la que Negan lo arrodilla al suelo y en medio de su juego infantil con fines traumáticos, entre tantas cabezas, elige la de él como su segunda victima por los actos de Daryl contra el salvador; Carl Grimes, el unico que llega a...
Después de aquel día, ahora hablo con Michonne sobre cosas triviales y a veces nos desviamos con chistes malos que solo a nosotros dos nos causa gracia. Hablamos por un buen rato hasta que me dijo que ella tenía que ir con mi padre con la ayuda de la recolecta de las provisiones para la comunidad y para la de Negan.
Se fue y me dejó solo en la habitación, y el recuerdo de aquella noche se hace tan notorio que mi cuerpo reacciona de la misma manera que en ese momento, ese dolor en el pecho por el miedo y la adrenalina, volteo a ver hacia la ventana con tal de distraer mi traumada mente y aquel recuerdo se esfuma cuando veo que Enid se dirige al muro que está detrás de mi casa; salgo corriendo de la vivienda y llego hacia el muro en donde todavía la puedo ver subir con ayuda de unos tubos.
—¿A dónde vas? —la interrogo mientras la veo de espaldas, preocupado por lo que puede llegar a pasarle fuera de los muros —, Enid, cariño ¿A donde vas? sabes el peligro que corre detrás de estos muros.
—Estaré bien —responde enfurecida, extrañado de su tono tan enojado —, tengo mejor puntería que tú —escupe con descaro, y sé a lo que se refiere; me muerdo el labio y bajo la cabeza decepcionado, sin entender por qué la represalia en mi contra —, no necesito que nadie me salve —espeta y sigue subiendo el muro.
—Ve con cuidado —digo sin más y solo me quedo expectante de como sube sin dificultad aquella barrera. Veo que se detiene y me voltea a ver con arrepentimiento.
—Lo siento —implora, parando de subir el muro solo para verme.
—No —niego firme sus disculpas en toda su cara —, no te salvaré si eso es lo que buscas, Enid. Adiós —me retiro del lugar y Enid también se va.
Tomo el coche que hace días me he traído para venir hasta acá y lo arranqué, satisfecho de que aún tuviera gasolina. Gabriel me hizo el favor de abrir las puertas y le agradecí por ello, pisé el acelerador y salí de la comunidad directo a Hilltop, dónde posiblemente ella iba a ir ya que normalmente ahí va ya que en esa comunidad está su madre.
no fueron tantos kilómetros viajados hasta que la vi a lo lejos, montada en bicicleta en medio de una gasolinera abandonada, y un caminante iba trás ella; pisé con más ganas el acelerador y fui directo hacia el caminante, lo pasé chocando con tanta fuerza que paso por encima del carro hasta que terminó detrás del mismo, en el retrovisor vi que aún así se levantó, le di retroceso para estrujarlo contra la pared hasta que la sangre podrida salpicara el vidrio de atrás.
Enid desenfundó su navaja y se acerca a paso lento al vehículo, bajo el vidrio y sonreí en forma de saludo, algo que pude notar que no le agrado.
—Eres un buen conductor —alaga y camina de nuevo a su bicicleta.
—¡Enid! —grito su nombre y seguido abrí la puerta de acompañante, por la cual veo como ella se asoma, con confusión —. Te llevo a Hilltop —ofrezco y me mira unos minutos, luego solo toma asiento en el sillón y cierra la puerta tras de si.
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