5

360 20 13
                                    

El futuro indeseable

—¡Deja de moverte! ¡Joder!

—¡Sueltame hijo de perra!

Me niego hacerlo mientras le aprieto el cuello con todas mis ganas y fuerzas mientras Negan trata torpemente de intentar zafarse de mí, siento sus inútiles patadas ya que en cada una de ellas tienen un arma blanca incrustada. Sus fuerzas y las mías se van agotando, pero las de él son por la falta de vida que poco a poco le voy arrebatando, vida que deseo con fuerza que se acabe.

—Por Glenn, por Maggie —menciono entre dientes mientras se lo digo en el oído, sonriendo plenamente cuando escucho como trata de respirar, pero se ahoga.

Soñar despierto era encantador cuando se trata de tus anhelos. Y sí, eso es lo que quiero, matar a ese hijo de puta, acabar con todo y ser honrado y temido por todos al saber que fui yo quien asesino al hombre que los tenía como siervos en un estrecho campo, voy a lograrlo.

Varios salvadores se llevaban demasiadas cosas de la comunidad; cajas, fruta, armas, bebidas. Todo. En un espacio observo una cantidad de salvadores que van de guardias en el camión, esperando el momento para entrar en el sin problema de ser visto.

—¡Hola perro! —me sobresalto y caigo de espaldas al ver que nada más y nada menos que Ulises se acercó a mí de manera tonta —¿Qué haces aquí? ¿me extrañaste acaso? -pregunta mi amigo, susurrando y aún no logro darle una respuesta por el susto —. Te recuerdo que te estoy viendo desde aquella colina.

—¿Viste todo? —pregunto avergonzado.

—Sí que si, ese beso hasta a mi se me antojo —confirma coqueto, resoplo pesado y niego con la cabeza —. ¿Pero tú de que vas héroe? Sé que vas por Negan, voy ayudarte.

—No.

—No te estoy preguntando perro, voy —terco como siempre, hablar con él era como hablar con la pared cuando él se propone algo, mayormente estúpido.

—Mierda, eres tan necio —él asiente orgullo —, ¿Sabes disparar? —nuevamente asiente —. Bueno, busca una manera de distraer a los salvadores.

Se va del lugar y con pasos silenciosos se va a otro arbusto en donde encuentra una pistola; lo veo expectante de que va a hacer y me sorprende la manera en la que se puede mover de un lado a otro sin causar tanto ruido. Escucho un disparo y por instinto me agacho al suelo por tal de protegerme, volteo en dirección al sonido y veo como Ulises nuevamente corre hacia mí.

—¡Vamos, vamos! —lo agarro del brazo y me lo llevo hacia el camión donde se supone que tendríamos que estar.

Salto primero y yo le doy la mano para que pueda subirse, volteamos hacia atrás y lo primero que se nos ocurre es ir en busca de un buen escondite; tomé la parte derecha del camión donde podía meterme sin problema y agradecido de tener las armas a mi lado, Ulises toma la izquierda y se escabulle en un espacio reducido y oscuro detrás de unas cajas.

Siento una mirada, asustado por saber quién era, me quito el sombrero para no sobresaltar y me asomo poco a poco para ver quién era el dueño de la mirada, a lo lejos veo quien es: Enid me mira con miedo y preocupación, sus ojos esmeraldas más abiertos de lo normal. Agito la mano en forma de despedida y luego me acomodo en mi escondite

—Oye guapo -escucho la voz de Ulises... De nuevo.

—Dios, Ulises, ¿qué carajos quieres ahora?

—¿Te recuerdas cuando te bese y me pediste más? —aquella pregunta me avergonzó de una manera brutal, aún sabiendo que solo era uno de sus juegos.

ASESINO SERIAL || C.G +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora