La Costa | Valentín Barco

𝟐: 𝑷𝒓𝒆𝒅𝒊𝒐

-Valentin.-Dije acercándome a su grupo haciendo que todos me miren.

-Ya vino la virgen maría.-Hablo Lautaro.

-¿Podemos hablar?-Pregunte ya que estábamos en el recreo y cuando entremos al aula no íbamos a poder.

-No habla con gente fea.-Respondió Santino otro de mis compañeros haciendo que todos se rían.

-Shhh.-Dijo el colorado pegándole un codazo.-Si.-Respondió dejando solo a mis compañeros.-¿Que pasa?

-¿A la noche estás libre?-Pregunte.

-Si, te dije que siempre ¿Prestas atención cuando te hablo?-Pregunto.

-No.

-Bueno ¿Para que queres saber?

-Para ir a tu casa.-Dije.

-¿Tu mamá te dejo?-Pregunto.

-Si.

-Ah bueno, bien entonces...nos volvemos del cole juntos y me ayudas con los trabajos.-Respondió.

-Dale.-Dije para después dejarlo volver con su grupo y yo irme con el mío.

-¿Le vas a decir lo de Agustín?-Pregunto Martu.

-Obvio, ahora que me dieron la idea no lo pienso ayudar gratis...mi generosidad con el no llega a tanto.-Respondi haciendo que Luciana se ría.

El timbre tocó así que volvimos al aula, tuvimos dos horas de inglés por lo cual no se me complicaba nada la materia así que termine todo rápido y fácil.

Apenas salimos del colegio despedí a mis amigas y me quede esperando a Barco afuera pero no salía, habrán pasado quince minutos y nada hasta que por fin lo veo salir.

-¡Dale barco! ¿Que estabas haciendo ahí adentro?-Pregunte.

-Había quedado en verme un rato con una chica a la salida, no tarde tanto...no exageres.-Respondió caminando conmigo hacia su casa.

-¿Que chica?-Pregunte por curiosidad.

-Que te importa, métete en lo tuyo.-Respondió haciéndome rodar los ojos.

-Pero decime al menos de que curso...

-La del sexto de la tarde, ¿Feliz?

-¿De la tarde?-Pregunte sorprendida pensando quien podría ser.-¿Es una rubia? ¿Pero como conoces a los de la tarde?

-No te voy a decir más.-Hablo.-Ah...me olvide de decirte algo.

-¿Que?-Pregunte.

-So.

-Dale idiota.-Dije empujándolo pero no lo moví de su lugar.

-Cuando llegamos a mi casa vamos a comer algo y después al predio.-Hablo.

-¿Vas a entrenar?-Pregunte.

-Si, te dije que solo estoy libre a la noche.-Dijo.-¿No te molesta venir?-Pregunto.-Porque vas a estar aburrida en mi casa esperando a que salga...mi vieja tampoco va a estar.

-Esta bien, voy con vos no tengo problema.-Respondí.

[...]

Cuando llegamos a su casa almorzamos algo y después nos paso a buscar la mamá de Valentin para ir al predio.

Nos dejó a una cuadra del lugar por lo que tuvimos que caminar, apenas entramos el se fue directo para el vestuario a vestirse con la ropa de entrenamiento ya que no quiso en su casa porque sino no llegaba.