Capítulo 18 El nuevo visitante

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A la mañana siguiente el día de hacía fresco sin llegar a cálido o frío, la noche fue de lo más placentero pasar cerca de la fogata, abrazados y contando historias que ayudaron a conciliar el sueño.
Esa sensación de cuando está el clima de esas características para no querer salir de la cama y permanecer tapado o comiendo algo delicioso y caliente. La idea de levantarse y no seguir disfrutando no parecía de lo mejor, sin embargo para ser la líder de su equipo debía de dar el paso siguiente.
Con la compañía de Nick que se dispuso a levantarse temprano, cada paso se le hacía un esfuerzo innecesario pero gratificante de escuchar las historias de Lil, mientras caminaban por el bosque en busca de nuevos recursos frutales y de algunas ramas gruesas que son para crear armas. Solo la seguía y escuchaba sin decir nada, la vos suave y angelical lo mantenía embobado cuando la escuchaba reír de algo gracioso; observando que llegaban a un campo de flores, corto unas cuantas para dárselas con amabilidad.
Diferentes colores y aromas de campo, un gesto que sonrojo a la pelirroja.

-Gracias Nick.

-No conozco mucho de flores, pero yo siempre te veré como la más hermosa.

Su acento inglés, sus gestos y su armoniosa compañía de tenerlo le reconfortaba. Tomando lo necesario, dieron marcha atrás pero a un paso lento, disfrutando de estar a solas, juntos.

Llegando al campamento notaron como un grupo de jóvenes se reunían al rededor de una pequeña criatura que los visitaba desde la noche. Regalando le pequeñas frutas: uvas, fresas y hasta trocitos de pancakes con miel. El pobrecito animalito, regordete y simpático ya no sabía que bocadillo probar.
-¿Qué clase de animalito es? -tocando y acariciando su suave y esponjoso pelaje.

-¡No lo toques, podría morderte Hanna¡ -exclamó Colin

-Es una marmota. En mi rancho tenemos de esas, descuiden no son agresivas y mucho menos peligrosas. -informo Ashley

-No se si en Australia tengamos de esos... pero se ve delicioso, me encantaría darle una probada a esas regordetas piernas. ¡Royer trae una trampa!

-¡No, que les pasa! !No ven que es como una ardilla regordeta! -dijo Hanna mientras pellizcaba los cachetitos del roedor.

-¡Ya sé! Deberíamos ponerle un nombre... Que les parece, Punci.

-¿Punci? Que feo nombre le diste Ashley. -se quejo el más bajito-. Deberíamos llamarlo Pepe.

-¿Dónde está la ardilla gigante?

-¡Hey Roy! Ni se te ocurra hacerle daño a ese pequeñín, por qué yo misma te encierro en una jaula.

-¡Está bien! Que aburrida eres. Oye enano, por qué mejor no lo llaman Amy la dientuda. -rio a carcajadas.

Un codazo en el estómago que le quitaron las ganas de seguir riéndose, la multitud crecía y pasaban a darle caricias al animalito. En ese instante Gabby tubo un mejor nombre para la mascota del campamento.

-Deberíamos llamarlo... Rodolfo.

-¿Cómo el reno? -interrogó Ellie

-Tiene una nariz tan respingada y es muy gordito y suave. -expreso apachurrando con ternura al animalito cuál peluche.

Aceptando el nombre y al nuevo miembro del campamento, le colocaron una playerita y lo acomodaron cerca del nuevo horno que estaba a punto de secar.
Esperar a que el horno terminará de secarse; fueron unas merecidas Vacaciones para Miriam y su aprendiz que procuraban tomarse la mañana de descanso. Recostando se sobre una cama acolchonada, se quedó dormida y relajada de saber que cualquier asunto se podría resolver con Jake.

Tomando su taza de té, recargando su cabeza sobre una mano mientras observaba desde su asiento al sorpréndete agente. A penas y podía parpadear o incluso llegar a escuchar cuando sus amigas le contaban hacerca del nuevo animalito.

Campamento Desventura el libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora