Capítulo uno

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Daniel era un niño de aproximadamente 8 años que vive en Springland, junto con sus padres y niñera, él va a la primaria y estudia junto con su vecino y mejor amigo, Liam, Daniel lo único que quiere es que sus padres lo traten como a un hijo, pues ellos nunca le prestan atención, siempre están trabajando y el pequeño lo único que quiere es que sus padres estén un tiempo con el, que no olviden su cumpleaños, que no lo golpeen cuando habla sin pedir permiso, cuando grita al estar asustado, cuando no saca la nota máxima, etc.

Lo único que él quiere es sentir el amor de sus padres, saber que ellos están orgullosos de él, lo único que quiere es ser feliz, que sus padres sean felices.

Ya habían pasado meses desde que Daniel cumplió 8 años, ya casi cumplía 9 años pero una mañana cuando los pájaros cantaban y el sol brillaba, el joven niño se despertó rápidamente pues los padres tocaban a su puerta, se puso la bata para cubrirse la pijama, busco sus pantuflas, se las puso y salió a abrir la puerta para saber por que sus padres lo necesitaban, al abrir la puerta se dio con la noticia de qué irían a Ice City por su cumpleaños número 8.

Daniel se quedó callado, si corregía a sus padres lo más probable es que recibiera una golpiza por parte de ellos así que solamente asintió feliz y les agradeció, cerró la puerta después de qué ellos se hayan ido y se sentó en el suelo.

—Dios... padre y madre... ellos están tan ocupados que no se han dado cuenta que ya casi cumplo 9 años pero por primera vez... ellos recordaron mi existencia sin necesidad de alguien más —el pequeño sonrío feliz pensando que al fin sus padres le estaban dando importancia—. Oh, no hay que perder tiempo.

Daniel rápidamente empezó empacar las maletas, pues sabe que a sus padres no le gusta la tardanza, mientras que empacaba su ropa pensaba "¿mis padres ahora tienen tiempo para mí?¿pronto seré un niño normal?¿mi mejor amigo estará bien si mi?¿El me extrañará?" Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por su niñera.

—oh, perdóname Nana, le pongo atención.

—Le decía joven amo, su maleta usted mismo la preparó y ya está vestido, su desayuno está en el comedor y ya le avise a su compañero de juegos y estudios que no estará disponible por los próximos días.

—Muchas gracias Nana, ya puede descansar.

La niñera asiente con la cabeza haciendo una reverencia y se retira de la habitación del joven dejándolo solo.

~•~

Daniel esperaba en el aeropuerto bastante emocionado, pues viajar a un país desconocido sonaba interesante.

Pero una de las cosas que más me alegro fue qué al hablarle a su madre tartamudeo un poco y no lo corrigieron dándole una paliza o dándole golpes con una regla de metal en la boca, quizás los padres del niño al fin lo trataran como a un hijo.

Sus lindos pensamientos fueron interrumpidos por su padre el cual lo llamaba para abordar el avión y así poder llegar a Ice City, donde celebrarían el cumpleaños número 8 del joven niño.

—Ya voy padre —Se levantó de la banca en la que estaba sentado agarrando su maleta y fue rápido junto con su familia y así subir al avión—.

~•~

Después de largas horas el avión por fin llegó a su destino, Ice City, un país bastante frío, cubierto por la blanca nieve y hermosos paisajes, sus padres no perdieron tiempo, pidieron un taxi que los llevara a una dirección muy particular por así decirlo.

Akim Where stories live. Discover now