•-ℂ𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟞

912 129 23
                                    

Vi que varios de ellos se acercaban a toda velocidad y se transformaban cuando Optimus se detuvo para que bajáramos. No había mucho que decir, estábamos en medio de la nada con una raza alienígena que probablemente podía aplastarnos, pero decidimos confiar.

Cade fue el primero en salir, siguiéndolo Tess, Shane y finalmente yo, que tuve que sujetarme antes de bajar para no caerme. No sé porqué sentía que ahora era más alto, aunque sólo haya cambiado su apariencia física.

Y ahora que los miraba detenidamente, varios de ellos se veían completamente diferentes. Cuando miré alrededor, ya había varios de los autobots transformados, el primero en hablar fue uno de color verde, quien se acercó rápidamente a su líder cuando Optimus se detuvo para dejar que bajáramos primero.

—El gran líder de la galaxia libre ha vuelto. Sabía que los lograrías, jamás lo dudé —le dice.

Luego otro de ellos se acerca y da una reverencia de respeto, este era de color azul, que a diferencia del verde, se veía más bien como... un samurai metálico.

—Recibimos tu aviso, hemos estado esperando.

—Hay que festejar, la pandilla está unida otra vez —otra voz se une a la conversación, y desvío la mirada a otro grandote que estaba recostado en una gran roca.

Por alguna razón se veía chistoso con todo ese montón de armas a su alrededor, aunque pronto comienza a caminar hacia nosotros, y deshacerse de alguna de ellas, mientras que otro de ellos de color amarillo se transformaba a lo lejos.

Esta vez Optimus comienza a transformarse, y nosotros nos alejamos ligeramente para darle su espacio. Veo como todas sus piezas empiezan a encajar perfectamente en cada espacio de su cuerpo y... es inaudito. Definitivamente ese no era el Optimus que había conocido en el granero.

Aquel aspecto viejo, descuidado... se había ido por completo, al contrario, ahora que lo veía con más cercanía y dejaba ver su nueva forma se veía tan atractivo. Su cuerpo se mostraba más moldeado, y humanoide. Hasta me atrevería a decir que detrás de todas esas capas metálicas, si no fuera porque era un autobot, diría que al ojo humano, tendría perfectamente unos músculos fuertes y un cuerpo de ensueño.

—Los humanos nos pidieron jugar bajo sus reglas —empieza con firmeza—. Pues bien, las reglas acaban de cambiar.

No puedo dejar de verlo. Intento pero no puedo.

¡Me llamarían loca si expreso todo lo que se me pasa por le mente ahora mismo! Pero por alguna razón me siento extraña, mis ojos no dejan de escanearlo, e inevitablemente muerdo mi mejilla por dentro, reconociendo que no lo estaba viendo precisamente por admiración a su raza.

Me gustaba verlo de otra manera. ¡Y por supuesto que estaba mal! Mal, mal, mal.

—¿T/N te encuentras bien? —me pregunta Tess cuando gira su mirada a mí.

—¿Por qué no lo estaría? —aclaro mi voz, tratando de borrar los pensamientos que tenía hacía unos segundos.

—Tus mejillas están rojas —me dice preocupada.

Mierda, eso significa que me había sonrojado. ¡Estupida! Soy una estupida.

—... es el bochorno del desierto —miento.

Aunque podía ser una excusa válida, después de todo el clima estaba muy caluroso.

—Los humanos son unos traidores malnacidos —prosigue el más grande de ellos, soltando unas armas al suelo.

—Hound, escucha tu yo interior, la lealtad es una flor frente a los vientos del temor y la tentación.

Yo reí interiormente cuando el autobot azul mostró un rostro pacífico, mientras recitaba esa curiosa frase. Parecía ser el más tranquilo que los demás.

Cᴏ́ᴅɪɢᴏ 365 [Oᴘᴛɪᴍᴜs Pʀɪᴍᴇ | Tʀᴀɴsғᴏʀᴍᴇʀs] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora