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El fanático se encontraba animando a su Rick como podía, el condenado estaba chillando y poseía vendas en los brazos.

Morty ya sabía el porqué tenía eso y por más que el emo no quisiera preocuparlo, era más que evidente que no estaba bien y que si tal vez, el fanático no estuviera ahí con el apoyándolo, ese Rick ya se habría ido de este mundo.

-Rick... debes de comer algo -Intentaba animarlo viéndolo completamente en la ruina.

El emo no contesto, morty pensó que lo que haría le desagradaria y volvería a ser el mismo; así que decidió darle de comer o intentarlo al menos. El emo no se negó a ser alimentado por el menor por más raro que parezca.

Una vez que había comido, morty se ka paso a su lado hablando por horas y horas de distintas cosas con la intención de que Rick se cansará de él. Pero no lo hizo; el emo respondía algunas cosas pareciendo estar mejor que antes.

Algo que lo alegro, no le gustaba ver a su emo favorito triste ni le gustaba imaginarse como se autolesionaba en su agonía.

Al final lo termino abrazando feliz de que el otro cambiase su semblante viéndose menos emo que antes.

Quizás el no sea el mejor morty, pero esperaba ayudar de manera positiva a ese caotico Rick.

la triste vida de un emo y su fanboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora