Vegetta self-saving system

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—Foolish, escúchame, hay algo muy importante aqui... — Vegetta acababa de comenzar a hablar cuando Foolish lo derribó de inmediato.

Se arrojó sobre Vegetta, quien cayó sobre la cama, su boca cerrada por un suave calor encima de él. No podía hacer el menor sonido y se vio obligado a mirar con impotencia mientras su rostro se ponía furiosamente más rojo por el momento. Foolish no tenía ningún sentido de restricción, y sus besos se hicieron cada vez más profundos como si fuera una pequeña bestia tratando de devorar a su presa.

Vegetta finalmente logró recuperar el aliento y le ordenó.

—¡Foolish, arrodillate correctamente ahora!

Foolish levantó los dobladillos de su túnica y cayó de inmediato en una perfecta postura arrodillada.

—¿Sabes por qué estás arrodillado ahora mismo? — preguntó Vegetta.

La espalda de Foolish estaba tan recta como una tabla mientras respondía.

—Este no es más que un humilde discípulo y, sin embargo, atacó a Shizun...

Vegetta lo reprendió.

—¡Quién te dijo que dijeras eso! Este maestro resolverá el asunto contigo más tarde. Cucurucho te dijo que entregaras la espada Corazón de Diablo. ¿y tú solo fuiste y se la entregaste? No recuerdo haberte enseñado a ser tal...

¡Tal niñita ingenua!

Foolish respondió: —No tenía otra opción. Además, no era nada particularmente importante, así que ¿por qué no entregarla?

¿No era nada particularmente importante? ¡Este tesoro todopoderoso por el que la mayoría podía llorar y sollozar, pero que ni siquiera podía vislumbrar! Incluso una montaña de riquezas no podía hacer frente al hijo pródigo.

Vegetta habló: —¿Te detuviste a pensar para qué podría querer la espada Corazón de Diablo? Desde el extremo norte del país hasta las fronteras del sur, tanto para la Cumbre Karmaliense como para el Palacio Huan Hua, ¿consideraste el tipo de amenaza que podria generar?

—¿Está Shizun enojado conmigo por entregar la espada Corazón de Diablo por preocupación por todos estos lugares? ¿O tal vez solo porque tienes miedo de involucrar a la Cumbre Karmaliense?

Su tono era más como el de una muchacha petulante, una que estaba siempre aferrándose a su pareja y preguntando: "¿Realmente me amas? ¿Amas tu carrera más de lo que me amas a mi?" Vegetta estaba a punto de regañarlo de nuevo por el grado de peligro en cuestión y obligarlo a volver al tema principal, pero se tragó rápidamente sus palabras.

A través del biombo, pudieron ver destellos de luz de antorchas mientras una patrulla de demonios pasaba. Y podian oir el aullido de los lobos, los crujidos del ganado y los bajos, hambrientos murmullos de voces.

De alguna manera parecia que... ¿esto no era un sueño?

Eso significaba que... Foolish estaba parado en su tienda, y no solo en su paisaje onírico.

¡El que estaba delante de él era el mismísimo hombre!

Ya no sostenía la espada que podía abrir una puerta a cualquier parte. Cruzar todo el país del norte para llegar aquí tenía que ser muy por encima de mil millas. Incluso si Vegetta quería darle un buen golpe en la parte posterior de la cabeza con su abanico, el mero pensamiento de su viaje aquí fue suficiente para hacerlo dudar.

Foolish aprovechó su vacilación para presionar una pierna sobre su cabecera. Vegetta casi podía saborear la sangre elevándose en su boca, pero necesitaba mantener su dignidad como maestro.