Holding Out For A Hero

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Un rato después, Joe vio por la ventana del dirigible la ciudad de La Paz, logrando divisar una enorme multitud en la línea de meta.

—Señor Joestar...

—¿Sí, Joe?

—¿Me permitiría bajar con mi caballo? —preguntó Joe—. Quiero llegar a la meta, aunque no gane. Necesito terminar con la carrera.

Joseph quedó sorprendido.

—Pues trata de llegar en primer lugar ya que apostaré con Wham a que llegas primero, ¿okey?

Joe sonrió.

El dirigible descendió. Montado sobre Runaway Baby, Joe agitó las riendas, haciendo que el caballo corra por un cerro hasta llegar a la llanura y luego seguir cabalgando entre las heladas montañas mientras que el sol emergía entre los cerros, levantándose hasta posicionarse sobre Bolivia.

El viento pegaba de forma recia el rostro de Joe, las crines de Runaway Baby se batían con el viento mientras que corrían por el sendero improvisado hasta llegar a la ruta principal hacia La Paz.

Joe recordó las peripecias que sufrió al inicio de la carrera. El momento en que Chayanne lo rescató una y otra vez, cuando conoció a Dolton y a Redbone, el tropiezo con Juan Gabriel y Stroheim. La primera afrenta a Rasputín.

No podía dejar de lado a Baby Rasta y Gringo, a los demás asesinos de la banda de Kira, cuando lo convirtieron en mujer, cuando vio desnuda a una mujer por primera vez. Tampoco podía olvidar a Yoshikage Kira quien propició la evolución de Dark Latin Groove.

La pelea en Cuzco con Quiet Riot y Afroman. Cuando usaron el Hertz para descondensar un sol pequeño. Las lianas que atravesaron a la gente y los lanzaron. La cruda muerte de Dolton.

Fue un viaje lleno de bizarras aventuras que lo forjaron como el calor forja el hierro. Se sentía bien consigo mismo y estaba a punto de poner punto final al viaje que emprendió unos meses atrás.

De pronto, el retumbar de cientos de pasos hizo que disminuya la velocidad.

Por el lado izquierdo, varios caballos corrían rápidamente, tratando de sobrepasar al que tenían al costado.

De forma sigilosa, se metió entre los corredores, encontrándose con algunas caras conocidas.

—¡Christine!

La muchacha volteó, sorprendiéndose al ver a Joe a su lado.

—¡Tu! —exclamó y sonrió—. Pensé que habías muerto en el camino.

—Tal vez sí morí porque veo el paraíso ante mis ojos.

En lugar de enojarse, Christine se sonrojó. Luego sacudió la cabeza, y miró hacia el frente.

—De todas maneras, ya estás descalificado.

—Lo sé —respondió Joe—. Lo hago por un deseo personal.

Tras de Christine, Chizuru agitaba sus riendas para estar al lado de su amiga.

Dijo algunas palabras que ninguno entendió y simplemente asintieron.

—¿Quién va primero? —preguntó Joe.

—Ese gilipollas de Clint Eastwood —respondió Christine apretando las riendas—. Esta por delante de mí en puntajes. Si llega primero, ganará de manera absoluta, pero si yo llego primero, ganaré. Solo si llego primera.

Joe asintió.

—¿Y dónde está él?

Un bullicio alertó a Joe, quien se colocó muy pegado a Christine pues un grupo de caballos corrían sin jinetes.

JoJo's Bizarre Adventure: Andes Speed RunWhere stories live. Discover now