Saga: Petrovic
Libro: 2
Zinerva, la Luna, se encuentra en una encrucijada imposible. Como la destinada de tres Alfas, su vida está llena de complicaciones y peligros, y acaba de perder a su querido hijastro a manos de su propia abuela paterna duran...
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Zinerva
Toco el timbre algo nerviosa, es la primera vez que salgo de casa con mis hijos sola, a veces me llegan pensamientos diciendo que me regrese ya que corro peligro fuera de la casa, pero los ignoro, no puedo vivir siempre con miedo.
La puerta se abre y veo a Ian, este me mira con el ceño fruncido, para mi sorpresa hace una reverencia algo adormilado, no estoy acostumbrada a que me muestren su respeto, no entiendo cuando hay que hacer reverencia y cundo no.
— Buenos días, vine a visitar a Tailer, él dijo que podía venir hoy a cualquier hora — le explico ya que al parecer no estaba al tanto.
— pase Luna, bienvenida — murmura y camina uno pasos hacia atrás para dejarme espacio.
Empujo el coche que está diseñado para trillizos, mis bebés están dormidos, creo que es mejor así ya que no necesitaran tanto de mi atención.
Entro a la casa y él cierra la puerta detrás de mí, ya son las diez de la mañana, pensé que ya todos estarían despiertos a esta hora, pero al parecer me equivoqué.
— voy a despertar a Tailer, puede sentarse dónde deseé — dice y sin más se va.
Muevo el coche para colocarlo al lado del mueble donde me sentaré, llevo un gran bolso en mi hombro que contiene todas las cosas que mis bebes puedan necesitar, es la primera vez que salgo sola y traje un poco de todo.
No pasa mucho tiempo cuando escucho un gruñido algo fuerte y despues veo como Tailer sale de uno de los pasillos, su cabello castaño esta alborotado, ademas de que solo lleva un boxer.
— ¡ Vístete ! — ruge Ian que viene detrás de Tailer.
— ella ya me a visto desnudo varias veces, no te preocupes, somos hermanos — le dice y se sienta a la mi lado dejando caer su cabeza en mi hombro.
— ¡ No son hermanos ! — Ian vuelve a gruñir — ella es tu Luna y merece respeto, no puedes salir vestido de esa forma — lo regaña apuntándolo con su dedo índice.
— tú solo estas siendo territorial, ademas si somos hermanos, nos criamos juntos desde que nació, estuve en el parto de su madre cuando la pario, no tenemos una relación más haya de hermanos o amigos — le aclara — si alguien debe estar celoso soy yo porque a ti si te gustan las mujeres — me sorprendo al escuchar eso, Ian se pone rojo de la vergüenza al mirarme.
— ella es nuestra Luna, ademas mate de mi hermano — dice sin mirarme.
Tailer solo sonríe al ver como Ian reacciona, este de la vergüenza se termina yendo de la sala dejándonos solos, Tailer deja de apoyar su cabeza en mi hombro y mira a mis hijos los cuales aun estan durmiendo.
— no puedo creer que hayas creado tres cachorros tan grandes en tu vientre, tres machos — los mira fijamente — supongo que estas tan abierta como las puertas de una iglesia ahora — se burla de mí y lo golpeo por su comentario de doble sentido — agresiva — se queja sobándose el hombro donde le di el golpe.
