Dudas

8 1 0
                                    

Jennifer

No me lo podía creer, no, no había pasado, imposible, ¿¡HABÍA BESADO A MI HERMANASTRO!? Mi HERMANASTRO.

¿Cómo hemos podido hacer eso, si nos conocimos ayer? Justo me pide perdón y nos besamos.

Bueno, mejor olvido todo lo que ha pasado.

Me intenté concentrar de nuevo en el libro que me estaba leyendo, era un romance juvenil de un chico y una chica que se conocían en Alaska.

Pero no podía concentrarme, por más que quisiera, ese beso había sido, simplemente, espectacular.

Necesitaba probar de nuevo esos labios, no ha sido suficiente para mí.

Y pensar que está mañana te estaba amenazando.

Llevás razón, ¿pero qué me pasa?

No podía haber ningún acercamiento romántico más entre nosotros, como mucho amigos y punto.

Así que ahora a leer.

No pude concentrarme después de un buen rato intentándolo, así que me fuí a mi cuarto a despejarme, lo peor es que lo vería a la hora de comer.

Evitaría miraditas y ya está.

Pero no puedo evitar mirarlo, joder.

Bueno, tengo que hacerlo por las malas, cueste lo que me cueste.

Llegó la hora de comer y estábamos todos reunidos esperando a que la cocinera terminará de hacer la comida.

Mi madre hablaba con Marc, mi padrastro.

Mi hermano estaba mirando a la pared fijamente apoyado sobre su mano.

A saber que estará pensando.

Mi hermanastra estaba con el móvil, y Jack estaba mirando para abajo, parecía que evitaba mirarme a toda costa.

Ya llegaba la comida, por fin, que hambre tenía.

Hmmm, que bien había dormido, entre una buena comida y una buena cama había dormido una siesta de lujo.

Se escuchaban risitas que venían de otro dormitorio.

Salí de mi dormitorio sin hacer nada de ruido, y seguí el sonido de las risas.

Venían del dormitorio de Jack.

Puse la oreja en la puerta y me centré en escuchar.

-Cada día te quiero más mi vida -decía una voz de una chica-.

-Y yo a tí cariño -le respondió mi hermanastro-.

-¿Vamos ya a lo nuestro no? Que ya mismo me tengo que ir.

-Claro, pero que sea silencioso, que nos pueden escuchar.

-Si si, tranquilo, seré muy silenciosa.

No podía ser, ¿tenía novia?

No sé que sentía en ese momento.

Era una mezcla de rabia y...celos.

Yo entiendo que tenga rabia, porque claramente si me besa y ahora resulta que tiene novia, pues no me gusta nada de nada, pero, ¿por qué sentía celos?

Bueno, mejor olvido esto.

Se empezaron a escuchar gemidos muy bajitos, así que me marché rápidamente y me encerré en mi cuarto.

Mi gata estaba tumbada en la cama, como si fuera una reina.

Que cosa más mona.

*Mensaje de whatsapp*

Anda mira, es tifany, al fin me escribe.

Tiffany

Holaaaa, ¿qué tal
te va todo por Nueva
York?

Regular.

Tiffany

¿Por?

Me siento rara
viviendo bajo el
techo de un hombre
que conocí ayer.

Tiffany

Bueno, ya te
acostumbrarás,
¿y tú hermanastro
está bueno?

Meh, si.

Tiffany

Uyyy, aver si va
a salir algo de ahí,
ehhhh.

Tía no digas eso,
así no animas.

Tiffany
Perdona,venga
anímate, en
diciembre vuelves
aquí.

Estamos en agosto
todavía.

Tiffany
Para eso queda
nada, hazme caso.

Vaaale.

Me voy a duchar,
ya hablamos.

Tiffany
Vale, te quiero
guapa.

Y yo.

Qué día más largo se me ha hecho, menos cuando me había besado con Jack, y cuando estaba durmiendo, se me había hecho el día eterno.

No podía leer tranquila ni siquiera porque no estaba en mi ambiente.

Ahora veo el momento perfecto para dormirme ya.

Antes tenía que darle las buenas noches a mi gata.

-Buenas noches Iris.

Después de un rato intentando dormirme, me di cuenta de una cosa, ¿me estaba empezando a gustar Jack?
¿Por eso he sentido celos esta tarde?

Esas preguntas hacían que me costará más dormirme, pero finalmente, después de un buen rato, me quedé frita.





Amor silenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora