No puede ser, aquí no.

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Elly sonrió unos fuertes brazos rodeándola de la cintura, volteó solo para ver a Ethan tranquilamente dormido, abrazado su cintura.
Ella sonrió.
Y al poco tiempo Ethan abrió los ojos.
-Buenos dias bonita.
-Buenos días-le sonrió.
-Debemos levantarnos, tenemos un largo día por delante y tú te debes de ir a España mañana, debes empacar.
Elly soltó un quejido.
-No me obligues, en verdad no quiero-dijo mientras ponía una almohada en su cara, Ethan le tendió la mano y la ayudo a levantarse.
-Vamos, podemos aprovechar todo el día juntos-dijo él-Pero luego te dejaré en tu hotel.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo-ella sonrió, sabía que Ethan iba a cumplir aquella promesa.
Siempre había una promesa que cumplía.
Elly lo adoraba por eso.
Jamás rompía una promesa, jamás.
Y en caso de que lo hiciera era para poner la seguridad de sus amigos antes que la suya.

Luego de hacer el desayuno y de cambiarse, Elly e Ethan salieron a pasear a las calles de Austria, disfrutando del maravilloso clima de verano y de la compañía del otro.
Elly hizo que fueran a varios museos como el museo de historia, que ella aún no había visitado, él la escuchaba atentamente, mientras ella le explicaba la historia detrás de el artefacto y de lo que sabía de la civilización de la sala en la que estaban. Y él escuchaba.
Escuchaba atentamente como si no hubiera cosa más interesante que su voz.
Ethan podía vivir simplemente con el sonido de la voz de Elly por el resto de su vida y sería la persona más feliz en el mundo.
Lo que ella no sabía era que, a pesar de siempre arrastrarlo a los museos, provocó que a él le empezaran a gustar.
Porque a ella le gustaban.
Simplemente por eso.

Luego de varias horas, ambos salieron del museo y decidieron ir a comer, todo estaba muy tranquilo, no parecía qué hubiera problema alguno, los dos reían y se ponían al corriente de todos esos meses en los que no se vieron.
-¿Sabes?-le dijo Elly-cuando te fuiste odiaba extrañarte.
-¿De qué hablas Els?
-Cuando tuviste que esconderte y tuvimos que...terminar...yo odiaba extrañarte, lo odiaba, quería sacarte de mi mente pero me era imposible.
-¿Por qué?
-Porque eso le hacía extrañarte más...Y no estoy segura de que era peor: si extrañarte o pretender que no lo hacia. Odiaba extrañarte y saber que no había nada que yo pudiera hacer-Ethan tomó su mano encima de la mesa, mientras que Elly evitaba el contacto visual.
-Mírame, Els, mírame-la chica lo miro-estoy bien, en una pieza, y me alegra mucho que tú seas feliz, en serio,pero debes saber que...no importaba en qué parte del mundo estuviera, no salías de mi cabeza, yo te extrañaba y debes saber que...soy tuyo.
Ambos se miraron con una sonrisa.
Pero el Dulce momento se vio interrumpido por una fuerte explosión, que causó que ambos se fueran al suelo.

Elly recordó una de sus misiones hace un para de años en ese momento.
No venían recuerdos bonitos a su mente.

Le habían disparado.

Sintió el peso y la fuerza de la bala penetrar a través de sus jeans hasta la carne de la parte superior del muslo. No era práctico resultar herido, pero al menos estaba en la pierna y no en el abdomen o el torso.

La persona que disparó la bala ahora buscaba refugio detrás de uno de los muchos pianos de cola de la sala. El atacante estaba agachado detrás del piano que parecía más antiguo de los tres, esperando que su pesado baúl lo protegiera de futuras rondas de fuego.

Vio a su compañero Ethan en el balcón de arriba. Él la miró y asintió con la cabeza. Ellos dos estaban pensando lo mismo: "Acércate lentamente y dispara a tres."

Su plan se ejecutó perfectamente y Elly terminó eliminando al atacante que le había disparado. Ahora quedaban dos con los que lidiar.

El atacante más grande estaba peleando con Benji. Qué desafortunado que, en uno de los primeros días de acción de Benji fuera de las sombras, se encontrara luchando con un hombre corpulento que medía al menos treinta centímetros más que él.

Glory: on the run (Segunda Parta de "Glory")Where stories live. Discover now