I Only Wanted You

05. "Primer fractura. Primera pijamada"

Alice.

El dolor había disminuido notablemente cuando el yeso ya se encontraba en mi brazo. Resulta que tres chicas considerablemente más altas que yo impactaron contra mi de forma violenta y agresiva, lo que acabo destrozándome un hueso, y junto con eso, mi habilidad deportiva.

Serán casi seis meses de una recuperación exhaustiva por ser una fractura limpia.
Pero que fuerza que tenían esas chicas, de verdad; ni siquiera estoy sentida con ellas, más bien sorprendida.

Yo estaba en mi cama, escuchando desde abajo cómo mamá le gritaba a papá por lo ocurrido, por más que quise decirle que debí ser más rápida y esquivarlas, que no fue su culpa; pero está en su papel de madre sobreprotector, mientras que Tom y Bill estaban conmigo, asimilando todo.

—Esto nunca me había pasado —murmuré, mirando fijamente mi brazo, que ahora pesaba mil toneladas por la cosa que llevaba puesta.

—Siempre hay una primera vez —dijo Tom, a lo que lo miré con burla.

—Llevaba trece años sin romperme un hueso, a mi me hubiera gustado seguir así.

—Mejor deja de seguir con esa cara toda nostálgica y permíteme que te firme el yeso —comentó Bill; ver su sonrisa emocionada me hizo deci “sí” de inmediato.

—Hay plumones en mi escritorio —señalé.

Bill se acercó corriendo a dónde le indique, sacando una caja repleta de marcadores de distintos colores , que solo hizo que sus ojos brillarán aún más.

—¿Puedo ocupar cualquiera?

—El que quieras —asentí.

—Yo también quiero —Tom se encaminó hasta su hermano, tomando un plumón azul rey —. Azul, mi favorito.

Sonreí un poco al ver cómo ahora sus pasos se dirigía hacia mí, destapando el plumón a su paso. Me hice a un lado cuándo me di cuenta que iba a sentarse en la cama, por lo que le hice espacio y tuviera más comodidad.

—No pongas nada raro porqué te golpeo —dije con un tono nervioso.

—No voy a poner nada fuera de lo normal, tranquila.

Volvió a sonreír y empezó a dibujar en el yeso, sin dejar el gesto de lado. Intenté mirar varias veces que es lo que hacía, para asegurarme que no sea una estupidez, pero siempre me respondía con un “¡No mires!”, y ese grito hacía que apartara mis ojos de él.

Bill se quedó pensando a mi otro lado que escribirme o dibujarme, mientras que su hermano actuaba con mucho esfuerzo sobre mi yeso.

—¿Ya acabaste? —interpelé, soltando un suspiro impaciente.

—Ya casi.

—No entiendo que haces, ¿un retrato de mi hermoso rostro? —carcajee con ironía.

—Por supuesto, ahora mismo dibujo tus lindos ojos —me respondió, dejándome exaltada.

—¿Qué?

Tom se soltó a reír, alejando el plumón de mi yeso, admirando su obra maestra por unos cuántos segundos. Me erguí en mi lugar para poder ver que había hecho.
Era el dibujo de una guitarra y a lado el de una cámara muy parecida a la que poseo yo. Abajo estaban escritos nuestros nombres.

Tom × Cece.

—¿Te gusta? —me miró, esperando una respuesta mía —No soy muy bueno dibujando, pero-

—No, no... Me gusta; me gusta mucho —susurré, sin dejar de ver el dibujo, y sin dejar de pensar en el Tom × Cece.

—La guitarra es por mi y la cámara por tí... Hacen buena combinación —continuó.