Capitulo 39

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 POV Malú

El sonido de unas bocinas en la calle me despertaron ,sobresaltándome, sentí frío, así que me di la vuelta dispuesta a abrazarme a mi estufa personal, pero al girarme me di cuenta de que estaba sola en la cama. Me incorporé un poco y la llamé sin obtener respuesta alguna. Me levanté y recorrí el apartamento buscándola sin suerte alguna. Volví al cuarto y agarré el celular, la llamé pero va directo al buzón y los mensajes no le están llegando. Me estoy empezando a preocupar, no hago mas que dar vueltas por la casa, si por lo menos tuviera el número de Inma para preguntar por ella. Seguro Mónica debe tener su número, así que la llamo con la esperanza de poder localizar a Vanesa.

Mo: Hola Malú!

M: Hola Mónica, todo bien?

Mo: Todo perfecto amiga, que hubo?

M: ¿Oye por casualidad no tendrás el número de teléfono de Inma?

Mo: Pues si, pero y eso ¿Para que la necesitas?

M: Pues es que anoche Vanesa pasó la noche en casa y al despertarme ya no estaba, la llamo y me manda al buzón, tiene el teléfono apagado y la verdad es que estoy un poco preocupada— dije de carrerilla de los nervios que tenía.

Mo: Tranquila Vane, mira esta mañana sobre las 9 pasó por casa de Inma y estaba bien, seguro tuvo que salir a hacer alguna vuelta y se le descargó el celular

M: Y ¿Cómo sabes eso?

Mo: Bueno es que anoche Inma me invitó a cenar...

M: Wow— dije sorprendida— Tia ahora estoy intentando localizar a Vanesa, pero te aseguro que tenemos una conversación pendiente— oí su risa al otro lado del teléfono— Oye igual dile a Inma que si sabe algo de ella que me avise porfa

Mo: Claro no te preocupes, igual tranquila que seguro que va a estar todo bien. Besos

Terminé de hablar con Mónica y no sabía qué hacer. Estaba a punto de ponerme en contacto con Vale cuando tocaron en la puerta. Corrí y al abrirla ahí estaba ella. Me miró sonriendo y levantó una bolsa que llevaba en la mano.

V: Si te invito a almorzar me perdonas la escapada?-Preguntó con la voz más dulce que haya escuchado jamás

Tiré de ella para hacerla entrar, cerré la puerta y nada más darme la vuelta me lancé a abrazarla fuertemente. No se lo esperaba, tardó unos segundos en reaccionar y devolverme el abrazo.

M: Me has asustado estúpida!— dije separándome de ella y empujándola

V: Perdona, es que me llamó Vale para que desayunáramos juntas, tenía que contarme un par de cosas y no sé cómo se me apagó el celular y no me di cuenta hasta ahora — dijo casi sin respirar

M: Y ¿Tanto te costaba dejar una nota?

V: Tienes razón, no lo pensé-bajó la cabeza cuando terminó de hablar

M: Bueno y que traes para comer, a ver si te perdono o no— dije para aliviar un poco el ambiente

Ella sonrió ligeramente y sacó dos envases de la bolsa para luego colocarlos sobre la mesa

V: Pasta con gambas— dijo orgullosa

Me acerqué lentamente a ella, puse mi boca junto a su oído y le susurré haciendo que se le erizara la piel.

M: Con esto te has ganado el perdón y alguna que otra cosa mas...

Me di la vuelta para ir a la cocina a por cubiertos y vasos cuando la sentí agarrarme fuertemente por la cintura. Se aferró a mí pegando su cara en mi espalda rodeándome con sus brazos. Estuvimos así unos segundos hasta que por fin habló

V: Me encantas Malú— dejó salir con un suspiro, me di la vuelta para quedar cara a cara

M: Y tú a mí Vane— acaricié su cara con mis manos y dejé un suave beso en sus labios. Después de la demostración de cariño, almorzamos mientras me explicaba que la semana siguiente estaría un tanto ausente, ya que se avecinaban cambios en la empresa y tenía que ayudar a su papá. Nos acurrucamos en el sofá con la televisión puesta de fondo, pero no le estábamos prestando mucha atención. Yo estaba recostada a un lado y ella se había tumbado boca arriba apoyando su cabeza en mis piernas. Nos mirábamos fijamente mientras le consentía el cabello y ella dibujaba pequeños círculos en mi brazo.

V: Malú— dijo sin dejar de mirarme— ¿Quieres ser mi novia?

Abrí los ojos sorprendida, para nada pensé que iba a preguntarme eso, me quedé mirándola sin saber que decir. Creo que tardé demasiado en reaccionar porque ella terminó por levantarse y sentarse a mi lado

M: ¿Sabes que? no tienes por qué contestar ahora— dijo levantándose, se notaba que estaba nerviosa— De verdad yo creo que me voy a ir y tú te lo piensas— sus palabras salían como una metralleta

M: Vane— dije por fin agarrando su mano y haciendo que se sentara en mis rodillas. Puse mi mano en su nuca y la atraje hasta mi boca recibiéndola con mis labios. Intensifiqué el beso metiendo mi lengua haciendo que ella ahogara un gemido en mi boca. Poco a poco fuimos bajando la intensidad hasta que el beso terminó conmigo dándole un pico en la nariz.

V: ¿Eso es un sí? — preguntó sonriendo

C: Pues tu qué crees tonta ¡claro que sí!

Tras un millón de besos, caricias y arrumacos por parte de las dos, la acompañé a la puerta. Le pedí que se quedara, pero me dijo que mañana tenía que entrar temprano a trabajar, así que no insistí mucho más.

M: Bueno avísame cuando llegues a casa— dije apoyándome en el marco de la puerta, ella asintió con la cabeza

V: Mañana voy a estar un poco liada, pero te llamo y planeamos algo para el martes, ¿te parece bien?

M: Me parece perfecto— me acerqué y nos dimos un beso de despedida Vanesa se dio la vuelta y caminó hasta ascensor, entró y se dio la vuelta volviendo a mirarme, justo antes de que las puertas se cerraran del todo escuché su voz.

V: adiós novia.

Me quedé como tonta, con una sonrisa de oreja a oreja mirando las puertas de aquel ascensor. Quién me iba a decir a mí hace unos meses que estaría tan tragada de aquella guardaespaldas regañona que entró en mi estudio y en mi vida sin avisar. ¿Será que por fin encontré mi otra mitad?

AWWWWWWWWWWWWWWWWWW

Enganchada a ti  (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora