Preocupado ó enojado?

255 20 0
                                    

_Senpai, hoy nos toca ir juntos a la misión.

Puse mi sonrisa más calmada, porque sabía que vendría después.

_De verdad?_ su cara de asco era evidente, como cada vez que hablaba conmigo_ mantenge lejos de mi, me haré cargo de esto rápido.

Los "mantente lejos", "sal de mi camino" y "podrías hacer algo útil y no estorbar?" Eran frases que estaban como pregrabadas en las cuerdas vocales de Gojo. Muchas veces luego de esa frase venia un golpe a su cabeza por parte de Suguru, quien le decía que me trate bien. Otras veces, Megumi lo miraba de mala gana, haciendo que con un leve chasquido de lengua, se alejara de nosotros. No puedo culparlo, como no culpo a ninguna persona la cual me trata mal, porque no puedo hacer que cambien lo que la sociedad viene tallando en mármol desde hace décadas. Unas cuantas personas son amables más allá de lo físico, como Suguru, Mehumi, Nobara y los profesores, pero estoy tan acostumbrado a la agresividad, los malos tratos y los insultos, que ya ni trato de defenderme.

Lo trate una vez. Mi hermano mayor había estado burlándose de mi porque me había confesado a una chica de mi clase y esta me había rechazado en frente de todos, gritando a los cuatro vientos en los pasillos, que el gordo de la escuela le había declarado su amor. Fui la burla toda la semana en la escuela y en casa Sukuna no se callaba. Me harte, grite y golpe su cara una vez, pero el me lo devolvió mucho peor, diciendo que jamas lo vuelva a tocar con mis manos grasientas.

El odio al cuerpo gordo es un hecho, esas personas que claman que la gordofobia no existe, son los que deberían quitarse el velo de los ojos. Como no existiría, si cada vez que voy a comprar ropa, me dicen que "no hay para la gente como yo"?, como no va a existir si las personas me descartan de cualquier cosa solo por que seria una incomodidad para ellos?. Las personas que vienen con la frasesita de "lo digo por tu salud" son los peores, porque jamás pedí su concejo.

Pero hasta hace nada no me dolía al punto de las lágrimas que algún me dijera algo, cualquier cosa que sea, pero desde que conocí a Gojo, eso cambió. Sus palabras son como alfileres que van perforando mi corazón.

Su figura frente a mi, un hombre delgado, alto, guapo y fuerte, comparado a mi, es perfecto. Cuando no estoy presente, cuando lo esucho por casualidad, su personalidad es completamente diferente, trata a todos con cariño y respeto, aunque aveces es arrogante, se le sube un poco el ser elas fuerte, pero cuando se ríe con sus amigos, se ve tan bello...

_Sal del medio!_ su grito me despierta de mis pensamientos, intento moverme pero mi brazo es lastimado por la maldición.

Sus ojos se abren mucho, grita un poco antes de mover la mano y la maldición explota por todo el lugar. La sangre fluye, mi brazo arde un poco, no es nada grabe. Se acerca tan rápido como puede, no titubea en sostener mi brazo para analizar la herida. Nuestras miradas se encuentran, la mía con incredulidad y algo de nerviosismo, el con preocupación y de repente, enojo.

_En que carajo estabas pensando?!_ grita antes de soltarme de manera brusca, un siseo de dolor sale por mis labios.

Por un segundo volvió la preocupación, pero no duró mucho.

_Perdón, estaba distraído.

_Si, lo note_ pasa sus manos por su cabello, suspirando_ vamos, te llevo a la enfermería.

_No hace falta, con agua y jabón esto se limpia.

_Pregunte tu opinión?, no, así que cállate y sígueme.

El camino es totalmente silencioso, pero noto que me da miradas de soslayo. La enfermería está vacía, parece que tendré que curarme yo mismo. Abro el botiquín pero me lo quita rápidamente.

_Siéntate en la camilla, quítate la chaqueta, la camisa la arremangas, entendiste?.

_Si, senpai.

Mejor le hago caso para que me deje irme rápido, no quiero extender más esta situación que hace latir mi corazón. Sus pasos son suaves, parece estar buscando todo lo necesaria para atender mi herida. Yo solo hago todo lo que me pide, trato que mi barriga no lo moleste, por eso decido ponerme de costado, para que solo mi brazo quede cerca de él. Lo que menos necesito hoy es que me diga algo sobre mi cuerpo.

Se sienta frente a mi, haciendo que mi plan no funcionará. Me pide el brazo con un gesto de cabeza, intento meter la barriga lo más que puedo. Pasa las gasas con agua oxigenada de forma delicada por cada corte, no me hace doler en ningún momento, al terminar de limpiar, extiende una crema cicatrizante, tomándose su tiempo en cada herida, puedo sentir sus su toque, puedo sentir su respiración y seguramente me cara es toda roja ahora.

_Ya esta, intenta no tocarla hasta que la crema se absorba por si misma.

_Gracias.

_Para la próxima, intenta no causarme problemas.

_Lo siento, no fue mi intención.

_Solo_ suspira y se acomoda los lentes oscuros a la vez_ no me vuelvas a preocupar así otra vez.

_Estabas preocupado por mi?.

_Si, eso es obvio.

_Obvio? Me girtaste, más bien parecías estar enojado.

Su cara ahora mismo es un poema, no se que es lo que esta pensando pero eso queda en segundo lugar cuando comienza a reír de manera exagerada, sostiene su estomago y algunas lágrimas mojan sus pestañas. Se ve hermso aunque no debería estar apareciendo su belleza, se supone que estoy enojado con él.

_Que te pasa?_ ya me estaba dando algo, quería salir corriendo de ahí.

_Es que le debo mil yenes a Suguru, el tenia razón.

_En que?.

_En que soy el tipo de persona que trata mal a la persona que le gusta...

Me quedo totalmente en blanco, muchos momentos se vienen a mis ojos como flashes de cámara, mi corazón va muy rápido y siento la cara caliente.

El me mira, expectante, se a quitado los anteojos, ahora puedo verlo directamente, esta ansioso por una respuesta, nervioso, oculta todas esas emociones que no son dignas del más fuerte, usando sus anteojos oscuros. Siempre crei que era por sus seis ojos, pero en realidad era por el miedo de que la sociedad pensara que es débil, que no es capas de cumplir si deber, solo por tener emociones.

Ha sufrido la sociedad y su peso de la misma forma que yo lo he hecho.

_Vaya manera de declararse, supongo que es tu estilo.

_No tenía planeado hacerlo, más bien surgió sobre la marcha.

_Se notó_ hace un puchero que me hace reír_ que es lo que esperas de mi?.

_Todo lo que quieras darme, respeto cualquiera sea tu respuesta, pero debes saber que...me harías muy feliz si me aceptas.

_No estaba en mis opciones el decirte que no, senpai_ eleva su mirada junto con una gran sonrisa.

No me había dado cuenta cuando fue que nos sostuvimos las manos, su pulgar acaricia mi palma. Su sonrisa no se va de su rostro y yo le sigo la corriente.

_Puedo besarte?.

_Por supuesto.

GoYuu: one-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora